Wednesday, July 31, 2013

El hombre mas importante que haya caminado sobre la faz de la tierra






El hombre más importante que haya caminado sobre la tierra


La epístola a los Hebreos contiene una enseñanza y estilo literario que hace que sobresalga de entre las otras. No hay evidencia interna en cuanto a su autor, pero hay innumerables bases para establecer que fue el Espíritu Santo quien inspiró al que redactó esta carta. Dentro de sus puntos singulares está el que en las otras epístolas se contempla a la raza humana dividida entre judíos, gentiles e iglesia de Dios, mientras que aquí solo se observa la iglesia y la no iglesia. Nunca se ve la división judío-gentil. Se ve claramente el fluir de la dispensación de la Ley con sus ritos y ceremonias, simbolismos y figuras para transformarse en la Dispensación de la Gracia con todas esas promesas hechas realidad en Cristo. Es por eso que sin lugar a dudas uno de los temas más tratados en la epístola es la supremacía de Cristo, desde un punto de vista superior a todo cuanto, hasta este momento la religión judía tenía como centro. El autor de Hebreos usa todo los simbolismos y rituales de la ley para demostrar que todo eso tiene su cumplimiento en Cristo.
Basándonos en esta gran importancia y exaltación de la persona de Cristo en la carta a los Hebreos, hemos querido desarrollar este trabajo acerca de la persona de Cristo, nuestro objetivo es dar un breve comentario acerca de todos los temas que trata la carta de Hebreos relacionados con su gran contenido cristológico.
La idea básica de esta carta es que solo Jesucristo trae a los hombres la revelación completa de Dios, y que solo Él nos capacita para entrar en  la misma presencia de Dios. El autor empieza contrastando a Jesús con los profetas de tiempo antiguo. Dice que El vino al final de estos días que estamos viviendo. Los judíos dividían todo el tiempo en dos edades la presente y la por venir. Entre ambas colocaban el día del Señor. La edad presente era totalmente mala; la edad por venir iba a ser la edad de oro de Dios. El día de Señor seria como los dolores de alumbramiento de la nueva era.
Por eso es que nuestro autor comienza de una forma diferente su carta, en este caso no se ve un saludo, ni una recomendación, sencillamente se rompe con una de las realidades más extraordinarias de la Palabra de Dios, y escritas en el griego más elocuente posible de la época, Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas…
Las dos expresiones muchas veces y muchas maneras están formadas por una sola palabra polyméros y polytrópos. Esto obviamente apunta a una alta elocuencia en la persona que escribe, pero lo cierto es que la sola frase de Dios ha hablado es una apertura extraordinaria para que la gente que recibiría la carta entendiera que lo se está diciendo no viene de otra fuente que no sea de la Palabra directa de Dios, por otro lado si tenemos en cuenta que la audiencia es mayormente judía, nadie podía negar que Dios había hablado, ya que ellos son testigos de todo lo que Dios ha hecho con ellos desde el primer día hasta ese momento. El autor dice que los medios usados por Dios para traer su revelación variaron en el tiempo antiguo, nosotros al igual que los que reciben la carta sabemos que eso fue cierto ya que Dios usó sueños, visiones, teofanías, en fin, con el objetivo de traer su revelación. Otro detalle curioso de la introducción de la carta es que el autor define que Dios usó todo esto en otro tiempo. De este modo se está dejando claro una separación de tiempo, el tiempo pasado y el tiempo postrero. Donde obviamente el medio de revelación, o la forma por la que la revelación ha llegado ya no es la misma.
De modo que en estos postreros tiempos, no cabe duda para ninguno de nosotros basado en lo que dice el apóstol Pablo en su carta a los Gálatas 4:4
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley”
No hay duda según este pasaje que el evento ocurrido en Belén de Judá en un establo, dio comienzo a lo que conocemos como el inicio de los últimos tiempos, con el nacimiento de Jesús, la humanidad comenzó a vivir en los tiempos del fin, es por eso que, es por eso que el término “revelación progresiva” llega a su fin con el nacimiento de Cristo.
Desde el punto de vista etimológico la palabra revelación tiene que ver con la acción de ir descubriendo una cortina, como un escenario donde se va mostrando progresivamente lo que hay detrás del telón, eso es lo que Dios fue haciendo en otro tiempo polytrópos y polyméros a los padres y los profetas, pero ahora Dios mismo ha venido en forma humana para llegar mostrar la máxima revelación de su ser a la humanidad, por eso encontramos un pasaje inaugural en el evangelio de Juan que dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios….Todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho…aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba y el mundo por Él fue hecho, pero el mundo no le conoció….Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.”
Esto quiere decir que de ahora en adelante el centro del evangelio, el centro de la Ley judía, todo el sistema sacrificial y todo cuanto el pueblo había estado acostumbrado a ver y a obedecer, se resume en una sola persona: Jesucristo, el Hijo de Dios, el Verbo hecho carne.
Por eso es que el autor de Hebreos comienza a desempaquetar un tema crucial que se desarrollará en toda la carta, Jesucristo es superior a todo lo que nosotros hemos estado creyendo y obedeciendo, es más Jesucristo es el cumplimiento de todo lo que nosotros hemos estado esperando.

I. La superioridad del Hijo de Dios (1:5 – 4:13)
De ahí que su primer tema a desarrollar será la superioridad del hijo de Dios un tema que se ve desde el  capítulo 1:5-4:13. La creencia judía de los ángeles se remonta al principio de la historia judía y se puede ver un desarrollo en cuanto al pensamiento que se puede dividir sin ningún problema en tres importantes etapas, esto nos hace ver la intención del autor de demostrar la superioridad de Cristo sobre los ángeles. Las etapas son: el periodo bíblico, el periodo talmúdico, y el periodo post talmúdico. En sentido general para un judío un ángel era un mensajero ya que la palabra tanto hebrea (mal’ak) como griega (angelos) significa mensajero, eran seres sobrenaturales que moraban en el cielo y que de vez en cuando irrumpían en este mundo para revelar la voluntad de Dios y ejecutar sus mandamientos. Para el periodo bíblico se pensaba que los ángeles aparecían a los hombres en forma de seres humanos de extraordinaria belleza y no siempre eran reconocidos como ángeles, podían volar por el aire y se hacían invisibles a la vista humana, podían desaparecer en forma de fuego, como el caso de Elías que fue llevado al cielo en un carro de fuego, gradualmente en el periodo postbíblico el pensamiento comenzó a desarrollarse y los ángeles empezaron a ser corporizados según la misión que iban a llevar a cabo, generalmente en forma humana, por eso podemos ver pasajes como Nm. 22:23 donde el asna de Balaán ve al ángel con una espada, o pasajes como Ez. 8:2.
El Hijo superior a los ángeles (Hebreos 1:1- 2:4).

Hebreos 1:1 – 2:4 puede ser dividido en tres secciones: 1:1-4; 1:5-14 y 2:1-4. La introducción al libro Hebreos 1:1-4, es una total declaración de que Dios habla en la historia.  En el pasado  Dios habló a través de los profetas, pero “en los últimos días” Jesús es la palabra final de Dios.  Ninguna otra cosa es dicha. Jesús es el último profeta (Dios ha hablado a través de él, v. 2º.). Él es el último sacerdote (Él ha hecho purificación por nuestros pecados v. 3b).  Y él es el último Rey (Él está sentado a la diestra de Dios, entronado en real resplandor  v. 3c).

Se enfatiza que la revelación de Dios se completa y finaliza en Cristo; la introducción usa solamente dos verbos principales en el griego: “hablando” (v. 2) y “se sentó” (v. 3). Estos dos verbos son puntos importantes del pasaje ya que preparan el escenario para el tema de todo el libro.  Observe la recurrencia de estos textos claves en el capítulo siguiente.

La segunda sección: Hebreos 1:5-14 está comprendida de una serie de siete anotaciones del Antiguo Testamento:

1.       Salmos 2:7
2.       II Samuel 7:14
3.       Deuteronomio 32:43 (en la Septuaginta).
4.       Salmos 104:4
5.       Salmos 46:6,7
6.       Salmos 102:25-27
7.       Salmos 110:1

El autor usa estas citas para probar lo asentado en Hebreos 1:4; que el “nombre” del Hijo es más excelente que el de los ángeles.  Note especialmente la anotación del Salmo 110:1 con el verso 13 de Hebreos 1.  Ahora bien el mandato de “Siéntate a mi diestra” recalca lo dicho en el capítulo 1:3 que “el Hijo se sentó”.  El Hijo se sienta a la derecha del Padre, una posición jamás ofrecida a los ángeles.  Entonces, en el entrenamiento de Jesús, es el cumplimiento del Salmo 110:1 y prueba de su superioridad sobre los ángeles.

Finalmente, Hebreos 2:1-4 nos ofrece una advertencia basada en el argumento del capítulo 1.  Ya que Cristo es superior a los ángeles,  “debemos poner mucha atención a lo que hemos oído” (2:1).  La palabra “oído” trasladará al lector hasta la introducción. Así que “hemos oído” es que Dios “nos ha hablado por su Hijo” (1:2).  Si la gente en tiempos pasados tomó con responsabilidad el mensaje de Dios entregado a los Profetas a través de los ángeles, ahora con mucho más responsabilidad debemos tomarlo, porque el claro mensaje de salvación es traído por Cristo.

Porque el hijo se hizo humano (2:5-18).

El argumento del capítulo 1 de que Jesús es superior a los ángeles, algo debe argüir que la muerte de Jesús ha cancelado su superioridad.  ¿Cómo podría un hombre que muere ser superior a los ángeles? El autor de los Hebreos parece tener tal objeción en mente en Hebreos 2:5-18.  En esta sección el autor nos muestra con el sufrimiento y la muerte de Jesús, lo hace superior a los ángeles.

El autor inicia señalando qué linaje, no ángeles, tendrá dominio sobre la tierra al venir (v. 16).

Esta declaración implica que los ángeles ejercitan autoridad sobre los asuntos del mundo presente, expresada en algunos escritos como: Dt. 32:8 en la Septuaginta; Daniel 10:20, 21¸12:1, Efesios 6:12).  En referencia con el Salmo 8:4-6 el autor describe el linaje como “un poco menor que los ángeles”, coronado con gloria y honra, con todas las cosas “debajo de sus pies”.

El hace referencia a que aunque nosotros no veamos ahora el linaje en completo control de lo que le rodea, sí podemos ver al Jesús, el perfecto Hombre coronado “de Gloria y Honra”, porque él ha sufrido la muerte por todos y por su muerte, Jesús ha alistado completamente el destino de la raza humana.

Jesús es, de hecho, el  “autor” o “pionero” de la salvación de “El linaje” de hombres (He. 2:10).  El estableció la manera de salvación posible para aquellos que puedan seguirle.  Por causa de Jesús, el dominio de su linaje sobre el mundo ha venido a ser asegurado.  Por su encarnación Jesús es uno de nosotros y no se avergüenza de llamarnos “hermanos”.

Por participar en carne y sangre y ser sujeto a la muerte, Jesús ha destruido al diablo y al poder de la muerte.  Por humanarse Cristo está calificado a ser el supremo Sacerdote que puede hacer el sacrificio por los pecados del mundo.  Porque Él ha sufrido y experimentado toda la tentación; Él puede ayudar al humano en sus tentaciones.

El hijo superior a Moisés, Hebreos 3:1-19.

Hasta aquí en el libro de Hebreos, Jesús ha sido mostrado ser superior a los profetas y a los ángeles.  Él se hizo hombre (en carne humana) y a través de su sufrimiento y muerte vino a ser el Sumo Sacerdote quien es poderoso para simpatizar con las necesidades humanas.

En el capítulo 3, el autor nos va a demostrar que Jesús es superior a Moisés, quien los judíos consideraban ser el más grande apóstol (mensajero) y el más grande Sacerdote (mediador) entre Dio si su pueblo, en el Antiguo Testamento.  Los lectores de entonces son valerosos al “considerar a Jesús” quien es ahora “El apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra confesión (v. 1).  Como el Edificador e Hijo en la casa de Dios, Jesús tiene más mérito y más honor que Moisés, quien era un sirviente en la casa.  Y nosotros, el pueblo de Dios, estamos en su casa.  Aquí, como en el capítulo 1 concerniente a los ángeles, el nombre de Jesús como “Hijo” es supervisor a aquellos quienes son llamados “sirvientes”.

El autor continúa en los versos 7-19 con una advertencia (1-10) y una exhortación (12-13) confiriendo fe y esperanza en Cristo (14).  La advertencia está basada en lo anotado en el Salmo 95:7-11, un salmo usado por los judíos al inaugurar el sábado semanal como período de reposo. La anotación puntualiza el fracaso de Israel, después del Éxodo, al entrar al “reposo” de Dios (a la tierra de Canaán)  (Las palabras “Rebelión” y “Tentación” del verso 8 son traducidas de los nombres Hebreos; Meribah y Massah. Israel manifestó incredulidad y carencia de confianza en Dios en el primer año de su deambular por el desierto hasta Massah, y en los cuarenta años a Meribah (vea Éxodo 17:1-7; Nm. 20:1-13; Dt. 33:8)  Entonces, la dureza de corazón de Israel persistió desde el inicio hasta el final de los cuarenta años en el desierto).

El autor urge a sus lectores a no repetir el acto de incredulidad y apostasía de Israel.  En vez de esos, se deben exhortar el uno al otro para no venir a caer en “corazón endurecido y en falsedad de pecado” (v. 13).

El autor concluye el capítulo con una serie de cuestiones retóricas basadas en la historia de Israel (Nm. 14:1-35).  Porque lleno de incredulidad, el pueblo que Moisés sacó de Egipto no ve que Dios ha preparado para ellos la tierra prometida.  En lugar de que ellos perezcan en el desierto.

Las aplicaciones del pasaje son claras.  La muerte de Jesús puede ser vista como un nuevo Éxodo; porque los cristianos pueden ser puestos en libertad de cautiverio del pecado.  La Iglesia, bajo el liderazgo de Jesús como un nuevo y mejor Moisés y ahora en una experiencia en el desierto es como un viaje hacia el último descanso de Dios.

Fe persistente y confianza en Cristo son necesarias para alcanzar la meta.  Para incrédulos y apóstatas será prueba falta.  El tiempo de responder al liderazgo de Cristo es ahora, “hoy (el tiempo presente de prueba), cuando escuche su voz” (v. 15).  Porque “en estos últimos días” Dio s “nos ha hablado por su Hijo” (1:2).

II.                Jesús, el gran sumo sacerdote (4:14 – 10:18)
En el capítulo 4:14-16 el autor señala un importante tema de la carta a los Hebreos.  Como cristianos tenemos un Sumo Sacerdote en Jesús quien es poderoso para compadecerse de nuestras debilidades porque Él fue tentado como nosotros, más hallado sin pecado.  Desde que tenemos  este Sumo Sacerdote podemos acercarnos sin temor al Trono de Dios; sabiendo que dé El recibiremos misericordia y gracia para nuestros pecados.  El tema del Sacerdocio de Cristo, fue mencionado anteriormente en el capítulo 2:17 y 18, pero ahora será mencionado, desarrollado completamente por el autor.  La discusión de su sacerdocio y ministerio del sacrificio de Jesús comprende la principal porción de su carta, extendiéndose desde el 4:14 hasta el 10:18.

En el capítulo 5:1-4 el autor señala 2 puntos acerca de las cualidades generales necesarias para cualquier Sumo Sacerdote.  Un Sumo Sacerdote debe ser:

(1)               Poder compadecerse de la gente que representa.
(2)               Nombrado por Dios a su oficio.

En el capítulo 5:1-10, el autor nos muestra cómo en Cristo se encuentran ambas cualidades.  A través de los versos 5 y 6, El usa las anotaciones de Salmo 2:7 y Salmo 110:4, indicando que el sacerdocio de Cristo vino por designación.  El mismo Dios es quien declaró que Cristo es su  Hijo y es El también, quien ha declarado ser el perpetuo sacerdote según el orden de Melchisedec.  Los versos 7 al 10 confirman la habilidad de Cristo para compadecerse de las necesidades del pueblo a través de sus experiencias propias de: Súplicas, oraciones, ruegos, lloros, lágrimas, obediencia, sufrimiento y muerte,  “en los días de su carne”.

V. 11 al 14. Concluye el capítulo con una declaración de que el autor ha dicho mucho más acerca “del  orden de Melchisedec” (v.10), pero debido a la inmadurez espiritual de sus lectores él deja la materia por ahora y retorna a la discusión del Sacerdocio de Melchisedec en el capítulo 7.  Por ahora el asunto del autor para sus lectores cae en el entendimiento espiritual proponiendo él una exhortación en el capítulo 6 urgiéndoles a aprender una madurez espiritual.


Ir hacia la madurez (Hebreos 6).
El capítulo 6 inicia con la exhortación “vamos sobre la madurez” (v.1), en el griego un verbo pasivo es usado y literalmente significa “vamos, siendo llevados adelante” (por Dios).  La exhortación no es, por lo tanto, un esfuerzo personal urgente, pero sí una entrega personal a la influencia activa de Dios.  El poder está trabajando; nosotros necesitamos solamente disponernos para que él actúe.

De aquí el autor urge a sus lectores a moverse de las elementales doctrinas de arrepentimiento y fe en Dios y de las instrucciones diversas acerca de abluciones (lavamientos ceremoniales y no bautismo cristiano, obsérvese esto.  La palabra plural bautismo usada en el verso 2 no es la palabra usual para bautismo en el Nuevo Testamento). la imposición de manos y las cosas del futuro tales, como la resurrección y el juicio.  Esta lista de doctrinas elementales más exactamente se refiere a creencias judías y prácticas en el primer siglo las cuales fueron usadas como un fundamento sobre el cual se construyó la verdad cristiana.  El autor, sin embargo, urge a sus lectores judío-cristianos a ir más allá de sus fundamentos judíos y ser llenos de madurez cristiana.

El entonces hace énfasis de los versos 4-6 que es imposible para aquellos quienes profesaron su fe en Cristo ser traídos atrás a arrepentimiento si ellos cometieron apostasía, que es, deliberadamente dejar a Cristo como su propia fuente de salvación, o sea poner a Cristo fuera de su propia vida, después de haberle aceptado, es como crucificarlo otra vez.  Dios no tiene  otra cura para el pecado si se continúa rechazando a Cristo de esta manera.  Este principio es ilustrado en los versos 7, 8 con una metáfora agrícola.  La tierra que produce una cosecha útil, es bendita, pero la tierra que produce espinas y abrojos es maldecida y quemada.  El mensaje del autor a los lectores judío – cristiano, es claro: No es el inicio de una remisión a Cristo que determine el éxito, pero más bien es el completamiento de la Fe (O sea, una fe más completa).

En los versos 9:12 el autor reafirma a sus lectores que ellos son capaces de exhibir la evidencia de su genuina fe.  El puntualiza que Dios reconoce su trabajo de amor y su entusiasmo para proseguir con la clase de vida que deben llevar todos.  Siguiendo el ejemplo de otros creyentes, ellos también serán asegurados de recibir la misma promesa.

Versos 13-20 concluye el capítulo mostrándonos que la fe y la perseverancia son necesarias para obtener las promesas. Abraham es citado como un ejemplo del hombre que pacientemente esperó en la certeza de la promesa de Dios.  Y si nosotros confiamos en las inimitables cosas (v. 18, la promesa de Dio si su juramento, el cual confirma la promesa) también podremos  alimentarnos en nuestra fe.  Nuestra esperanza está anclada en Cristo quien nos da directamente acceso al santuario de Dios. Y quien sirve como nuestro Sumo Sacerdote según el orden de Melchisedec.  Pero… ¿Quién es Melchisedec?
¿Quién es Melchisedec?
En el capítulo de Hebreos el autor vuelve a tocar el asunto del sacerdocio de Melchisedec, acerca de lo cual el autor afirma que “Él ha dicho mucho” en 5:11. Usando una técnica típica de interpretación rabínica, el autor hace una descripción de lo que es dicho y lo que no es dicho Génesis 14:17-20, la única parte en el Antiguo Testamento donde se habla de Melchisedec. En los versos 1 y 2 de Hebreos 7, el autor repasa lo que se dice en el texto de Génesis. Melchisedec fue un antiguo sacerdote y rey a quien cuando encontró a Abraham después de venir de la batalla de bendijo. Y en respuesta, Abraham dio al rey de Salem el diezmo de todo lo ganado en la batalla. El autor explica entonces el entendimiento y significado del nombre y título de Melchisedec, e implica a esta explicación su analogía con Cristo, quien es el verdadero Rey de justicia y paz.

En el verso, el autor explica lo que no dice el texto de Génesis. No hay registro de la genealogía de Melchisedec, (nacimiento o muerte). El simplemente aparece en los registros bíblicos como una figura viviente, y nunca se ha dicho nada acerca de él, continúa vivo en las acotaciones del Antiguo Testamento y en la mente de los lectores. De aquí que el total silencio de las escrituras sobre Melchisedec, asemeja o figura al Hijo de Dios quien posee actualmente lo que Melchisedec poseyó en figura, el perpetuo sacerdocio.

En los versos del 4-10, el autor buscar probar la superioridad del sacerdocio de Melchisedec sobre el sacerdocio levítico. Su propósito en hacer esto es que él puede argumentar que si el sacerdocio de Cristo es en semejanza al de Melchisedec, y si el sacerdocio de Melchisedec es más grande que el sacerdocio levítico entonces el sacerdocio de Cristo es más grande también.

Ahora a la prueba Abraham, el padre de la nación judía, dio a Melchisedec los diezmos del despojos. La ley mosaica requería que los levitas colectaran los diezmos de sus “hermanos”, los descendientes de Abraham, pero aquí está un hombre quien no tiene relación con Abraham, que colecta los diezmos de Abraham y lo bendice. De una persona quien confiere una bendición a otra, es más grande que ella. Melchisedec, sin embargo, es más grande que Abraham y Abraham puso a Melchisedec en más alta posición que los levitas quienes eran descendientes de Abraham.

En los versos 11 al 28, el autor toma ahora un paso atrevido al afirmar que el sacerdocio levítico ha sido invalidado por sus imperfecciones. Esto significa la anulación no solo del sacerdocio sino también de todo el sistema de la ley mosaica, la cual fue recibida sobre las bases de ese sacerdocio. (v. 11-14). De aquí, un espiritual y real sacerdocio ha tomado el lugar del legal y sacerdotal (v. 15-17).
La superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el sacerdocio levítico puede ser demostrada de 4 formas: (1). La introducción de una mejor esperanza mediante la cual podemos aspirar a estar cerca de Dios (v. 18, 19). (2) Descansando sobre un juramento divino y tal juramento no es mencionado junto al juramento levítico (v. 20-22). (3) El sacerdocio de Cristo es perpetuo porque él vive para siempre (v. 26-28. Porque de su carácter sin pecado, Cristo no necesita ofrecer sacrificios diarios como los sacerdotes levíticos. El sacrificio de sí mismo cubre todo los pecados de la gente una vez para siempre y por siempre.
Un mejor santuario y un mejor convenio (Hebreos 8).
Habiendo establecido la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el sacerdocio levítico en el capítulo 7, el autor ahora discute el ministerio de Cristo como Sumo Sacerdote. El punto principal del capítulo 8 es este: Jesús es ahora nuestro Sumo Sacerdote quien está sentado a la diestra de Dios en el cielo (recalcando cap. 1:3). Él está ministrando a nuestro favor en el verdadero tabernáculo del cual el tabernáculo en la tierra, fue una copia. Porque Jesús sirve como Sumo Sacerdote en el santuario en el cielo (El cielo es la habitación de Dios 9:24).
La superioridad del ministerio sacerdotal de Cristo está en relación directa a la superioridad de su “Convenio o Pacto” sobre el “pacto antiguo”. Pero asociando el ministerio sacerdotal del santuario con el concepto de “convenio o pacto”, el escrito de Hebreos en esencia está diciendo que el nuevo convenio tiene un mejor significado de acercamiento a Dios que fue el sistema de adoración inferior al viejo pacto. Esto es debido principalmente al hecho de que el nuevo pacto está fundado sobre “mejores promesas” (verso 6).
En los versos 8-12, el autor usa anotaciones de Jeremías 31:31-34 para mostrar a sus lectores judíos que igual a sus escritos predicaron de la preeminencia del nuevo pacto sobre el antiguo. El nuevo pacto promete al pueblo de Dios una motivación interior de mejor justicia, comparada con la motivación que proporcionaba la ley fuera de ellos. La posesión del Espíritu, característica única del nuevo pacto transforma lo externo de la ley (obras) en un constreñimiento interno para hacer la voluntad de Dios. El nuevo pacto promete que el Señor será su Dios y ellos su pueblo”. También promete conocimiento profundo de Dios y completo perdón de sus pecados. Con estas ventajas, el nuevo pacto ha sobresalido al antiguo, haciéndolo obsoleta.

EL TRABAJO SACERDOTAL DE CRISTO. Hebreos 9.
Hebreos 9 puede ser dividido en dos secciones: (1) Versos 1 al 10 y (2) Versos 11 al 28. La primera sección nos describe brevemente el sistema de adoración en el santuario. En el verso 1, el autor introduce el tópico principal del capítulo, describiendo el trabajo del sacerdote en el tabernáculo terrenal. En los versos 2-5, el autor menciona los muebles localizados dentro del tabernáculo. De los cuales no intenta explicarlos detalladamente. (v 5). En vez de esto, su atención se enfoca claramente sobre el punto introducido en el verso 15 el cual procede a ampliar en los versos 6 al 10.
El sacerdocio levítico regularmente el primer compartimiento del tabernáculo para la ejecución de sus deberes sacerdotales. Pero lo más relevante el ministerio sacerdotal ocurrió el Día de la Expiación. En ese día, sólo en ese día al año, el Sumo Sacerdote entraba en el Lugar Santísimo dentro de la presencia de Dios con sangre de sacrificio para ofrecerla por los pecados el pueblo. Todas estas actividades y funciones del Sacerdote tenían su clímax en ese evento anual. Era la máxima adoración que el sacerdocio levítico podrían ejecutar.
Sin embargo, el autor sostiene que el Espíritu Santo demostraba en ese evento anual la naturaleza restrictiva del antiguo pacto. El pueblo no tuvo acceso directo a Dios. Su presencia inmediata podía acercarse sólo una vez al año y sólo por el Sumo Sacerdote. Además los sacrifico ofrecidos bajo el antiguo pacto eran incapaces por sí mismos de proporcionar la adoración con una limpia conciencia, un ingrediente necesario si uno está cerca de Dios para ofrecerle un servicio y adoración aceptables.
Cercano el día de la Expiación, se apunta la necesidad de un mejor sacrificio el cual pueda ser presentado directamente en la presencia de Dios. En la segunda sección del capítulo, versos 11-28, el autor inicia describiendo tal sacrificio, el sacrificio de Cristo. En esta sección el sacrifico expiatorio de Cristo es comparado y contrastado con el sacrificio hecho por el Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación. Tal comparación revela varias características del sacrificio de Cristo.
Primero, el sacrificio de Cristo tiene consecuencias de grandes alcances (v. 11-14). Como nuestro Sumo Sacerdote, Cristo ha penetrado en los cielos, el verdadero tabernáculo, y en la presencia de Dios ha asegurado redención eternal para los pecadores a través de su muerte.
Nota: En el verso 2 en el griego nos dice que Cristo llevó su sangre dentro de la presencia de Dios como el sacerdocio levítico llevaba la sangre dentro del lugar santísimo (v. 6). Más bien, Cristo entró “a través” de su propia sangre, esto es, sobre la base de su muerte cumplida.
Diferente a los sacrificios del antiguo pacto, el sacrificio de Jesús es poderoso para suministrar al creyente una limpia conciencia “de obras muertas, para servir al Dios vivo” (v. 14). 
La segunda característica del sacrificio de Cristo es que “era necesaria” (v. 15-22). El autor hace una analogía con un testamento legal para ilustrar que la muerte de Cristo fue necesaria para ratificar el nuevo pacto. Antes, un testamento para ser efectivo era necesario que ocurriera primero del testador. Justamente igual que en el antiguo pacto era ratificado con el derramamiento de la sangre (Éxodo 24:3-8), así el nuevo pacto o testamento fue ratificado por la sangre de Cristo, porque, sin derramamiento de Sangre, no hay remisión de pecados (v. 22).
La tercera característica del sacrificio de Cristo es: “Su finalidad” u “Objetivo” (v. 23-28) Diferente del sacrificio en el Día de la Expiación que se repetía año tras año, el sacrificio de Cristo fue hecho una vez para siempre. Expiación completa y final por el pecado ha sido asegurada por la primera aparición de Cristo sobre la tierra. Cuando El aparezca otra vez, traerá la completa salvación de todos los que lo esperamos.
Hebreos 10.
En el capítulo 10 el autor continúa la comparación del antiguo y nuevo pacto iniciado en los dos capítulos anteriores. Su línea de pensamiento puede ser dividida en 5 secciones: (1) Verso 1-10; (2) Versos 11-18; (3) Versos 19-25; (4) Versos 26-31; y (5) Versos 32-39.
La primera sección, versos 1-10 enfatiza que la ley de  Moisés, la cual gobernó los sacrificios del antiguo pacto, es una sombra de la realidad encontrada en Cristo. Los sacrificios ofrecidos año tras año en el Día de la Expiación sirvieron sólo como un memorial anual por el pecado. Ellos no hicieron libres a los creyentes una vez y para siempre de su culpa de pecado, porque eso es un problema interno el cual ni la sangre de los becerros ni de los corderos tenían poder para remediar. Sin embargo, Cristo vino al mundo no a ofrecer más ofrendas quemadas, sino a cumplir el deseo de Dios por la ofrenda de su propio cuerpo como expiación final y única por el pecado. Cristo abolió el primer sacrificio (sacrificio de ofrendas quemadas) orden para establecer el segundo (la voluntad del Padre, el nuevo pacto), versos 9 y 10.
La segunda sección, versos 11-18, concluye la comparación entre los sacrificios levíticos y el sacrificio de Cristo. El hijo de Dios ejecutó con un solo sacrificio lo que el sacerdocio levítico con constantes sacrificios nunca concluyó. Es importante notar la afirmación en el verso 12 que Cristo se ha “sentado a la diestra del Padre”. Con esta frase el autor recalca nuevamente Hebreos 1:3 para darle importancia a que la obra del sacrificio de Cristo está finalizada y que Él está sentado, entronado, soberano y poderoso con el Padre.
Como si esto fuera poco, el autor cita una última prueba de que el sacrificio de Cristo es todo suficiente y final.  En los versos 16 y 17, él anota tomando de Jeremías 31:33,34 que Dios haría un nuevo pacto con su pueblo y no recordará más sus pecados.  Si Dios promete no recordar más sus pecados, entonces obviamente no hay necesidad de ninguna ofrenda ulterior por el pecado (v. 18).  La expiación es completa en Cristo.
Con esta nota el autor finaliza su comentario sobre el tema del pacto, del santuario y el sacrificio, el cual inició en el capítulo 8.   En el capítulo 10:19, él inicia la final y mayor división de su carta (cap. 10:19 a 13:19), lo que comprende una serie de exhortaciones basadas sobre los argumentos precedentes del capítulo 8:1 al 10:18.
La tercera sección del capítulo 10 versos 19:25, inicia con un llamado a la perseverancia en la fe, la esperanza y el amor.  Sobre la base de lo que Cristo ha hecho, el autor emite tres exhortaciones. (1) Acerquémonos a Dios con plena servidumbre de fe (versos 22);  (2)  Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza (verso 23); y (3) Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a obras buenas (v. 24).
Nota: El verso 25 ofrece una correlación negativa a la exhortación en el verso 24.  Los lectores podrán perder una oportunidad para estimularse unos a otros hacia el amor si ellos dejaran de tener sus asambleas juntos.
En  la cuarta sección, versos 26:31, el autor da una advertencia correlativa a las tres previas exhortaciones.  Teniendo amonestados a sus lectores a corresponder enteradamente a lo que Cristo ha hecho (versos 19:25), él ahora hace una consideración hipotética, la otra alternativa que se puede dar, la persistente deliberada apostasía.  Para aquellos que podrían rechazar la expiación del sacrificio de Cristo e insultar el Espíritu de gracia, no hay disponible otro medio de salvación.
La quinta sección, versos 33-39  concluye el capítulo 10 con un llamado a la perseverancia.  Habiendo contemplado lo peor en relación a Cristo en los versos 26-31, el autor ahora parece contemplando lo mejor.  El inicia por recordar a sus lectores los días pasados, el tiempo cuando ellos fueron convertidos.   Que aunque fueron ridiculizados y perseguidos por su fe, no decayeron, porque sabían de las cosas mejores que tenían que venir más tarde.  Memorias de victorias pasadas se emplean para inspirar paciencia presente.  El autor, exhorta a sus lectores a no naufragar su confianza en Cristo.  La salvación pertenece a aquellos que perseveran, no a aquellos que se encogen y  vuelven atrás.
III.             La vida cristiana (12:14 – 13:19)
Héroes y heroínas de la fe  (Hechos 11).
En el capítulo 10, la fe fue mencionada como un principio de la vida espiritual y el ímpetu de una paciencia duradera.  Teniendo anotado Habacuc 2:3-4, “El justo vivirá por su fe”, con la conclusión de Hebreos 10:37-38,  “El justo vivirá por su fe”, ahora el autor  procede a probar la verdad de esta afirmación.   Él lo hace para indicar los efectos de la fe en la vida de los héroes y heroínas de la historia judía.  Sus ejemplos subrayan a la fe ser la base de la relación con Dios. “Es imposible agradar a Dios sin fe” (verso 6).

El verso primero asienta el tono que se da a todo el capítulo y da una definición breve de lo que es fe.  En esencia, fe es  “ver lo que no se ve”.

Las palabras “por fe” son usadas 18 veces en Hebreos 11.  Después de cada ejemplo, las palabras “por fe” son seguidas por un nombre o un pronombre y un verbo activo.  Por ejemplo: “Por fe Abel ofrendó” (v. 4); “por fe Noé preparó” (v. 7); “por fe Abraham obedeció” (verso 8); etc.  Cada héroe y heroína en el capítulo 11 es un vívido ejemplo de cómo se puede “ver lo que no se ve” y podría estimular al cristiano para poner su fe en acción.

Mirando a Jesús (Hebreos 12).
La línea de pensamiento de Hebreos 12 se localiza en 5 secciones (1) versos 1-3; (2) versos 4_11; (3) versos 12-17; (4) versos 18-24; (5) versos 25-29.  La primera sección, versos 1-3, en realidad forma la conclusión del capítulo 11. “La gran nube de testigos (12:1) son los héroes  y heroínas mencionadas en el capítulo previo.  Ellos son testigos no necesariamente en el sentido de espectadores quienes marcaron otras formas de correr la vida de la fe, sino en sentido de que sus vidas sirven de testimonio y valor para aquellos quienes quisieran seguir su ejemplo.

La imagen de la exhortación en el verso 2 está basada en los juegos griegos. Tal como un atleta deja todas las cosas que lo puedan estorbar para realizar una carrera en la competencia, poniendo sus ojos fijos a la meta, así los cristianos deben despojarse de embarazos de pecado y correr la carrera de la vida con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe.  Jesús es el más grande ejemplo cristiano de paciencia porque él vio adelante el sufrimiento y el oprobio de la cruz  y lo tomó, como un “gozo puesto delante de él” (v. 2). Sin embargo, el autor exhorta a sus lectores a considerar el ejemplo de Jesús cuando se enfrenten con oposición a su propia fe (v. 3).  Nota: En el verso 2, el autor hace nueva referencia al hecho de que Jesús “se ha sentado a la diestra del trono de Dios” (1:3).


La segunda sección (v.4-11) se explica el propósito del sufrimiento y persecución. A los lectores se les recuerda en el verso 4 que sus sufrimientos hasta aquí han sido leves comparándolos con los de Cristo, pues ninguno ha llegado a morir por él.  El autor recuerda también a sus lectores, que ellos han olvidado que la Escritura en Proverbios 3:11, 12, enseña que Dios, como un padre amorosa, usa pruebas y persecuciones para la disciplina espiritual y la educación de sus hijos. Aunque tal disciplina de pronto no parece agradable, pero al soportar la prueba la perseverancia demuestra que se es un “verdadero hijo de Dios”.

La tercera sección, versos 12 – 17, inicia con una conclusión sobre el asunto de la disciplina. El autor revierte a la figura atlética de su discurso de los versos 12 y 13 por exhortación a sus lectores a tener fuerzas en sus brazos y rodillas para estar listos hasta llegar a la meta propuesta.  En el verso 14, él utiliza la metáfora atlética para incitar a ir hacia adelante, como un consejo ético. Los lectores son exhortados a vivir en paz y santidad (v. 14) guardándose en contra de la apostasía y tratar de evitar algún estorbo en sus vidas. (v. 15). Se les aconseja (v. 16-17) guardarse contra la inmoralidad y contra aquellos que cuidan más los placeres mundanales de esta vida.  Esaú es citado como ejemplo de esto último.

La cuarta sección versos 18-24, ofrece un contraste entre el Antiguo y Nuevo pacto.  Para recibir el pacto antiguo, los israelitas tuvieron que venir a las humeantes y secas laderas del Sinaí.  En un sentido el antiguo pacto visible fue terreno, terrible que hacia vedable la relación entre Dios e Israel.  Era un pacto de temor (v. 20, 21).

En contraste, los lectores de Hebreos han venido al monte de Dios, que representa la celestial, invisible, gloriosa y naturaleza de gracia del nuevo pacto.  A través de la sangre de Cristo y su mediación nos hace partícipes del nuevo pacto pudiendo venir a la presencia de Dios, no con miedo y temblor como los israelitas al monte Sinaí,  sino con seguridad y confianza.

Podrá notarse que el término, “Iglesia de los primogénitos” del verso 23 está en plural en el griego y se refiere a aquellos creyentes quienes se consideran primogénitos con sus derechos de nacimiento y herederos como hijos de Dios, en contraste con Esaú quien despreció su primogenitura.  La frase, “los cuales están escritos en los cielos” (v. 23  K.J.V.) sugiere que los “primogénitos” están aún en la tierra pero han sido anotados en los registros celestiales.  Entonces, cuando una persona cree en Cristo, él o ella tiene acceso inmediato en la presencia de Dios y se convierte en un habitante teórico de la Jerusalén celestial, la cual está formada de millares de ángeles; de los creyentes que están sobre la tierra, y los “espíritus de los justos hechos perfectos” (los justos muertos en ambos pactos cap. 10: 14, 11:40).

La sección final del verso 25 -29  trae a una conclusión en el argumento del autor que los grandes privilegios del nuevo pacto demandan grandes responsabilidades.  El verso 25 exhorta a los lectores a ser cuidadosos y no desecharlo a “El” (Dios) que habla. La exhortación podría revocar la declaración dada en el prólogo de la carta que “en los postreros días (Dios) ha hablado a nosotros por su hijo” (1:2).  En el Sinaí los israelitas trataron de quitar su oído de la voz de Dios (Éxodo 20:18,19). Pero si los israelitas, quienes tuvieron una parcial y limitada revelación, no pudieron escapar del juicio de Dios a causa de su desobediencia a lo que oyeron ¿Cómo podrán aquellos quienes han oído la palabra de Dios hablada desde los cielos por su Hijo, escapar de su ira, si ellos rechazan la suprema revelación y bendiciones del nuevo pacto?  Cristianos, por su inmutable fundamento en Cristo podríamos ser agradecidos y adorar a Dios con reverencia y temor (v. 28).

Permanezca el amor fraternal (Hebreos 13).
La carta a los Hebreos termina con una serie de exhortaciones éticas y prácticas, que actualmente son maneras de responder al llamado  para agradecer y adorar aceptablemente según se muestra en el capítulo 12 verso 28.

La primera exhortación, “permanezca el amor fraternal” (v. 1), suaviza y asienta el tono de todas las exhortaciones que seguirán. Versos 1-6, contienen exhortaciones las cuales abarcan la relación social y moral de los lectores con otros individuos, especialmente aquellos que están dentro de la hermandad cristiana.  Versos 7-19 dirige a los lectores sobre sus deberes espirituales y religiosos dentro de la iglesia, incluyendo un recordatorio sobre el trato a sus pastores imitando su conducta y su fe (v. 7, 8).

El contenido doctrinal de la carta está dentro de los versos 9 – 14.  Los lectores son exhortados a no ser llevados de acá para allá por “doctrinas extrañas”, tales como aquellas que requieren comer comidas de sacrificio (v. 9-10).  Esta exhortación muy probablemente tiene referencia a las ordenanzas legales del judaísmo o a la mezcla judío-cristiano de aquello de lo cual ciertamente sus maestros imponían sobre sus creyentes cristianos.

El autor hace la aclaración, que los cristianos son fortificados por Gracia, no por obras de justicia ceremonialitas.  La superioridad del cristianismo sobre el judaísmo, es mostrada por un nuevo y mejor altar (v. 10)  y por el “anti tipo” y más efectivo sacrificio de Cristo (v. 12)  hecho de fe y legalismo mutuo, exclusivo bajo el nuevo pacto.  El autor, ahora urge a sus lectores judío-cristianos, por un precepto algo velado, abandonar  “las observancias religiosas externas” para ingresar a Cristo “afuera del campamento” del judaísmo (v.13). De esta manera, la carta a los Hebreos hace una final apelación a los cristianos a no abandonar su fe en el final de la obra de Cristo para retornar a las costumbres y prácticas del “pacto antiguo”.  Después del salvador sacrificio de Cristo, no más sacrificios son necesarios para que los cristianos alaben y confiesen el nombre de Jesús y muestren bondad y caridad en sus acciones con otros. (v.15, 16).

Después de un personal requerimiento para orar, hecho en los versos 18 y 19, el autor se mueve hacia su conclusión.  Los versos 20 y 21 contienen una de las grandes bendiciones del Nuevo Testamento.  El autor ruega que se entiendan sus escritos; y que Dios equipe a los lectores con un buen pensamiento.  La carta finaliza con una referencia personal de saludos.  (v. 22-25).



Tuesday, July 9, 2013

If a pastor fall in a sexual sin, may he be restored to the ministry?



 
If a pastor fall in a sexual sin, may he be restored to the ministry?


A few month ago, in one of the classes in Seminary, one of our brothers was talking about David’s life. In the moment he referred to the adultery and the sin against God with Bathsheba. The professor stopped the brother that was talking and asked to the class, expecting an answer for every single person.

Here is his question:
If any pastor today does what David did with Bathsheba may he be restored to the ministry?
 In my case it was not the first time I was exposing my ideas about this issue and because I had experienced in the past non godly comments I decided for the first time to keep in silence.
But in the moment when one of our coworkers in the ministry said this words
There are many pastors and leaders in our congregations today that use the Bible in a wrong way because they don’t know what the Bible really says about it,
And he started saying that the Bible allows the restoration to the ministry for those fallen pastors and leaders, I filled responsible for what he was saying and in the way he was saying and I have to once more time experienced the shame when even the teacher said I should shut up because I had spoken a lot.
When the class finished I went to my house and I had a deep conversation with my Lord and I tried to study the Bible without break any Hermeneutic rule and make a deep research about it and this is the conclusion I got.

First of all I know that nobody in this world is Iron man or invulnerable or perfect, I know the temptation is behind you and me every single day because for the job we are developing we must be in the list of the most wanted people of Satan, believe me when any pastor fall in sexual scandal there are a lot of people that shock because the pastor is supposed to be a Holly man, and because of that the church is also hurt, and this is one of the goals of Satan.
Now I think there is no way for comparison a pastor today with a king in the Old Testament environment for many reasons:
1.       One king in the Old Testament time was supposed to be in the throne until death, even Saul was rejected by God the day he did the sacrifice which he was not allowed to do, but he stilled in the throne almost twenty years more until he died in a battle.
2.       The king was the highest authority in the nation, and the pastor is not the highest authority in the church but Jesus is the head of the church and if you belong to the Southern Baptist Convention you are not even the 2nd authority in the church, mostly.
3.       There is not any verse in the bible regarding to the requirements of a man for be a king. But the Bible gives us requirements for pastors and also deacons.

When you see the letter sent by Paul to Timothy which was a young pastor this is what Paul says:
1This is a true saying, If a man desires the office of a bishop, he desired a good work.
2A bishop then must be blameless, the husband of one wife, vigilant, sober, of good behavior, given to hospitality, apt to teach;
3Not given to wine, no striker, not greedy of filthy lucre; but patient, not a brawler, not covetous;
4One that ruled well his own house, having his children in subjection with all gravity;
5(For if a man know not how to rule his own house, how shall he take care of the church of God?)
6Not a novice, lest being lifted up with pride he fall into the condemnation of the devil.
7Moreover he must have a good report of them which are without; lest he fall into reproach and the snare of the devil.

The same Paul when we go to the letter sent to the church in Corinth he said them in 1 Co. 9:24-27
24Know ye not that they which run in a race run all, but one received the prize? So run, that ye may obtain.
25And every man that strives for the mastery is temperate in all things. Now they do it to obtain a corruptible crown; but we an incorruptible.
26I therefore so run, not as uncertainly; so fight I, not as one that batten the air:
27But I keep under my body, and bring it into subjection: lest that by any means, when I have preached to others, I myself should be a castaway.

When we see the background in the city of Corinth we realize that the city was a pagan one, the Corinthian people were cosmopolitan, they lived a liberal life, in the letter Paul speak to them more than one time about the sexual immorality, when Paul says in the letter I keep under my body other versions say  I buffet my body or  I strike a blow to my body  or I keep my body under control. The thing is that when Paul talk about the body you have to understand based upon the context of the city and based upon three chapter before in the same letter when Paul says sexual sins are sins again your own body, we have to realize that Paul is saying that if you as a pastor don’t keep your body under control or if you don’t buffet your own body and you fall in sexual or immoral sins you may be cast away from the ministry.

Once of the things I have heard before is this:

Ok based upon the requirements for pastors in the bible who is blameless today? Or if Christ said if you see a woman you have committed adultery in your heart why then you don’t resign to the ministry?

First of all I want to answer this question Who is blameless today?  Jesus is blameless today and forever and He should be the role model for your ministry. When you say who is blameless you are looking for between the men and the men are not your role model.

On the other hand even when our society is diving at total depravity every day the standards of God still being the same for every generation because He never change and thanks God He never will neither.

If you are a pastor or a leader in your church you need to understand the responsibility that God has put upon your shoulders and like Paul the apostle you need to buffet and take control of your body every single day because you may be cast away from the glorious ministry.

Remember every single day that you are a weak person and that temptation is knocking your door for so please in the name of God take control of your body and buffet it if it is necessary.

Even though when we cannot make a comparison between David and a pastor today when you go to the Bible you may find that from the moment David did what he did he was not blameless any more, let’s take a look to this verses:

1 Kings 15:4-5:
Nevertheless for David's sake did the Lord his God give him a lamp in Jerusalem, to set up his son after him, and to establish Jerusalem:
5Because David did that which was right in the eyes of the Lord, and turned not aside from any thing that he commanded him all the days of his life, save only in the matter of Uriah the Hittite
  
Mathew 1:6
And Jesse begat David the king; and David the king begat Solomon of her that had been the wife of Urias;

Dear brother for sure I know God restores and forgives every sin you do and of course every sin was in future tense when He died, but as I told you before the requirements imposed by God for any pastor still being the highest because He is Holly, Holly, Holly, no matter in what lever of morality our society is right now He never changes.
As John Macarthur Jr. said:
We as Christian have been working so hard creating pastors and leaders with a wonderful theological background, but we have neglected the moral principles, because of that there are hundreds of pastors that fall every day.
My friends never forget what the bible says: Be blameless
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