El Apocalipsis Medival: Buscando “el último emperador”
“La tardía edad media no fue tranquila para la harmonía religiosa, sino que fue el semillero de disidencia y especulaciones extremas”
Debido a que “despues de Cristo”
(dC) en las fechas (estableciendo el calendario annual desde el nacimiento de
Cristo) era relativamente nuevo para el 1000 dC los historiadores dudaban que
el año tuviera mucha significación apocalíptica para los hombres y las mujeres
de la época medieval. Un monje borgoñón
llamado Raoul Glaber habló unos pocos años después acerca de numerosas señales
y prodigios que habían ocurrido antes, después y alrededor del año 1000 dC, y
mas acerca del 1033 dC, (el milenio de la muerte y la resurrección de Cristo). Pero
esta era la única evidencia para la fiebre del primer milenio. Sin embargo, la
llegada del primer milenio estaba tranquila, o, el cristianismo medieval estaba
poco interesado en las especulaciones del fin de los tiempos. Todo lo
contrario.
Rendición en el Gólgota.
Alrededor de 950 dC, un monje
llamado Adso escribió el tratado más completo acerca del antricristo para esa
época. Este debería venir de la tribu judia de Dan, argumentó, y debería
levantarse desde el este.
Antes que el pudiera venir, no
obstante, debería reinar un rey franco. Este rey triunfaría sobre todos los
enemigos de la cristiandad y reinaría de un modo pacífico en un mundo Cristiano.
Iría incluso al Gólgota y rendiría su corona y esta sería la señal de la venida del anticristo.
La noción de Adso acerca de “El
último emperador” se expandió y pronto llegó a ser el ideal del poder temporal
la canción de Roland escrita en 1095
representó a Carlomagno como un rey mesiánico que triunfó sobre todos los
musulmanes y paganos. Cuenta Emich de Leisingen, un lider de la primera cruzada
como fueron masacrados judíos que rehúsaron convertirse porque Carlomagno
estaba convencido que Dios le había convocado ser el último emperador. Al mismo
tiempo, las tensiones entre los dirigentes nacionales y eclesiásticos estaban
depilándose y los reyes y emperadores usaron el mesianismo de Adso para su defensa.
La corrupción de la iglesia
(codicia, licensia sexual, y abuso de poder) y la incapacidad de los líderes
eclesiásticos para reformar la iglesia fomentaron el apocalipticismo.
Como resultado, personas como el
aleman Hildergardo de Bingen (1098-1179) predijeron que los príncepes laicos
tomarían a la fuerza las tierras y las riquezas que los ricos y los clérigos
habían amontonado, y la cristiandad entraría en una era de paz y prosperidad
milenial. Sin embargo el desarme atraería a los paganos a atacar las naciones
cristianas, pero eventualmente estas ganarían. Al final el imperio romano
perdería casi toda su autoridad y el papa solo regiría en Roma.
Babilonia Cristiana.
Uno de los más conocidos proponentes
de la reforma de la iglesia fue Abbot Joaquin de Fiore (1135-1202). Joaquin construyó
dos esquemas para el entendimiento del pasado y del futuro. Uno dividía la
historia en dos tiempos el de los judíos y el de los gentiles, terminando
después del 1200 dC. El otro esquema dividía la historia en en tres estados haciendo
un paralelismo con la Trinidad y last res órdenes el laicado, el clero y los
monjes. Joaquin comparó la cristiandad con Babilonia porque todos querían
dinero, poder, y fama mundana. Poco después de 1200 dC el especuló dos fuerzas
anticristianas, posiblemente los musulmanes y los herejes atacarían, derrotarían
y severamente perseguirían a los cristianos. Como resultado un papado y unas
órdenes monásticas reformadas surgirían y podrían crear un mundo mas santo en
el cual las personas podrían alcanzar un más impresionante entendimiento del
significado oculto de las escrituras. Por un período indeterminado los
cristianos dominarían el mundo en paz.
La rivalidad entre los papas y
los emperadores terminó en los 1240 cuando el papa Inocente IV libró una guerra
total, una guerra de espadas y palabras contra el emperador Federico II.
El anticristo mesiánico.
Los que apoyaban a Federico II lo
aclamaron como un mesías, maravilla del mundo, pero Inocente y sus seguidores
verían a Federico como un anticristo, incluso cuando el sacro imperio romano
cayó en 1250, al menos un partido apoyador de Inocente se negó a creer que el
emperador no había realizado todo el mal que se esperaba de él como anticristo.
Este conflicto revolvió el pozo de los textos apocalípticos hacia los 1300 dC.
Además la reforma de la iglesia
continuó mostrándose escurridiza. Incluso los mendigos (las órdenes
franciscanas y diminicianas que habían sido fundadas como movimientos
reformadores) fueron descubiertos acumulando riquezas. Bonifacio VIII (c.
1234-1303) fue un abogado canónico que combinó un furioso nepotismo con la
extramas reclamaciones del poder papal. El papa francés Clemente V (1264-1314)
movió la curia a Avignon, lo que molestó a todo el mundo excepto a los
franceses quienes dominaron el papado por los próximos setenta años.
Una avalancha de textos
interpretaron estos y otros eventos desde el punto de vista apocalíptico. El monje
benedictino Henry de Kirkstede, un bibliotecario que colectaba textos
proféticos de Hildergard, Joaquin y otros, estaba perplejo. Las autoridades
dieron significados radicalmente diferentes a los mismos eventos. La plaga
bubónica que barrió Europa entre 1347 y 1350 matando quizás el 40% de la
población.
El gran cisma en 1378 dividió la
iglesia entre papas en Avignon y Roma, todos estos eventos fecundaron en la
mente de Henry si esto presagiaba la venida del anticristo y el final de la
historia o el principio de la verdadera reforma de la iglesia.
En cualquier caso el entusiasmo
escatológico hirvió, derramándose sobre la gran literatura de la época.
Virgilio dijo a Dante en el primer canto de “La Divina Comedia” que nadie podia
ascender a la colina mas allá de la bestia hasta que el sabueso viniera y se
comiera la sabiduría, la virtud, el amor sin tierra y sin dinero”. William Langland,
el autor de “El Labrador de Muelles” previó el nuevo David quien reinaría en
total paz, honestidad y justicia. Todas las armas serían destruídas a la fuerza
y los no cristianos temerían ante las buenas obras de los cristianos.
Escasamente un rey ascendería al
trono sin que alguien le llamara mesías. Si un ingles, pudiera agarrar la
espada de Excalibur y ser el nuevo Arturo, los reyes franceses serían
carlomagnos, y los alemanes todos federicos.
Pero aunque los reyes de
Inglaterra y Francia tomaron el control de la iglesia ellos no la refomaron
como se esperaba. La decepción llevó a
una visión apocalíptica en contra de los gobernantes. Jean de Roquetaillade un
franciscano a favor de los franceses escribió desde la prisión que el verdadero
milenio debería comenzar alrededor de 1370, cuando la justicia popular volcaría
el orden social corrupto. El itinerante clérico inglés John Ball predicó la
equidad edénica y profetizó que Dios estaba listo para derrocar la desigualdad
y la propiedad privada. Los campesinos
que se unieron a Ball en la revuelta de los campesinos en 1381 lo hicieron
respondiendo a tales sueños milieniales.
En la otra esquina de Europa la
quema del reformador checo Jan Hus guió a una amplia rebelión apocalíptica. Los
husitas mas radicales llamados taboritas se apoderaron de una montaña y
trataron de iniciar una revolución en la que ambos los sectores privados y los
rangos mundanos fueran abolidos. Los husitas moderados eventualmente
reprimieron los radicales, pero similares rebeliones aparecieron en Alemania en
1525 y milenialistas radicales tomaron Munster en los 1530.
700 años de fiebre milenial
La espera del último emperador de
Adso continuó hasta la era de la reforma. En 1494 el rey francés Carlos VIII guió
un ejército hasta Italia para asumir las relcamaciones francesas al sur, su
aparición en Florencia destruyó las ilusiones apocalípticas de los ciudadanos
de que ellos estaban unidos por el poder de los reinos del norte.
El fraire Dominico Girolamo
Savonarola parado en una luz concentrada predicó un poderoso mensaje en contra
de la lujuria y la riqueza y predijo que el ejército francés era solo un
preludio de la venida de un santo y puro mundo milenial. Carlos VIII solo podía
ser el verdadero último emperador del mundo. Cuando Carlos VIII fue derrotado
Savonarola fue quemado enla estaca.
Con la apertura en los 1500 de la
expansión del Renacimiento el apocalipticismo se mantenía en continuo
movimiento. Los profesores de universidades ansiosamente colectaban nuevas
profecías y comentaban nuevas cosas en las viejas profecías. Los feligreses
soñaban con la largamente esperada reforma clerical. Los hombres del pueblo y
los campesinos veían justicia social a través de los movimientos mileniales.
Solo en el siglo XVII y XVIII con
el surgimiento del Alumbramiento las autoridades de la iglesia y los
protestantes pudieron poner en Segundo plano las ideas y el entusiasmo
apocalíptico que había caracterizado el crsitanismo europeo por siete siglos.
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