Tuesday, January 21, 2014

En busca del último emperador





El Apocalipsis Medival: Buscando “el último emperador”

“La tardía edad media no fue tranquila para la harmonía religiosa, sino que fue el semillero de disidencia y especulaciones extremas”

Debido a que “despues de Cristo” (dC) en las fechas (estableciendo el calendario annual desde el nacimiento de Cristo) era relativamente nuevo para el 1000 dC los historiadores dudaban que el año tuviera mucha significación apocalíptica para los hombres y las mujeres de la época medieval.  Un monje borgoñón llamado Raoul Glaber habló unos pocos años después acerca de numerosas señales y prodigios que habían ocurrido antes, después y alrededor del año 1000 dC, y mas acerca del 1033 dC, (el milenio de la muerte y la resurrección de Cristo). Pero esta era la única evidencia para la fiebre del primer milenio. Sin embargo, la llegada del primer milenio estaba tranquila, o, el cristianismo medieval estaba poco interesado en las especulaciones del fin de los tiempos. Todo lo contrario.
Rendición en el Gólgota.
Alrededor de 950 dC, un monje llamado Adso escribió el tratado más completo acerca del antricristo para esa época. Este debería venir de la tribu judia de Dan, argumentó, y debería levantarse desde el este.
Antes que el pudiera venir, no obstante, debería reinar un rey franco. Este rey triunfaría sobre todos los enemigos de la cristiandad y reinaría de un modo pacífico en un mundo Cristiano. Iría incluso al Gólgota y rendiría su corona y esta sería la señal  de la venida del anticristo.
La noción de Adso acerca de “El último emperador” se expandió y pronto llegó a ser el ideal del poder temporal la canción de Roland escrita en 1095 representó a Carlomagno como un rey mesiánico que triunfó sobre todos los musulmanes y paganos. Cuenta Emich de Leisingen, un lider de la primera cruzada como fueron masacrados judíos que rehúsaron convertirse porque Carlomagno estaba convencido que Dios le había convocado ser el último emperador. Al mismo tiempo, las tensiones entre los dirigentes nacionales y eclesiásticos estaban depilándose y los reyes y emperadores usaron el mesianismo de Adso para su defensa.
La corrupción de la iglesia (codicia, licensia sexual, y abuso de poder) y la incapacidad de los líderes eclesiásticos para reformar la iglesia fomentaron el apocalipticismo.
Como resultado, personas como el aleman Hildergardo de Bingen (1098-1179) predijeron que los príncepes laicos tomarían a la fuerza las tierras y las riquezas que los ricos y los clérigos habían amontonado, y la cristiandad entraría en una era de paz y prosperidad milenial. Sin embargo el desarme atraería a los paganos a atacar las naciones cristianas, pero eventualmente estas ganarían. Al final el imperio romano perdería casi toda su autoridad y el papa solo regiría en Roma.
Babilonia Cristiana.
Uno de los más conocidos proponentes de la reforma de la iglesia fue Abbot Joaquin de Fiore (1135-1202). Joaquin construyó dos esquemas para el entendimiento del pasado y del futuro. Uno dividía la historia en dos tiempos el de los judíos y el de los gentiles, terminando después del 1200 dC. El otro esquema dividía la historia en en tres estados haciendo un paralelismo con la Trinidad y last res órdenes el laicado, el clero y los monjes. Joaquin comparó la cristiandad con Babilonia porque todos querían dinero, poder, y fama mundana. Poco después de 1200 dC el especuló dos fuerzas anticristianas, posiblemente los musulmanes y los herejes atacarían, derrotarían y severamente perseguirían a los cristianos. Como resultado un papado y unas órdenes monásticas reformadas surgirían y podrían crear un mundo mas santo en el cual las personas podrían alcanzar un más impresionante entendimiento del significado oculto de las escrituras. Por un período indeterminado los cristianos dominarían el mundo en paz.
La rivalidad entre los papas y los emperadores terminó en los 1240 cuando el papa Inocente IV libró una guerra total, una guerra de espadas y palabras contra el emperador Federico II.
El anticristo mesiánico.
Los que apoyaban a Federico II lo aclamaron como un mesías, maravilla del mundo, pero Inocente y sus seguidores verían a Federico como un anticristo, incluso cuando el sacro imperio romano cayó en 1250, al menos un partido apoyador de Inocente se negó a creer que el emperador no había realizado todo el mal que se esperaba de él como anticristo. Este conflicto revolvió el pozo de los textos apocalípticos hacia los 1300 dC.
Además la reforma de la iglesia continuó mostrándose escurridiza. Incluso los mendigos (las órdenes franciscanas y diminicianas que habían sido fundadas como movimientos reformadores) fueron descubiertos acumulando riquezas. Bonifacio VIII (c. 1234-1303) fue un abogado canónico que combinó un furioso nepotismo con la extramas reclamaciones del poder papal. El papa francés Clemente V (1264-1314) movió la curia a Avignon, lo que molestó a todo el mundo excepto a los franceses quienes dominaron el papado por los próximos setenta años.
Una avalancha de textos interpretaron estos y otros eventos desde el punto de vista apocalíptico. El monje benedictino Henry de Kirkstede, un bibliotecario que colectaba textos proféticos de Hildergard, Joaquin y otros, estaba perplejo. Las autoridades dieron significados radicalmente diferentes a los mismos eventos. La plaga bubónica que barrió Europa entre 1347 y 1350 matando quizás el 40% de la población.
El gran cisma en 1378 dividió la iglesia entre papas en Avignon y Roma, todos estos eventos fecundaron en la mente de Henry si esto presagiaba la venida del anticristo y el final de la historia o el principio de la verdadera reforma de la iglesia.
En cualquier caso el entusiasmo escatológico hirvió, derramándose sobre la gran literatura de la época. Virgilio dijo a Dante en el primer canto de “La Divina Comedia” que nadie podia ascender a la colina mas allá de la bestia hasta que el sabueso viniera y se comiera la sabiduría, la virtud, el amor sin tierra y sin dinero”. William Langland, el autor de “El Labrador de Muelles” previó el nuevo David quien reinaría en total paz, honestidad y justicia. Todas las armas serían destruídas a la fuerza y los no cristianos temerían ante las buenas obras de los cristianos.
Escasamente un rey ascendería al trono sin que alguien le llamara mesías. Si un ingles, pudiera agarrar la espada de Excalibur y ser el nuevo Arturo, los reyes franceses serían carlomagnos, y los alemanes todos federicos.
Pero aunque los reyes de Inglaterra y Francia tomaron el control de la iglesia ellos no la refomaron como se esperaba.  La decepción llevó a una visión apocalíptica en contra de los gobernantes. Jean de Roquetaillade un franciscano a favor de los franceses escribió desde la prisión que el verdadero milenio debería comenzar alrededor de 1370, cuando la justicia popular volcaría el orden social corrupto. El itinerante clérico inglés John Ball predicó la equidad edénica y profetizó que Dios estaba listo para derrocar la desigualdad y la propiedad privada.  Los campesinos que se unieron a Ball en la revuelta de los campesinos en 1381 lo hicieron respondiendo a tales sueños milieniales.
En la otra esquina de Europa la quema del reformador checo Jan Hus guió a una amplia rebelión apocalíptica. Los husitas mas radicales llamados taboritas se apoderaron de una montaña y trataron de iniciar una revolución en la que ambos los sectores privados y los rangos mundanos fueran abolidos. Los husitas moderados eventualmente reprimieron los radicales, pero similares rebeliones aparecieron en Alemania en 1525 y milenialistas radicales tomaron Munster en los 1530.
700 años de fiebre milenial
La espera del último emperador de Adso continuó hasta la era de la reforma. En 1494 el rey francés Carlos VIII guió un ejército hasta Italia para asumir las relcamaciones francesas al sur, su aparición en Florencia destruyó las ilusiones apocalípticas de los ciudadanos de que ellos estaban unidos por el poder de los reinos del norte.
El fraire Dominico Girolamo Savonarola parado en una luz concentrada predicó un poderoso mensaje en contra de la lujuria y la riqueza y predijo que el ejército francés era solo un preludio de la venida de un santo y puro mundo milenial. Carlos VIII solo podía ser el verdadero último emperador del mundo. Cuando Carlos VIII fue derrotado Savonarola fue quemado enla estaca.
Con la apertura en los 1500 de la expansión del Renacimiento el apocalipticismo se mantenía en continuo movimiento. Los profesores de universidades ansiosamente colectaban nuevas profecías y comentaban nuevas cosas en las viejas profecías. Los feligreses soñaban con la largamente esperada reforma clerical. Los hombres del pueblo y los campesinos veían justicia social a través de los movimientos mileniales.

Solo en el siglo XVII y XVIII con el surgimiento del Alumbramiento las autoridades de la iglesia y los protestantes pudieron poner en Segundo plano las ideas y el entusiasmo apocalíptico que había caracterizado el crsitanismo europeo por siete siglos.

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