Tuesday, January 13, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: Atanasio establece el canon del Nuevo Testamento en 367 dC









Su carta es la declaración más antigua y autoritativa para fijar el Nuevo Testamento como lo conocemos hoy.



“Como ya sabes mi voluntad, conceder la entrada gratuita a todos aquellos que deseen entrar a la iglesia. Porque si oigo que tú has obstaculizado a cualquiera para convertirse en miembro, o has excluido a cualquiera de la entrada, debo inmediatamente enviar a alguien para que te excluya bajo petición mía y te envíe al exilio.”


Estas son las palabras de emperador Constantino el Grande, escritas alrededor del 328 dC a Atanasio, obispo de Alejandría. Atanasio no había seguido el creciente interés de Constantino en el ecumenismo. Al contrario, había insistido en excluir de la iglesia a cualquiera que no se subscribiera al credo de Nicea. Consecuentemente, Atanasio fue depuesto en 335 dC y exiliado a Trier (hoy en el oeste de Alemania, cerca de la frontera de Luxemburgo). Dos años más tarde, después de la muerte de Constantino, regresó a Alejandría, pero fue removido del poder otra vez en 339 dC y fue a donde estaba el papa Julio I, un defensor en Roma, regresó en el 346 dC, solo para ser exiliado tres veces más por varias razones. Atanasio finalmente retomó su obispado en 366 dC, el cual mantuvo hasta su muerte en 373 dC a la edad de 78 años.
Muchos de sus escritos defendían la posición ortodoxa en contra de la influencia de Arrio, pero también hábilmente defendió la fe en contra de la oposición pagana y judía. Otra contribución a los escritos de la iglesia es su “Vida de San Antonio” escrita alrededor del 357, una de las primeras vidas de un santo que justificadamente puede clamar autenticidad. El libro, un éxito de librarías antiguo, ampliamente diseminó información en el monasticismo.

Carta Festiva Famosa.
Tal vez el más influyente escrito de Atanasio fue sus treinta y nueve cartas festivas en el 367 dC. Había sido acostumbrado después de Epifanía (los doce días festivos después de Navidad) cada año por los obispos de Alejandría escribir una carta en la cual las fechas de la Cuaresma y Resurrección eran fijadas y así, todas las otras festividades de la iglesia en ese año. Estas cartas eran también usadas para discutir otros asuntos de importancia general. Atanasio escribió cuarenta y cinco cartas festivas; trece han sobrevivido completas en traducción siriaca.
La carta treinta y nueve ha sido reconstruida por estudiosos de griego, siriaco, y copto en fragmentos. Esta contiene una lista de libros del Antiguo y Nuevo Testamento, los cual Atanasio describió como libros canónicos. La lista del Nuevo Testamento es idéntica a los veintisiete escritos que nosotros aceptamos como canónicos, y así la carta treinta y nueve de Atanasio ha sido considerada como la primera declaración autoritativa del canon del Nuevo Testamento.
Atanasio escribió la lista para terminar con ciertas discusiones con relación a ciertos textos como “El Pastor de Hermas” o “La Epístola de Bernabé” las cuales por mucho tiempo habían sido consideradas en igual grado de inspiración que las cartas apostólicas. También silenció aquellos que habían cuestionado la autenticidad apostólica de las cartas de Pedro o el libro de Apocalipsis.
Atanasio declara que “en estos veintisiete escritos solo las enseñanzas de la santidad es proclamada. Nadie puede agregar a estos, y nada puede ser quitado de estos.”

Canon Controversial.
Un documento apoya la posición de Atanasio: El famoso Códice Vaticano en la biblioteca del Vaticano, un códice griego del Antiguo y Nuevo Testamento. Este consta de los mismos libros en el mismo orden que la carta de Atanasio, en el cual es particularmente notable el orden peculiar dado a los libros: Evangelios, Hechos, Epístolas Universales (Santiago, 1 y 2 de Pedro, 1, 2 y 3 de Juan, Judas) Epístolas Paulinas (incluyendo Hebreos entre 2 Tesalonicenses y 1 de Timoteo) y Apocalipsis. El Códice Vaticano probablemente fue escrito en Roma, alrededor del 340 dC, por los escribas alejandrinos para el emperador Constantino, durante los siete años de exilio de Atanasio en la ciudad. Esto así precedería las cartas festivas. Aun cuando Atanasio no estaba muy lejos del Códice Vaticano cuando este fue escrito, uno se da cuenta que el establecimiento del canon no fue una decisión repentina hecha unilateralmente por un obispo en Alejandría, sino el proceso de una cuidadosa investigación y deliberación, documentada en un códice de la Biblia en griego, y veintisiete años más tarde en una carta festiva.
Por otra parte, el punto de vista de Atanasio, no tenía un apoyo unánime, ni siquiera en Alejandría. Unos veinte años después que las cartas festivas fueron escritas, el estudioso alejandrino Dídimo el Ciego no aceptaba 2 y 3 de Juan como canónicas, pero si respaldó totalmente y citó 2 de Pedro, la cual seguía siendo ocasionalmente discutida por otros. Dídimo también aparentemente consideró “El Pastor de Hermas” “La Epístola de Bernabé” e incluso “La Didache” y 1 de Clemente como igualmente autoritativas. Y hubo también así muchos ejemplos de divergencias de opiniones por todo el imperio, tanto en el este como en el oeste. De todos modos, después del final del siglo IV, las divergencias ocasionales de opinión no alterarían la tradición recibida.
¿Qué pudo haber pasado si Atanasio y otros no establecieran y aceptaran un canon cerrado? Los escritos gnósticos como el evangelio de Tomás pudo haberse deslizado en el canon y haber diluido el mensaje histórico de Cristo con lo que hoy nosotros llamamos elementos de la Nueva Era. O la presión de otros grupos después pudo haber excluido escritos que no cumplieran sus expectativas, como Apocalipsis por ejemplo, o 2 de Pedro (un libro que las iglesias sirias intentaron excluir). Más tarde Martín Lutero hubiera con agrado querido excluir la carta de Santiago, la cual él decía que se contradecía con los escritos de Pablo. En efecto. ¿Por qué no agregar la carta de Martin Luther King “Cartas de una Prisión en Birmingham” de 1964, como fue sugerido por algunos escritores modernos, o eliminar epístolas que pudieran considerarse hoy inauténtica?
El canon cerrado que prevalece en todas las iglesias cristianas forma un consenso que previene tales excentricidades. Y ese canon puede ser trazado desde Atanasio, y desde el año 367 dC, la cual sin dudas sigue siendo una fecha extremadamente importante en la historia de la iglesia.




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