Wednesday, June 3, 2015

Los cien eventos más importantes en dos mil años de historia cristiana: Johannes Gutenberg produce la primea biblia impresa en 1456





Usando su revolucionario invento, la imprenta de tipo móvil, Gutenberg hace las Escrituras potencialmente accesible para cada persona.

Hace unos años se logró ver un elemento curioso: la Biblia entera en una computadora portátil. La maravilla tecnológica puede buscar capítulos y versículos instantáneamente y proyectarlos en la pantalla, ahorrando al lector el tener que saltar de página en página. Aun así todo este invento palidece ante la ruptura de la imprenta alemana más de quinientos años atrás. En efecto, es difícil imaginarse una iglesia moderna, o el mundo en general, sin la producción masiva de páginas que una imprenta puede hacer.


En busca de la impresión eficiente

El cristianismo, seguido del judaísmo ha sido siempre la religión del libro. Por siglos escribas se dedicaron a la copia de las escrituras con sus propias manos, primeramente en papiros o en pieles de animales o pergaminos. Con el surgimiento de los monasterios, la copia de las escrituras se convirtió en el oficio de algunos monjes. Pero esto era ciertamente una labor muy ardua. La idea de que cada creyente o familia pudiera tener una Biblia era algo inimaginable.

En los años 1440, el alemán Johannes Gutenberg comenzó a experimentar con una novela, misteriosas formas de acercamiento a la impresión. Lo mismo hicieron otros europeos, todos buscando por la más rápida y barata forma de producir libros. Usualmente, si los europeos no escribían a mano, usaban cuños de mano o xilografías, una mejoría pero seguía siendo dolorosamente lento. Y los métodos de impresión en el oriente, primariamente la impresión en bloques, era desconocida en Europa.

Gutenberg tenía una ventaja: era aventajado en grabar y en trabajar con los metales. Mientras vivía en Estrasburgo, Gutenberg perfeccionó varias ideas únicas: un molde portátil que podía ajustar para emitir cualquier carta de forma precisa y en grandes cantidades; una aleación de estaño que se derretía y solidificaba rápidamente y sin distorsión; una tinta confeccionada de aceite; y una imprenta modificada. Para alrededor de 1440, había ensamblado los componentes necesarios para la impresión de forma masiva, pero si imprimía cualquier cosa en Estrasburgo, esta no hubiera sobrevivido.

Para 1448, Gutenberg regresó a su pueblo natal de Mainz y pidió dinero prestado para sus negocios de impresión. Gutenberg no pudo pagar el dinero prestado y en 1445 sus acreedores y socios le embargaron y tomaron posesión de las tipografías de Gutenberg para dos proyectos en marcha: una Biblia imprenta en cuarenta y dos líneas por página, y un salterio. Así, es que no existe ningún material impreso que contenga el nombre de Gutenberg que haya sobrevivido. Ni tampoco existe un retrato auténtico suyo ni una copia de su autógrafo.


La famosa Biblia de cuarenta y dos líneas

Para el siguiente agosto, una copia de la Biblia de cuarenta y dos líneas de Gutenberg, especialmente una traducción de la Vulgata de Jerónimo, fue completada. La Biblia, que había sido impresa simultáneamente en seis imprentas era maravillosa. Algunos coleccionistas dicen que este primer libro impreso es además el más bello que se haya impreso, y pagan sumas exageradas por las cuarenta o cincuenta copias que sobrevivieron de las doscientas originales. La tipografía de Gutenberg no era como la nuestra; al contrario, se asemejaba al florido escrito a mano de las cartas de los escribas que había sido usado por las edades. Cada capítulo comenzaba con una gran inicial iluminada. Después, para ahorrar papel, una tipografía más sencilla era desarrollada, fácil para emitir, fácil para leer, pero menos elegante.

Las técnicas de Gutenberg mantenían un intercambio vigilado en Mainz, pero no por largo tiempo. Para cuando Martín Lutero nació, en 1483, cada uno de los grandes países europeos tenía al menos una imprenta. Dentro de cincuenta años de la primera Biblia de Gutenberg, más copias de libros fueron producidas que lo que se produjo en varios siglos anteriores juntos.


Revolución y Reforma

El nuevo proceso de Gutenberg provocó una revolución en la sociedad y en la iglesia. Los libros podían ahora ser producidos en cantidades y en un precio que los hacía disponibles a mucha gente, no meramente a estudiosos y a monjes. La explosión resultante de conocimiento continúa acelerándose hasta nuestros días.

En la iglesia, la reforma protestante no hubiera sido posible en la era pre-Gutenberg. De hecho, la reforma vino, en algunas formas como una guerra de libros, cada partido apuntaba los terrores de otro. Todo lo que los reformadores decían acerca del sacerdocio de los creyentes era enraizado en la suposición de que el pueblo pudiera tener acceso a la Biblia en su propio idioma. Así, Lutero y los otros reformadores trabajaron en traducir las Escrituras de modo que ningún sacerdote, papa o concilio tendría que interceder entre el campesino y la Palabra de Dios.

El principal libro en ser impreso fue la Biblia, así se expandieron las enseñanzas cristianas. Mientras más se imprimía, más personas se volvían lectoras, y más lectores demandaban más libros, así se erradicaba el analfabetismo. Incluso para los iletrados la Biblia se volvió más accesible, porque el pastor podía leer de y predicar acerca de la Biblia la cual estaba más leíble y disponible.

El cristianismo, la religión del Libro, se estaba volviendo universal en una nueva forma. La religión no tenía que terminar en la puerta de la iglesia; gracias a la posesión de Biblias, cada casa podía convertirse en un terreno de entrenamiento para la fe cristiana.  
  


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