Thursday, December 24, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: La experiencia de conversión de los hermanos Carlos y Juan Wesley en 1738.





Fueron ordenados como ministros y misioneros. Entonces sus corazones fueron calentados de una forma extraña, y sus vidas dieron inicio a un movimiento global.

Juan y Carlos Wesley eran dos de los diecinueve hijos que le nacieron al matrimonio de Samuel y Susana Wesley. Samuel ejercía las labors del ministerio anglicano en Epworth, Inglaterra, mientras Susana, siendo una cristiana modelo, formó en sus hijos tanto las inclinaciones académicas como espirituales.
Aunque de diferentes temperamentos, Juan y Carlos siguieron intereses similares académicos y religiosos. Ambos entraron en la Iglesia de Cristo, ino de los colegios más grandes de Oxford. Juan comenzó en 1720 y Carlos en 1726. Después de recibir su educación, Juan fue elegido miembro en el colegio de Lincoln, en Oxford y ordenado dos años más tarde.

El “Santo Club”: una misión fracasada.
El primer año de Carlos en Oxford fue algo insignificante, pero en su segundo año estableció una vida un poco más seria. Junto a un grupo de amigos formó el “Santo Club”. Ellos se comprometieron unos a otros a vivir una vida cristiana disciplinada y dedicados al estudio serio de las Escrituras, la oración, el ayuno y las obras de caridad. Carlos fue el primero del grupo en ser burlosamente llamado “Metodista” por sus compañeros estudiantes, sin embargo este título se convirtió en el distintivo de honor para estos buscadores del camino Cristiano. Juan Wesley se unió al club despues de una ausencia a Oxford para ayudar a su enfermo padre en las labores de la parroquia, y luego eventualmente se convirtió en el líder del grupo.
En 1753 los hermanos Wesley zarparon con el general Oglethorpe en su segunda expedición a Georgia, pero aun en este viaje de servicio misionero, las viejas dudas acerca de sus experiencias de salvación salieron a la superficie. Ni Juan ni Carlos pudieron encontrar la seguridad de que ellos eran en realidad hijos de Dios por su gracia. Regresaron a Inglaterra creyendo que sus vidas y ministerios habían fracasado. Juan Wesley escribió de su experiencia en Georgia: “fui a América a convertir a los indios; pero, oh, ¿quién me convertirá a mi?”

Corazones “extrañamente calentados”
La respuesta a su pregunta vino poco tiempo después de su regreso de América. Ambos, Juan y Carlos fueron influenciados por los amigos Moravos quienes portaban el mensaje de salvación por gracia por medio de la fee n Cristo.
Carlos Wesley fue el primero de los dos en ser justificado por la fe, y en el domingo de Pentecostés del 21 de mayo de 1738, experimentó el pentecostés en su vida. Escribió en su diario que el Espíritu de Dios “sacó fuera la oscuridad de mi incredulidad”. El prolífico compositor de himnos, que eventualmente compuso entre seis mil a siete mil himnos, escribió un himno para conmemorar su salvación. Mientras los estudiosos debaten acerca de cual de los tres fue el de su conversión, el más probable es el himno que pregunta: “¿Y puede ser que yo pueda ganar algún interés en la sangre de nuestro Salvador?” La última estrofa triunfantemente proclama:
Ahora no temo de ninguna condenación, Jesús, y todo en El es mío: vivo en El, mi cabeza viviente, y vestido en su divina justicia, valiente me acerco al trono eternal y reclamo la corona, a través de Cristo mi Señor.
Tres días después, el 24 de mayo de 1738, la búsqueda de Juan por la gracia de Dios terminó en una reunión casera en la calle Aldersgate en Londres. Escribió es su diario aquel famoso relato de su conversión: “En la noche fui de muy poca gana a una sociedad en la calle de Aldersgate, donde uno estaba leyendo el prefacio de la carta a los Romanos de Lutero. Alrededor de un cuarto de hora para las nueve esta persona estaba describiendo el cambio que Dios obra en el corazón a través de la fe en Cristo, sentí que mi corazón ardía de una forma extraña”
Juan inmediatamente compartió las buenas nuevas con Carlos. Carlos escribió: “Alrededor de las diez, mi hermano fue traído en triunfo por una tropa de amigos, y declaró: ‘Yo creo’. Cantamos un himno con gran gozo y participamos en una oración.”
Hasta su conversión los Wesley tenían lo que Juan describía como “una religion justa y veraniega”. Ambos fueron ordenados. Ambos predicaron, enseñaron, escribieron, compusieron himnos e incluso se dieron a sí mismos a la obra misionera. Todo lo aprovecharon. Ellos no tenían a Cristo, o mejor dicho, Cristo no los tenia a ellos. Vivían por buenas obras pero no por su fe.

Ministerio Herculeano
Con la iglesia establecida cerca de su ministerio, Juan Wesley comenzó su ministerio, predicando a mineros de carbon y plebeyos. A pesar de la oposición, su evangelismo itinerante pronto se expandió a lo largo de las islas británicas. Se estima que Juan viajó alrededor de unas doscientas cincuenta mil millas a caballo y predicó alrededor de cuarenta mil sermones. Además publicó selecciones de sus sermones y escribió de una forma voluminosa. Su uso de predicadores laicos y pequeñas sociedades dispersó el movimiento a unos ciento veinte mil seguidores para el tiempo de su muerte.
Su hermano Carlos también predicó ampliamente, eventualmente se estableció en Londres. Se convirtió en el más prolífico y habilidoso compositor de himnos en la historia de Inglaterra, escribiendo que muchos de los cuales son ampliamente cantados hoy, tales como: “O Quien Tuviera Lenguas Mil”.
A pesar de todo, sus conversiones y subsequentes ministerios no fueron eventos aislados cuyo impacto terminó después del siglo XVIII. Sus vidas continúan grandemente afectando a la iglesia. Muchas denominaciones Metodistas hoy alrededor del mundo suman más de cincuenta millones y siguen abrazando los notables elementos del ministerio de los Wesley: un énfasis en la predicación la organización de grupos pequeños para la oración y el estudio de la Palabra, la importancia de la distribución de libros y tratados y el amor por el pobre, el oprimido, que para los Wesley y sus seguidores llegaron a ser la mayor expresión de la vida religiosa.
La teología de los hermanos Wesley también tiene una influencia que continua fuera de los círculos metodistas. El énfasis de los Wesley en el rol del Espíritu Santo en la vida de los creyentes y en la iglesia ha afectado la santidad del movimiento, el movimiento Pentecosta, e incluso el reciente movimiento carismático.
Un clero educado y la disponibilidad del laicado también eran asuntos de mucha importancia para los Wesley, guiando a la fundación de muchos colegios y seminarios wesleyanos. El balance entre la vida y la mente y la vida y el espíritu, sigue siendo una tradición crítica wesleyana, que busca predicar el evangelio a queinquiera que se convierta de sus pecados, y se levanter en santidad.


Tuesday, August 25, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: Publicación de la Biblia King James en 1611







Un equipo de estudiosos produjo una traducción de la Biblia en inglés insuperada en belleza lingüística y duración.


“Al más alto y poderoso príncipe Jacobo por la Gracia de Dios.” Así comienza la dedicatoria en la Biblia inglesa más popular de todos los tiempos, la Versión Autorizada, ampliamente conocida como la Versión King James. La muy amada KJV (por sus siglas en inglés), quizás en estos últimos años su popularidad haya decaído, debido a que otras traducciones más fáciles de leer han sido publicadas para los lectores del siglo XX. Pero generación tras generación de lectores ha absorbido sus frases. Podemos decir con toda seguridad que ninguna otra traducción tendrá nunca un efecto tan grande en las biblias en inglés como la Versión Autorizada King James.


King James

¿Quién era el “poderoso príncipe Jacobo” cuyo nombre ha sido acuñado en millones de biblias? Este era el hijo de la reina María de Escocia, ejecutada por su media hermana, la reina de Inglaterra Isabel I. cuando la “sin hijos” Isabel murió, Jacobo, el próximo varón en la línea real, y para ese entonces rey en Escocia, marchó al sur rumbo a Londres para ser coronado como rey de Inglaterra también. Es conocido en la historia como Jacobo I de Inglaterra y Jacobo VI de Escocia.

Bajo Isabel, la iglesia en Inglaterra había asumido una forma de protestantismo episcopal. El crecimiento en número de puritanos sintió que Isabel había creado un compromiso en la iglesia la cual no era suficientemente protestante. Ellos querían “purificar” la iglesia de cualquier cosa que se asemejara al catolicismo, incluyendo los obispos, el clero, la ropa, y los altos rituales. Antes de que Jacobo llegara a Londres, los puritanos se le presentaron con la Milenaria Petición (llamada así porque tenía unas mil firmas), abogando por cambios moderados en la Iglesia de Inglaterra.

Pero a Jacobo le gustaba la estructura episcopal de la iglesia de Inglaterra y el título que esta le daba al rey “Defensor de la Fe”. Jacobo estaba, de hecho, más pretencioso y comprometido a la idea de que el rey regía los decretos divinos (sus contemporáneos lo llamaban “el tonto más sabio de la cristiandad” y rio disimuladamente de que él era la persona en insistir los derechos divinos del reino). Jacobo estuvo de acuerdo en hacer una conferencia que se llevó a cabo en enero de 1604 en la corte de Hampton. Aquí, Jacobo advirtió a los puritanos que si ellos no se conformaban él los “hostigaría hasta sacarlos de la tierra”. La conferencia fue un fracaso para los puritanos, excepto en un punto: Jacobo dio su aprobación en hacer una traducción nueva de la Biblia.


¿Traducción o Revisión?

Jacobo quería algo que reemplazara la popular versión la Biblia Geneva. Esta versión de 1560 era muy querida por el pueblo (y probablemente la versión que leía Shakespeare), aunque tenía una inclinación calvinista, algo tenía que a Jacobo no le gustaba. Los puritanos, mientras tanto, estaban en desacuerdo con la Biblia del Obispo, una versión autorizada de 1568 la cual era leída en las iglesias, pero no era totalmente aceptada por el pueblo común. Inglaterra necesitaba una versión que tanto las iglesias como las personas en particular, y tanto la iglesia en Inglaterra como los puritanos, pudieran leer con beneficio.

En 1607, Jacobo señaló alrededor de cincuenta estudiosos y los dividió en seis compañías. Por dos años y nueve meses estuvieron trabajando y envueltos en conferencias, y luego el texto completo fue llevado a un comité de doce. Aunque los estudiosos usaron los textos originales en hebreo y griego, siguieron de cerca previas traducciones. De hecho, sería inapropiado llamar la Versión King James una traducción. Como el “Prefacio de los Traductores” explica, es más fielmente una revisión de versiones anteriores. Por ejemplo, la obra de William Tyndale, el primer principal traductor del inglés, es evidente en muchos pasajes.


Biblia en Inglés

Una vez establecida, la Versión King James fue inquebrantable. Aun cuando algunos críticos dicen que su idioma es arcaico en el año en que esta apareció, generaciones posteriores apreciaron su “Biblia Inglesa”. A medida que el idioma evolucionó convirtiéndose cada vez más diferente al idioma de los tiempos de Jacobo, los cristianos de habla inglesa continuaron expresándose en términos que hacían eco a la Versión King James. Por ejemplo, muchos cristianos siguen refiriéndose a Dios como “Thee” and “Thou” (palabras usadas en el inglés antiguo para referirse a la segunda persona del singular).

Pero el efecto va mucho más allá de las frases. Hay una cadencia, un ritmo de oraciones, en la Versión King James que nunca ha sido igualada en ninguna otra versión inglesa de la Biblia. Si esta belleza ha detractado a algunos lectores de escuchar el mensaje, nunca ha sido sin embargo increíblemente memorable, y por lo tanto, memorizable. Si aprender las Escrituras es importante, entonces comprometerse a memorizarla es algo supremo, y sabemos que la poesía o la prosa poética es más fácil de memorizar que la prosa ruda. Hoy, quizás cuatrocientos años después, muchos de habla inglesa que pueden citar la Biblia citan la versión publicada en 1611.

Los traductores de nuestros días pueden correctamente sentirse humildes, sabiendo que nunca podrán producir una obra que pueda moldear todo un idioma y darle forma a una cultura en su totalidad.

Thursday, July 16, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: Inicio del Concilio de Trento en 1545







En respuesta a la Reforma, el concilio trazó el curso de la Iglesia Católica por los próximos cuatrocientos años.
Si 1517 marca el comienzo de la Reforma Protestante, entonces 1540 (la fundación de la orden de los Jesuitas) y 1545 (el inicio del Concilio de Trento) marcan el comienzo de la Reforma Católica, también conocida como la Contra Reforma.

Cuando Lutero estalló el llamado a la Reforma, no todos los católicos abandonaron sus iglesias y se volvieron protestantes. Al contrario, muchos permanecieron, esperando una renovación. El papa Leo X, amante del placer, no era la persona adecuada para traer la reforma. Pero un papa posterior, Pablo III (1534-1549) convocó una comisión para examinar el estado de la iglesia. El reporte de la comisión, “Acerca de la Reforma de la Iglesia” fue mordaz: los papas y los cardenales se habían vuelto muy mundanos, el soborno para obtener oficios en las igleias estaba ampliamente diseminado; los monasterios habían perdido su disciplina; y la venta de indulgencias estaba siendo ampliamente abusada. (los protestantes obtuvieron una copia y la publicaron como una evidencia de la corrupción de la iglesia).


Intereses en Conflicto

En 1537, Pablo III convocó un concilio, pero las disputas políticas pospusieron su apertura por ocho años. El concilio finalmente comenzó, en la ciudad norteña de Italia de Trento, en 1545. Este concilio sostuvo un número de reuniones, con las tres mayores sesiones ocurridas en 1545-1547; 1551-1552 y 1562-1563. Las interminables sesiones y los largos periodos entre estas, significaba que los representantes cambiaban sus opiniones sobre el curso del concilio. Y la asistencia era pequeña; la sesión de apertura atrajo solo a treinta y cuatro líderes, y las reuniones largas en la tercera sesión solo tenían doscientos cincuenta y cinco.

El concilio trajo consigo una variedad de agendas en discrepancias. Algunos clérigos, particularmente miembros de la curia papal, se resistieron a cualquier reforma que estropeara su estilo de vida. Los obispos de España y Francia querían un papel más fuerte de independencia. Los Jesuitas, por otro lado, se mantenían firmes en la supremacía papal. Algunos delegados del concilio, como el emperador Carlos V (quien enfrentó un reto protestante en su reinado, el vasto Sacro Imperio Romano) quería que los católicos y los protestantes llegaran a un acuerdo. (Bajo esta presión, el concilio permitió a los protestantes presentarse a la segunda sesión, y sostuvieran conversaciones informales. Pero cuando las demandas protestantes no fueron puestas en la agenda, estos se fueron, en 1552). En pocas instancias los delegados se fueron a las manos.


Resoluciones

La Reforma tenía prioridad en la agenda. En el asunto que había provocado la Reforma, la venta de indulgencias, el concilio abolió los vendedores de indulgencias y detuvo algunos de los peores abusos. Además, el concilio tomó numerosas medidas para prohibir la corrupción en el clero. A sabiendas de que Lutero había desatado la Reforma precisamente por ambición, la avaricia, y la codicia del clero, esto provocó un llamado a los líderes a evadir incluso las faltas más insignificantes. Muchos abusos fueron condenados, tales como la posesión de varias catedrales, ofreciendo favores a los representantes y la tenencia de amantes.

El concilio lidió extensivamente no solo con la moralidad, pero también con la doctrina. Reafirmó el entendimiento tradicional medieval y rechazó las enseñanzas protestantes contemporáneas en cada aspecto.

El concilio sostuvo que había siete sacramentos, no solamente dos como los protestantes reclamaban, y que estos eran necesarios para la salvación. Todas las interpretaciones protestantes acerca de la Comunión fueron condenadas y la transubstanciación (la creencia de que el pan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de Cristo) fue reafirmada. Los protestantes adoraban en su propio idioma, pero el concilio elevó y sostuvo la misa en latín. Y esto definía más precisamente el entendimiento sacrificial de la misa.

En el asunto crítico de la justificación, el concilio no pudo apoyar el entendimiento de la Reforma de la salvación solo por fe. Afirmó que ninguna persona puede saber con certeza si es justificado o no y que las buenas obras si contribuyen a una verdadera posición con Dios.

En el asunto de la autoridad de las Escrituras, la iglesia católica se alejó más del protestantismo. Los reformadores como Lutero habían traducido la Biblia al idioma común del pueblo. El concilio sostuvo, por el contrario, que la única versión oficial de la Biblia era la Vulgata Latina, y que no había interpretación privada de las Escrituras que pudiera estar fuera de la Vulgata ni de las enseñanzas de la iglesia. También el concilio rechazó el punto de vista protestante sobre la “Sola Scriptura” y declaró que junto con las Escrituras, la tradición tal y como había sido preservada por la iglesia eran una fuente de autoridad.


Resultados

El Concilio de Trento ayudó a traer una reforma necesaria sobre la Iglesia Católica. Además, refinó la estructura de la iglesia y estableció una fuerza para los años venideros.

En asuntos de doctrina, por otro lado, el concilio creó un abismo profundo y duradero entre católicos y protestantes. Toda esperanza de reunificación se desvaneció.


El Concilio de Trento definió lo que la iglesia iría a ser por los próximos cuatro siglos. No fue hasta el Concilio del Vaticano II en los 1960 que hubo una reexaminación del Concilio de Trento de 1545. 

Wednesday, July 8, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: Juan Calvino publica su “Institución de la Religión Cristiana” en 1536






Ya sea adorado o aborrecido, el reformador y sus enseñanzas permanecen con vida en su monumental obra.

“No hay una brizna de hierba, no hay color en este mundo que no tenga la intención de regocijarnos”. Estas palabras fueron escritas por un hombre que había sido acusado en de generar un cristianismo sin gozo.  Es recordado como el hombre que enseñó la predestinación, una idea repugnante para muchas mentes modernas. Como diría el historiador Will Durant. “siempre será difícil amar al hombre que oscureció el alma humana con el más absurdo y blasfemo concepto de Dios el cual no tiene sentido en toda la larga y honrada historia de tonterías”.
Aun así aquellos que conocen a Calvino lo consideran como un santo. Philip Schaff escribió que Calvino: “debe ser contado como uno de los grandes y mejores hombres que Dios ha levantado en la historia del cristianismo”


El Calvino de Geneva

El controversial teólogo nació en 1509 en Picardy, una parte de Francia. Calvino fue brillante. Inicialmente tuvo la intención de ser un sacerdote, pero su padre le indujo a estudiar leyes. Calvino estudió en diferentes universidades, incluyendo París, afilando su ya lógica mente y ávidamente leyendo los clásicos griegos y latinos.

Alrededor de 1533 Calvino tuvo lo que él llamó “repentina conversión”: Dios subyugó y trajo mi corazón a la docilidad” aparentemente se había encontrado con los escritos de Lutero. Rompió con el catolicismo, dejó Francia y se estableció en Suiza como un exiliado.

En 1536, en Basel, Calvino publicó la primera edición de una de las más grandiosas obras religiosas que jamás se hayan escrito. Institución de la Religión Cristiana. El título, quizás mejor traducido como Principios de la Fe Cristiana introdujo un libro diseñado para entregar una ayuda en algunas enseñanzas elementales por las cuales cualquiera podía ser motivado con la intención de que la religión pudiera formar la verdadera devoción. A la edad de 27 años, Calvino había ya producido una teología sistemática, una clara defensa de las enseñanzas de la reforma.

Sus escritos impresionaron al pueblo, incluyendo Guilaume Farel, un reformador en Geneva, Suiza. De camino a Estrasburgo, Calvino se detuvo para pasar la noche en Geneva. Cuando Farel supo que el autor de Institución de la Religión Cristiana estaba en el pueblo, le buscó y le suplicó que se quedara con él y le ayudara en la iglesia de Geneva. Calvino se rehusó, abogando que solo quería una vida tranquila y dedicada al estudio. Por tal razón Farel pronunció una maldición para los estudios de Calvino a menos que se quedara. “Sentí como si Dios desde los cielos hubiera puesto sus manos sobre mi” dijo Calvino, y Geneva fue su nueva casa hasta su muerte en 1564 con un breve exilio.

Calvino pastoreó la iglesia de San Pierre predicando casi todos los días. Produjo comentarios de casi todos los libros de la Biblia y escribió docenas de devocionales y panfletos doctrinales. Se las arregló para hacer todo esto mientras estaba en una constante batalla con varias dolencias como migraña y dolores de cabeza. Además se casó y tuvo un hijo. Tristemente su esposa murió joven, al igual que su hijo. Calvino se rehusó a volverse a casar sintiendo que su trabajo pudiera mantenerle ocupado, lo cual fue así.

Calvino quería que Geneva, la cual era una ciudad notoria por su flojera moral, fuera una ciudad santa. Su influencia se sintió por todas partes, notablemente en las escuelas. Instó a excomulgar a los miembros de las iglesias cuyas vidas no estuvieran conforme a los estándares espirituales, y cada ciudadano en Geneva tuvo que subscribirse a su confesión de fe. Algunos se resistieron a las restricciones morales, pero Geneva se convirtió en un magneto mora, atrayendo protestantes exiliados desde toda Europa. Uno de ellos, Juan Knox, describió a Geneva como: “la más perfecta escuela de Cristo desde los días de los apóstoles”.


Los Institutos de Calvino

¿Por qué es tan grandioso Instituciones? Por una cosa, ningún otro reformador presentó las creencias protestantes tan sistemáticamente. El libro de Calvino, el cual él continuó escribiendo a lo largo de toda su vida, cubría todas las bases. La primera edición de las Instituciones de Calvino, un delgado volumen de solo seis capítulos, fue revisado y expandido por Calvino cinco veces; la edición final en 1559 contenía setenta y nueve capítulos. Es ampliamente las Instituciones lo que causó que Calvino fuera considerado uno de las más fecundas mentes en el desarrollo de la cultura y la civilización de occidente.

Calvino, siempre lógico, partió desde un punto de vista lógico: el Credo de los Apóstoles, aceptado por todos los cristianos. Se dio cuenta que este tenía cuatro puntos principales: “Creo en Dios el Padre… Cristo Jesús… el Espíritu Santo… la santa iglesia católica.” Estas son las cuatro divisiones de las Instituciones. Dibujando en una lectura amplia, y construyendo en la obra de los reformadores, Calvino presentó una teología y su aplicación práctica en la vida de la iglesia.

El libro III de Instituciones ha recibido mucha atención. En consideración con el Espíritu Santo, Calvino examinó el asunto de la regeneración, en otras palabras ¿Cómo es que somos salvos? Reclamó que la salvación solo es posible a través de la gracia de Dios. Incluso antes de la creación, Dios escogió algunas personas para ser salvas. Este es el hueso con el que muchas personas se ahogan: la predestinación. Curiosamente, no es una idea particularmente de Calvino. Lutero creía lo mismo al igual que muchos otros reformadores. Pero Calvino lo mantuvo y lo enseñó con tanto ímpetu que la enseñanza quedará por siempre atribuida a él.

Para Calvino, Dios está sobre cualquier otra cosa, totalmente soberano. El tema constante de Calvino fue: “Si tú eres salvo, es por la obra de Dios, no la tuya”. Solo Dios sabe quién es elegido y quién no.

Pero, Calvino dijo, una vida moral muestra que la persona es probablemente uno de los elegidos. El mismo Calvino, un hombre intensamente moral y energético, despertó en otros la necesidad de trabajar en su salvación, no para ser salvo, sino para mostrar que ya son salvos.

Las Instituciones de Calvino también fueron la base para el sistema presbiteriano de gobierno de la iglesia. El libro IV de las Instituciones describe una iglesia bajo la guía de ancianos (presbuteroi en griego), líderes morales elegidos por la iglesia. Otros legisladores en la iglesia son pastores, diáconos y maestros. Con modificaciones, este sistema se sigue usando en iglesias llamadas Presbiterianas o Reformadas.

Para enfatizar la soberanía de Dios, las Instituciones de Calvino también llevan al lector a creer que no hay persona humana, ni rey u obispo, que pueda demandar nuestra última lealtad. Calvino nunca enseñó el derecho a la revolución, pero sus enseñanzas establecieron las bases para las ideas revolucionarias. En este sentido sus obras son admirablemente “modernas” y él mismo es conocido como el padre de la democracia.


La Influencia de Calvino


Un solo artículo no puede hacer justicia a la influencia de Calvino. La teología de Calvino encontró un hogar en lugares tan apartados como Holanda, Escocia, Polonia y América. Muchos libros han sido escrito acerca de él, algunos aplaudiéndole, otros llamándole un demonio puritano. Pero es seguro decir  que pocos cristianos han sido tan brillantes, energéticos, morales y dedicados a la pureza de la iglesia como lo fue Juan Calvino.

Wednesday, July 1, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: El Acta de Supremacía en 1534




Rompiendo con Roma, el parlamento inglés declara al rey Enrique VIII “la única cabeza suprema sobre la tierra en la iglesia de Inglaterra”.

La ironía en el círculo de la iglesia Episcopal es que es la única denominación que comenzó como consecuencia de un divorcio. De hecho, como parte de una campaña de propaganda en los 1980, la iglesia Episcopal diseñó un cartel que aparecía Enrique VIII que decía: “La iglesia Episcopal le da la bienvenida a las personas divorciadas” (La iglesia Episcopal en los Estados Unidos es, por supuesto, parte de la unión anglicana global enraizada en la iglesia de Inglaterra).

La reforma inglesa es mucho más complicada, ya que esta envolvía no solo los votos matrimoniales del varias veces casado Enrique, sino que también una situación político-teológica muy turbulenta en Inglaterra.


Rumores en Inglaterra

Cuando Lutero clavó sus 95 tesis en 1517, esto no pasó desapercibido en Inglaterra. En 1521, en joven rey Enrique escribió (probablemente con ayuda de alguien) un libro atacando los puntos de vista de Lutero con relación a los sacramentos. El papa graciosamente respondió otorgándole a Enrique el título de “Defensor de la fe”, un título que sigue siendo usado por los monarcas británicos.
Al igual que el resto de Europa, Inglaterra estaba lidiando con la situación de la iglesia. Muchos obispos eran terratenientes adinerados, sacerdotes y monjes eran en varias ocasiones escandalosamente inmorales, y la religión del pueblo común se estaba tejiendo sobre la superstición. Líderes fervorosos como Juan Colet de Oxford apelaban por una reforma. En Cambridge, un grupo de estudiosos se reunió para discutir ideas protestantes; estos llegaron a ser conocidos como “Pequeña Alemania” por su afecto por las enseñanzas de Lutero. En adición a estos rumores teológicos, había un sentimiento creciente de nacionalismo, una alta devoción a Inglaterra más que a la iglesia romana. La plataforma estaba lista para romper con Roma.


Rumores en el matrimonio del rey

Enrique VIII, un lujurioso y egoísta legislador, justificadamente temía por la estabilidad de Inglaterra si no era capaz de engendrar un hijo que le sucediera en el trono. (Tenía al menos un hijo ilegítimo, de poco valor para su sucesión). Además su esposa, Caterina de Aragón, estaba en sus cuarentas y había solo engendrado una niña a la que llamaron María.

Enrique buscó una anulación de su matrimonio, reclamando que como Caterina había sido la viuda de su hermano, ella no podía legalmente ser su esposa. (Basando su reclamo en Levítico 20:21). El papa se estancó en la decisión, en parte, porque Caterina era la tía del poderoso emperador Carlos V, y en parte porque el papa no quería ofender.

Enrique, quien ya estaba en ese tiempo locamente enamorado de la trigueña Ana Bolena, no pudo esperar. “Quisiera que tu estuvieras en mis brazos o yo en los tuyos, porque creo que anhelo este deseo desde que te besé” escribió Enrique en una carta a Ana Bolena. Enrique conocía del sentimiento anticlerical que había en Inglaterra que hacía que fuera el momento oportuno para la ruptura. Nombró a Tomás Cranmer como arzobispo de Canterbury y Cranmer declaró el matrimonio de Enrique y Caterina como inválido. Enrique se casó con Ana que ya estaba embarazada de él hacía seis meses en 1533.


La ruptura con Roma

El papa Clemente VII excomulgó entonces a Enrique, acto que solo sirvió de combustible para la disensión. El parlamento pasó una serie de actas restringiendo el clero y restando el poder de Enrique sobre el mismo. En 1534 vino el Acta de Supremacía, declarando a Enrique como “la única suprema cabeza en la tierra de la iglesia en Inglaterra.” Inglaterra tenía ahora una iglesia nacional, con el rey a la cabeza de la misma. El arzobispo de Canterbury sostenía la máxima autoridad eclesiástica en el reino.

Pero Enrique no era protestante. El simplemente era una iglesia católica sin el papa. Había roto con Roma, pero no con su teología ni sus rituales. En 1539 lanzó sus Seis Artículos en los cuales insistía en continuar las prácticas tales como la confesión privada, el celibato del clero y las misas privadas.
Aun así en dos maneras Enrique se diferenció mucho de Roma, cerró los monasterios y confiscó sus vastos y extensos terrenos y riquezas. Las ganancias fueron llevadas al tesoro real para apoyar campañas militares contra Francia, y las tierras fueron transferidas a los nobles con la esperanza de incrementar su fidelidad hacia la corona.

Enrique también ordenó que la Biblia en inglés fuera instalada en todas las iglesias. Enrique no tenía un interés real en que el pueblo de habla inglesa estudiara la Biblia, sino que la Biblia en inglés era otra manera de promover el nacionalismo inglés, ya que las iglesias no dependerían más de la Biblia Romana Latina.

Enrique murió en 1547, habiendo adquirido cuatro esposas más después de la ejecución de Ana Bolena. Su sucesor fue Eduardo VI, hijo de su unión con su tercera esposa Jane Seymour. Durante el breve reinado de Eduardo VI, Inglaterra se volvió verdaderamente protestante, sin embargo, Enrique murió creyendo que era un buen católico, su testamento provisto a las masas fue dicho que era el bienestar de su alma.


Repercusión del reinado de Enrique

El día de la supremacía política de la iglesia había llegado a su fin, por el hecho de que Enrique había podido llamarse a sí mismo la cabeza de la iglesia en Inglaterra. Un siglo antes, un rey tan audaz podría haber sido asesinado. Pero este no fue el caso de Enrique y por una razón obvia: los ingleses sentían más orgullo en ser ingleses que en ser católicos. El nacionalismo iba a ser una característica permanente en el paisaje europeo.


El Acta de Supremacía rompió los lazos entre Inglaterra y Roma decisivamente. Aunque Inglaterra brevemente regresó al catolicismo bajo la hija de Enrique, María Tudor, Inglaterra fue por siempre una región no católica. Los actos egoístas de Enrique pavimentaron el camino para una iglesia que buscaba la vía media entre la adherencia al papa y la disidencia agresiva.     

Friday, June 26, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: El Comienzo del Movimiento Anabaptista en 1525






Odiados por el protestantismo y el catolicismo, estos “radicales reformadores” no simplemente quisieron reformar la iglesia, sino restaurarla.

Viviendo en una era de pluralismo religioso, nos preguntamos por qué personas en el siglo XVI eran torturadas y ahogadas por el simple hecho de discrepar en el modo y la forma de bautismo.

Cuando Lutero, Zwinglio, y otros guiaron su movimiento fuera del catolicismo, muchas prácticas habían cambiado; pero el bautismo de infantes, el modo aceptado por mucho tiempo en la historia del cristianismo, no había cambiado. El bautismo de adultos, quiere decir, personas que decidían por sus medios ser bautizados, era una idea radical que atravesó el corazón tanto de la iglesia como del estado. Aunque era solo una entre muchas ideas típicas revolucionarias de un grupo diverso llamado Anabaptistas. Su movimiento también es conocido en la historia como la Reforma Radical.


Origen de los Anabaptistas

El asunto inmediato que dio origen a los Anabaptistas no fue el bautismo, sino, el gobierno civil. (Los dos estaban relacionados. Ser bautizados era un asunto civil y rechazar el bautismo rasgaba la costura de la sociedad cristiana.)

Bajo el liderazgo de Zwinglio y el concilio de la ciudad de Zurich, la reforma estaba en proceso. Pero Conrado Grebel, Félix Manz y otros asociados de Zwinglio no sentían que la reforma estaba yendo al punto en que debía llegar. Ellos querían hacer distinción con el diezmo, la usura y el servicio militar. Además, algunos de estos radicales querían una iglesia que fuera totalmente autogobernada, libre de la intervención del gobierno civil.

Zwinglio, quien buscaba un cambio gradual y ordenado se separó de ellos. El 21 de enero de 1525, el concilio de Zurich que los radicales diseminaran sus puntos de vista. Esa tarde de invierno, en una villa cercana, se reunieron estos radicales y se bautizaron unos a otros. El nombre Anabaptista, significa “rebautizadores” y se les fue dado más tarde por sus detractores.


Distintivos de los Anabaptistas

Estos creyentes no solo querían reformar la iglesia; ellos buscaban una total restauración de la misma que la llevara a su pureza y simpleza inicial. Tal iglesia, sostenían ellos, consiste solo de personas que se presenten ellos mismo como bautizados.

El congregacionalismo fue otra creencia esencial. Los Anabaptistas no podían encontrar una justificación para elaborar burocracias en la iglesia. Las decisiones no debían ser tomadas por líderes jerárquicos, sino por la totalidad de la congregación local. De hecho, los Anabaptistas fueron los primeros en tratar de practicar la democracia en la congregación.

Otra enseñanza central era la separación entre la iglesia y el estado. La iglesia, decían ellos, debería estar compuesta de personas voluntarias. El estado no debe usar la coerción en la conciencia de las personas.

Jesús enseñó el camino de la paz, creían los Anabaptistas, y por lo tanto el pacifismo se convirtió en otro importante tema en sus vidas. Incluso los odiados turcos no debían ser combatidos con la espada. Según la obediencia clara a los mandamientos de Jesús, sus seguidores deberían ser diferentes a la sociedad, incluso a una sociedad que clamaba ser cristiana.

¿No vieron acaso Lutero y los otros reformadores la sabiduría de los Anabaptistas? En parte no porque ellos pensaban que la teología Anabaptista estaba errada, y en parte porque los Anabaptistas parecían un movimiento desordenado. En un caso extremo en Munster en 1534-1535 los Anabaptistas se levantaron en armas (temporalmente tiraron a un lado sus tabúes y desataron la violencia) practicaron la poligamia (citando precedentes del Antiguo Testamento) y reclamaron haber recibido de parte de Dios extrañas revelaciones. Para ambos, católicos y protestantes estos extremos justificaban la persecución de los Anabaptistas, ejecutándolos por fuego, espada o ahogamiento.


Desarrollo Anabaptista

A pesar de la persecución, el movimiento se expandió, mayormente entre la clase baja. Como los Anabaptistas no tenían una sanción oficial, pudieron crecer en número a través de la predicación abierta del evangelio, algo nuevo en la supuestamente Europa cristiana. Algunos líderes con coraje se levantaron, particularmente el ex sacerdote Menno Simons (1496-1561) un dotado organizador cuyo nombre ha sido usado para referirse a los Menonitas. Otros líderes incluyendo Conrado Grebel, Tomás Muntzer, Hans Hut, Pilgram Marpeck, Melchior Hoffmann, Jacob Hutter y Baltasar Hubmaier. Como puedes ver por sus nombres, muchos Anabaptistas eran de los territorios de habla alemana, que fue siempre el área donde tuvieron mayor fuerza. Aunque no hubo una persona que unificara el movimiento, los Anabaptistas compartieron muchas creencias centrales, las cuales fueron establecidas en la confesión de fe de Schleitheim en 1527.


Hoy no hay una lista de “iglesias Anabaptistas” en las páginas amarillas. Tal vez puedas encontrar lista de sus descendientes, Menonitas e iglesias hermanas, por ejemplo. Hay cientos de estas en Estados Unidos y en el resto del mundo. Aunque pequeñas en miembros comparadas con las Bautistas o Metodistas, su influencia ha sido grande, particularmente en las áreas del pacifismo y el servicio a la comunidad.     

Saturday, June 20, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: La Dieta de Worms en 1521





¿Fue el rebelde Martín Lutero libre de disidencia? Un concilio alemán dictó una sentencia.

Una compleja constelación de eventos y circunstancias dominaban Europa en las dos primeras décadas del siglo XVI. El redescubrimiento y estudio de la cultura cristiana y romana. El descubrimiento y la exploración de un nuevo mundo no europeo expandieron el comercio y guiaron el mundo a lo que después fue llamado “capitalismo”. El Sacro Imperio Romano, una relación simbiótica entre las reglas espirituales y temporales, el papa y el emperador, estaban siendo amenazadas por una invasión masiva de musulmanes guiados por los sultanes turcos. Por otra parte, la unidad de la cristiandad estaba peligrando debido al rápido crecimiento del movimiento de la reforma iniciado por Martín Lutero. En esta turbulenta era, la dieta (asamblea) llevada a cabo en Worms en 1521 era un intento de preservar esta unidad.


Presiones para la dieta

La política y la religión se habían convertido en compañeros de cama en Alemania. La “Bula Dorada” de 1356 había provisto para la elección de un emperador por mayoría de votos de cuatro príncipes seculares y tres eclesiásticos. Dos años antes la dieta de Worms, el elector Federico el Sabio dio el voto decisivo a favor de Carlos I de España a que se convirtiera en Carlos V, Santo Emperador Romano. Lutero era el sujeto de Federico, así, cuando el papado se movió a silenciarlo, Federico insistió en que su profesor, una creciente atracción de la universidad de Wittenberg, nuevamente fundada por Federico, debía ser escuchado en suelo alemán y tratado justamente.

Como resultado, Lutero tuvo una audiencia frente al cardenal en Augsburgo en 1518, y pudo debatir el hecho de la autoridad papal en un evento público en la universidad de Leipzig en 1519. Además fue autorizado a publicar sus ideas acerca de la reforma de la iglesia en 1520 a través de su famoso tratado “La Cautividad Babilónica de la Iglesia” una punzante crítica del sistema jerárquico de los sacramentos y “La Libertad de los Cristianos” la exposición de la postura liberada de las ataduras de la iglesia reclamando tener una estructura inerrante.

En 1520, Roma amenazó con excomulgar a Lutero a menos que se retractara, pero el profesor de Wittenberg se rehusó. La carta con la amenazante excomunión fue quemada en una hoguera escenificada por estudiantes y la facultad en diciembre. La actual excomunión de Lutero por la bula papal en enero de 1521 solo sirvió para aumentar la oposición hacia Roma. Bajo presión por el elector Federico y otros príncipes, el emperador Carlos V estuvo de acuerdo en escuchar a Lutero en Alemania en una dieta programada para ser convocada en Worms en la primavera de 1521.


Procedimientos de la dieta

Roma esperaba que la dieta rechazara la causa de Lutero, así aliviando la tarea de un concilio general de obispos, dirigidos por el papa, quien podría lidiar con los problemas religiosos que se estaban levantando. Virtualmente toda Alemania estaba apoyando a Lutero. Como el representante papal de la dieta, Jerónimo Meander, lo puso en su mensaje secreto a Roma “el noventa por ciento del pueblo está gritando ¡Lutero! Y el otro diez por ciento está gritando ¡Muerte a la Corte Romana!”

Lutero apareció frente a la dieta el 17 de abril a las 4:00 PM, después de un triunfante viaje desde Wittenberg. El silencio descendió en la sala donde la dieta estaba teniendo lugar. Un representante del emperador pidió a Lutero responder dos preguntas: ¿Estaba de acuerdo en que los libros que habían sido traídos a la dieta tenían su nombre y habían sido escritos por él? ¿Seguiría apoyando estos libros o se retractaría de cualquier cosa escrito en ellos?

Lutero pidió tiempo para reflexionar antes de contestar, y se le fueron concedidas veinticuatro horas. El 18 de abril, a las 6:00 PM Lutero dio su famosa respuesta.

“A menos que sea convencido por el testimonio de las Escrituras o por la razón clara (ya que no confío ni en el papa, ni en un mero concilio, ya que es bien conocido que estos han errado varias veces y se han contradicho ellos mismos), estoy atado a las Escrituras que he citado, porque mi conciencia está cautiva a la Palabra de Dios. No puedo y no me retractaré de nada ya que el actuar en contra de la conciencia de uno ni es seguro ni correcto. No puedo hacer otra cosa. Aquí estoy, que Dios me ayude.”

El próximo día, el emperador de diecinueve años llamó a Lutero un “notorio hereje” que debería ser silenciado. Una sesión de grupo de la dieta aprobó el edicto de condenación el 26 de mayo. El edicto llamaba a Lutero un criminal que había cometido alta traición; este demandaba la captura de Lutero y sus discípulos y los condenaba como demonios en apariencia de hombre y debería ser exterminado como el líder de una tan notoria herejía.

En breve, Lutero fue condenado a muerte aunque en rebeldía, ya que había sido persuadido a escapar de Worms antes. El elector Federico preparó un “secuestro” de Lutero mientras iba de regreso a casa y lo escondió en Wartburg en su castillo en Thuringia. Lutero permaneció allí hasta marzo de 1522 cuando la inquietud lo llevó a regresar a Wittenberg.


Consecuencias prácticas de la dieta

La dieta de Worms reveló dos puntos de vista del mundo radicalmente diferentes: Carlos V, armado con armas poderosas de la prohibición eclesial y el edicto imperial personificó la autoridad institucional; Lutero se mantuvo firme por la Palabra de Dios como es revelada en la Santa Escritura, la cual promete libertad de todas las ataduras humanas, incluyendo la muerte. Lutero resumió su punto de vista en dos proposiciones aparentemente contradictorias: “un cristiano es completamente libre de todo sujeto a nada, y un cristiano es completamente siervo de todo sujeto a todo”. Para Lutero, la fe en Cristo libera al humano de sus justicias humanas atándolas a la justicia de Cristo. Los creyentes están sujetos no a poderes humanos, aunque deben servir a sus prójimos en necesidad como su fueran sus esclavos.


La disidencia de Lutero en Worms fue un testimonio de la libertad cristiana. Las disidencias subsecuentes han sido algunas veces sujetas a asuntos que tienen que ver con los derechos humanos como la libertad de expresión. Lutero pudo o no haber estado de acuerdo con estas nociones. Es claro, de todas maneras, que él se aferró al mandamiento bíblico de no honrar otro poder que no sea el de la Palabra de Dios.  

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