Monday, August 13, 2018

Zwinglio: El Padre de la Reforma Suiza: El esparcimiento de la Reforma de Zwinglio






Zwinglio murió antes de que su sueño se hiciera realidad, pero sus seguidores, especialmente Heinrich Bullinger, esparcieron la influencia de su Reforma a lo largo de toda Europa, Inglaterra, y eventualmente a América.

            Ulrico Zwinglio fue el padre de la Reforma en Suiza, pero en la historia no es recordado entre los de la primera generación de reformadores. Siempre ha sido opacado por Lutero. Y el hecho de que murió en batalla deja muchas preguntas sin respuesta acerca de la carrera de Zwinglio.

            Zwinglio esperaba, al inicio, abrir una iglesia en el cantón de Zúrich que serviría como el modelo para la iglesia nacional protestante de Suiza. Una vez que esto se hubiera logrado, él planeaba expandir la doctrina de su Reforma por toda Europa, con el objetivo de que una iglesia protestante internacional fuera establecida y preservara las mejores tradiciones de la iglesia universal en la Edad Media, y al mismo tiempo sería libre de los peores abusos de la iglesia católica y no sería gobernada por el papa y su corrupta curia romana.

            La iglesia reformada europea que Zwinglio soñaba nunca se logró fundar. Zwinglio, por otro lado, tuvo éxito en introducir conceptos de la Reforma de la iglesia en los mayores cantones urbanos, los cantones dominados por las ciudades alemanas y suizas. En Berne, Shafthausen y Zúrich, los conceptos eclesiológicos de Zwinglio fueron adoptados. Para Zwinglio esto era el primer paso y por un tiempo parecía que el programa de Zwinglio sería efectivo en toda Suiza.

            La Paz de Kappel en 1529 dejó a los protestantes en la libertad de expandir sus doctrinas en las áreas de la Confederación de Suiza. Se dio la oportunidad a las congregaciones de esta confederación de estas regiones a decidir por ellas mismas si debían o no aceptar la Reforma. En teoría, la misma libertad iría a ser extendida a las congregaciones de los bosques y las montañas de la Confederación: Schwyz, Uri, Niedwald y Lucerne junto con su aliado el cantón de Zug. La solución fue, de hecho, no aceptable para los católicos.

            También inaceptable fue el deseo de los protestantes de poner un fin a la costumbre de vender soldados como mercenarios al servicio de los franceses y el papado. Sin el dinero que se ganaba de esta práctica los cantones del bosque creían ser incapaces de comprar el grano necesario para alimentar a los habitantes de los estados montañosos.

            Para hacer el asunto peor, los cantones protestantes comenzaron un bloqueo de barcos de grano hacia las regiones católicas, con el objetivo obligarles a aceptar el esparcimiento del protestantismo en sus territorios. Zwinglio se opuso a esta política y acertó que sería más sabio ir a la guerra contra las regiones católicas que someterlos a una inanición lenta y violenta.

            Llevados por la desesperación, los cantones católicos decidieron ir a la guerra contra los protestantes. Lanzaron su ataque hacia el centro del protestantismo en Suiza, el cantón de Zúrich, a principios de octubre de 1531. Los cantones protestantes habían firmado una alianza militar (La Unión Cívica Cristiana) para protegerse de cualquier desarrollo como estos, pero no estaban preparados para la guerra, y además había algunas divisiones internas entre ellos.

El sueño de Zwinglio destruido

            En los años previos a lo que terminó como la segunda guerra de Kappel en octubre de 1531, Zwinglio había soñado con crear una alianza por toda Europa contra los Hapsburgos y hasta llegó a creer que los católicos franceses bajo el reinado de Francis I se unirían a la alianza. Estos esquemas eran extremadamente irrealistas y demostraban el entendimiento limitado que tenía Zwinglio de las situaciones diplomáticas en Europa y como subestimaba el disgusto tanto de los católicos como de Francis I por las enseñanzas del protestantismo.

            Con el objetivo de lograr estas esperanzas y con el apoyo del conde Philip de Hesse, Zwinglio hizo lo posible por lograr una alianza con los protestantes de Alemania. La condición para dicha alianza era el acuerdo teológico entre los cantones de Suiza que eran protestantes y los territorios luteranos de Alemania. El conde de Hesse arregló una reunión entre Zwinglio y Lutero en Marburg en 1529, la que llegó a conocerse como el Coloquio de Marburg. Zwinglio y Lutero estuvieron de acuerdo en catorce puntos doctrinales, pero estaban en desacuerdo en el número quince, el cual tenía que ver con la presencia de Cristo en la Cena del Señor. Este desacuerdo básico impidió una alianza con los estados luteranos. Con la excepción de Berne los protestantes suizos no hicieron una alianza con Hesse, Estrasburgo y Constanza quienes no eran parte de la confederación suiza, pero los protestantes suizos estaban aislados en un tiempo en que los Hapsburgos estaban directamente detrás de los cantones católicos como miembros y seguidores de una alianza cristiana.

            Zwinglio además no calculó bien la situación en Suiza. Berne era la clave para la alianza protestante por ser la Unión Cívica Cristiana el mayor cantón militar de la confederación. Zwinglio había dependido de su amigo en Berne, Nicolás Manuel, para mantener el control de los asuntos en Berne y para mantener la ciudad con firmeza en la alianza protestante. Manuel murió en 1530, y Zwinglio había perdido el contacto con la situación en Berne. La mayoría de los berneses favorecía la política de la expansión hacia el oeste con el apoyo del duque de Savoy y la alianza con Francia. Además, no tenían mucho interés en ir a la guerra con los cantones católicos, porque creían que esto solo fortalecería a Zúrich al agregarse a su territorio y poder militar.

            Cuando la ofensiva católica comenzó, Zúrich estaba al comienzo sola. Antes de que Berne viniera a su ayuda, Zúrich fue derrotada por los católicos. Zwinglio murió peleando en la segunda línea de la segunda batalla de Kappel junto con otros treinta pastores de la iglesia cantonal. Zúrich y Berne hicieron las paces con los católicos y el próximo detenimiento del protestantismo tuvo lugar en la Alemania suiza. Los planes de Zwinglio para el establecimiento de una Europa anti Habsburgo y una Europa protestante murieron con él.

            El resultado final de la guerra perdida fue que Berne fue liberada para proceder con la conquista del cantón Vaud que fue ocupado en 1536. Este avance expandió el protestantismo a las fronteras de la ciudad episcopal de Geneva. Donde quien regía era el duque de Savoy. Como resultado de este desarrollo, fue posible introducir el protestantismo en Geneva con la ayuda de Berne. Sin el apoyo de Berne, Geneva nunca hubiera sido un centro internacional para el protestantismo bajo la influencia de Juan Calvino. De hecho, eventualmente Geneva se volvió más importante para el desarrollo del protestantismo reformado que Zúrich.

Bullinger expande las ideas de Zwinglio

            Quedó bajo la responsabilidad del sucesor de Zwinglio, el obispo de Zúrich, Heinrich Bullinger, quien sirvió alrededor de cuatro décadas entre 1531-1573, el establecer la ciudad de Zúrich como un centro internacional para el protestantismo. Hasta la fundación de la academia de Geneva en 1556, el Carolino de Zúrich era el único colegio teológico en Europa donde los estudiantes tenían acceso a la teología reformada. Más tarde, ambos Zúrich y Geneva fueron opacados por las universidades de Heidelberg y Dutch que se convirtieron en los centros del pensamiento reformado a principios del siglo XVII. Sin embargo, el liderazgo de Bullinger logró una contribución notable al protestantismo reformado.

            Las “Décadas de Sermones” de Bullinger, que comenzaron a aparecer en 1549, fueron más ampliamente leídas en algunas partes de Europa que “Institución de la Religión Cristiana” de Juan Calvino. Después de 1586 fueron un requerimiento que debía ser leído por todos los clérigos que no habían obtenido un grado universitario. Los barcos de la compañía Dutch East India transportaron las “Décadas de Sermones” tan lejos como hasta Java y Sumatra. Los “Comentarios de las Epístolas Paulinas” de Bullinger tuvieron siete ediciones y fue probablemente más diseminado que los de Calvino. La incipiente teología del pacto presente en los escritos de Zwinglio fue eventualmente elaborada por Bullinger en su “De Testamento” y “Der alte Gloub”. La concepción de la teología del pacto de Bullinger, sin dudas, jugó un rol en el desarrollo de la teología del pacto normativa, tal es el caso de la teología federal durante la primera parte del siglo XVII. Esta teología fue exportada a América del Norte por los puritanos. Bullinger, además, profundizó la teología de la Eucaristía de Zwinglio, la cual ciertamente influenció el desarrollo de la doctrina anglicana de la Cena del Señor.

            Bullinger, además aceptó la idea de Zwinglio de que el control de la excomunión debía estar en manos del magistrado. Los esfuerzos de Bullinger de expandir la doctrina en el Rhineland-Palatinate por medio de su amigo y seguidor el médico Thomas Erastus, fueron un fracaso. El conflicto con Geneva acerca de la Eucaristía que sostenía que la iglesia podía prohibir a los pecadores de compartir la Cena del Señor opacó los años finales de Bullinger en su ministerio en Zúrich. Catorce años después de su muerte, la defensa de Erastus de la concepción de Zúrich acerca de la excomunión fue publicada en Londres con la ayuda del arzobispo de Canterbury, John Whigift.

            La relación de Bullinger con Inglaterra y Hungría fue particularmente exitosa. Este éxito fue debido en parte a las notables correspondencias que Bullinger llevaba con los teólogos y políticos de todas partes de Europa. Esto hizo que Bullinger llegara a ser uno de los hombres más informados entre sus contemporáneos. En febrero de 1567 se llevó a cabo en Debrecen el primer sínodo de la iglesia reformada de Hungría, la ciudad de Debrecen estaba destinada a ser el mayor centro educacional reformado el cual aceptó la obra de Bullinger “Confessio Helvetica Posterio” como su máxima confesión nacional para la iglesia.

            Los contactos de Bullinger con Inglaterra se ampliaron mucho más de lo que habían sido al principio para finales de la vida de Zwinglio, cuando a los artistas de Zúrich se les había pedido la opinión acerca de la validez del matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragón. Para 1538 Bullinger había dedicado su “De Scripturae Sanctoe Authoritate” y su “De Episcoparum qui verbi ministri sunt” al rey Enrique VIII. Estos contactos fueron fortalecidos por el vice regente del rey Enrique Thomas Cromwell, aunque no hubo un contacto directo entre Cromwell y Bullinger. La tercera y cuarta “Decades of Sermons” escrita por Bullinger fue después de dicada al hijo de Enrique VIII, Eduardo VI (1547-1553), lo cual es una indicación de que estos vínculos entre Zúrich e Inglaterra se fortalecieron con el paso del tiempo.

            La hospitalidad de Bullinger con un grupo de exiliados marianos entre 1533 y 1558 cementó su relación con la iglesia de Inglaterra. Este grupo incluía a quien después sería el apologista de la iglesia de Inglaterra, John Jewel, más tarde obispo de Salisbury y al futuro arzobispo de York, Edmund Sandys, como también al Timonel de Ely y el Parkhurst de Noruega y al influyente segundo conde de Bedford. Bullinger trabajó junto a estos obispos para evitar que los seguidores de la doctrina luterana de la Santa Cena tomaran cargos eclesiásticos en las iglesias de Inglaterra. Además, también les ayudó y apoyó en su lucha contra los puritanos guiada por Thomas Cartwright al igual que su ayudante Rudolph Gwalther. La base para su cooperación era una creencia común de que el estado no debía controlar los asuntos externos de la iglesia y una convicción por ambas partes, Bullinger y los obispos de Inglaterra, de que el episcopado reformado era la manera correcta de gobernar la iglesia de Cristo. Los ingleses no adoptaron las concepciones de Zúrich con relación al papel del magistrado en el clero y el gobierno cristiano en la sociedad como algunos habían aclamado. Ya ellos habían desarrollado una concepción similar antes de que hubieran aprendido la forma en que la iglesia de Zúrich era dirigida. Después de la muerte de Bullinger, la conexión de Suiza con Inglaterra llegó a su fin.


Schlatter y Schaff

            Dos pastores reformados suizos tuvieron una gran influencia en la historia de la iglesia en América. Michael Schlatter (1716-1790) era nativo de San Gall y vino a América en 1746 como un representante de los clásicos reformados holandeses de Ámsterdam. Su papel en organizar el sínodo de las iglesias reformadas alemanas en las colonias americanas fue un éxito. Sin embargo, su deseo de cooperar con la sociedad anglicana para la propagación del conocimiento de Dios, con el propósito de ayudar a los reformados alemanes y su dificultad con los pietistas radicales guiados por Philip William Otterbein (1726-1813) arrojó mucha sombra a sus últimos años en las colonias.

            El segundo pastor reformado suizo y teólogo de gran importancia en América fue Philip Schaff (1819-1893) quien vino desde Berlín a Mercerburgo en 1843 y junto con John Williamson Nevin (1803-1886) desarrollaron la teología de Mercerburgo. Esta teología fue en realidad la primera teología de América, la cual tomó en consideración la contribución de la teología alemana y el criticismo bíblico del pensamiento religioso moderno. Este hecho no se hizo popular en América y la aserción de Schaff en su “The Principe of Protestantism, as Related to the Present State of the Church” el cual la reforma reflejó como un florecimiento del catolicismo medieval enojó a muchos.


            Schaff fue en realidad el padre del estudio científico en la iglesia en América. La obra “What is Church History? A Vindication of the Idea of Historical Development” fue de enorme importancia para los historiadores de la iglesia americana. El volumen 7 de “History of the Christian Church: Modern Christianity The Swiss Reformation” le recordó a los americanos la importancia de la moderación en la teología de Zwinglio. La forma en la que Schaff retrató a Zwinglio ofrecía una alternativa a los conceptos rígidos de la teología reformada presentada por los adherentes de Calvino y sus seguidores. Gracias a Schaff, Zwinglio finalmente llegó a jugar un papel en pequeño pensamiento teológico americano.           

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