Los poetas que pusieron palabras en nuestras bocas.
-
Isaac Watts (1674-1748)
El estudioso hogareño que
llevó el canto congregacional a una nueva era.
El estado de los salmos que se cantaban en la iglesia donde nació Isaac
Watts era demasiado deplorable, al punto tal que Isaac se quejó de la calidad
de las canciones y su padre le retó a escribir algo mejor. La semana siguiente
Isaac, para ese entonces de unos veinte años de edad, presentó su primer himno
a la iglesia y recibió una respuesta entusiasta. La carrera del “Padre de la
Himnodia Inglesa” había comenzado.
Cuando Isaac nació en 1674, su padre estaba en prisión por su simpatía con
los Nonconformistas (es decir, su padre no estaría de acuerdo con la iglesia
establecida de Inglaterra). El joven Isaac mostró ser un genio es sus estudios
de latín, francés, griego y hebreo a la edad de trece años. Algunos residentes
adinerados de su pueblo se ofrecieron a pagar por sus estudios universitarios,
lo que de todas maneras lo llevaría a ser un ministro anglicano. Isaac se
rehusó y a la edad de dieciséis años fue a Londres a estudiar en una academia
Nonconformista, para aquel entonces la más popular. Después de su graduación pasó
seis años como tutor privado. En 1702 se hizo pastor de una influyente iglesia
independiente en Londres, en la cual sirvió por el resto de su vida.
Descrito como ligero, pálido, y de alguna manera casero, Watts sufrió el
rechazo de la señorita Elizabeth Singer, una fuente dijo: “Aunque ella amaba la joya no quería admirar el vaso en el que esta
venia”.
Una seria enfermedad en 1712 trajo a Watts a la casa de Sir Thomas Abney, y
ahí permaneció por la vida, asesorando a los niños y pastoreando su iglesia
cuando estaba físicamente disponible. Su precaria salud le hizo abandonar el
ministerio por alrededor de cuatro años, pero pastoreó por cincuenta y fue
admirado como un gran maestro.
En 1707 Watts publicó una colección de doscientos diez himnos a la cual
tituló: Himnos y canciones espirituales,
uno de los primeros himnarios ingleses Salmos
de David Imitados en el idioma del Nuevo Testamento vino en 1719. Watts
consideraba que los salmos “debían ser
traducidos en una manera tal que pudiéramos creer que David los hubiera
compuesto si viviera en nuestros días”.
Así Watts compuso traducciones libres del evangelio enfatizado. “Joy
to the World”, “O God, Our Helper in Ages Past”, “When I Survey the Wondrous
Cross” y “I Sing the Almighty Power of God” son unos pocos de sus seiscientos
himnos. Watts escribió “Jesus Shall
Reign”, el primer himno misionero, décadas antes del gran movimiento misionero.
Definitivamente Watts movió el canto de la iglesia a una nueva era.
Watts fue un estudioso de amplia reputación. Escribió treinta tratados
teológicos, ensayos de psicología, astronomía, y filosofía, tres volúmenes de
sermones, el primer himnario para niños, y un libro de texto de lógica que fue
usado en Harvard, Yale, Oxford y Cambridge. Por su obra la universidad de
Aberdeen le confirió el doctorado en divinidades.
Después de combatir la enfermedad por sus últimos treinta años, Watts murió
en 1748. Un monumento fue erigido en la abadía de Westminster. Samuel Johnson
observó: “Pocos hombres dejan atrás una
pureza de carácter tal y monumentos de tan laboriosa piedad”.
John Newton (1725-1807)
Un “infeliz” que encontró “Gracia
Admirable”
John Newton fue nutrido por una madre que era una devota cristiana quien
soñaba con que su único hijo pudiera convertirse en predicador. Pero ella murió
cuando John era un niño, y John siguió la vida de su padre quien era un capitán de barcos. A John
no le importaba la disciplina de la marina real, su barco abandonado fue
azotado y eventualmente despedido.
Entonces John se encaminó a lugares y regiones donde el pudiera “pecar
libremente” y terminó en la costa oeste de África, trabajando para un
comerciante de esclavos el cual le maltrataba. La vida de Newton durante este
período parecía ser como la del Hijo Pródigo, un infeliz afanándose a una plantación
de árboles de limones en la isla de plátanos, sus ropas se habían vuelto harapos,
no tenía donde dormir y rogaba por una raíz insalubre para aplacar su hambre. Después de más de un año en
tal tratamiento, logró escapar de la isla en 1747.
El año siguiente su barco fue azotado por una severa tormenta. Newton había
leído La Imitación de Cristo y
durante las amenazas de su vida en sus viajes se hizo cristiano.
Irónicamente, Newton sirvió entonces como capitán de un barco de esclavos
por seis años. Gradualmente llegó a aborrecer la esclavitud y luego hizo
cruzadas en contra de ella.
Newton se hizo grandemente influido por George Whitefield y los Wesley. Se casó
con el amor de su vida y comenzó a estudiar para el ministerio y la predicación
en cualquier edificio vacante que pudiera encontrar. Conocido como el viejo capitán
de barco convertido, atrajo a grandes audiencias. Fue ordenado dentro de la iglesia
anglicana y en 1764 tomó el pastorado en Olney.
Newton se sintió insatisfecho con los himnos del salterio tradicional. Comenzó
a escribir sus propios himnos, muchos de los cuales eran autobiografías de su
naturaleza entre los que se encuentra “Amazing Grace”
Además se hizo amigo del poeta William Cowper, y juntos colaboraron en
producir Himnos de Olney lo que se
hizo el himnario estándar de las iglesias anglicanas. El himnario incluía los
himnos de Newton tales como: “Glorious Things of Thee are Spoken” y “How Sweet
the Name of Jesus Sounds” este himnario fue reimpreso en Inglaterra y América
para el próximo siglo.
En su edad adulta, le fue sugerido que se retirase debido al deterioro de
su salud y a su falta de memoria. A lo que él respondió: “mi memoria está casi ida, pero yo todavía recuerdo dos cosas: que yo
soy un gran pecador y que Cristo es un gran salvador”.
William Cowper (1731-1800)
A pesar de su enfermedad
mental, escribió himnos en la providencia de Dios.
Los logros poéticos de William Cowper son notables a la luz del hecho de
que la enfermedad mental plagó toda su vida.
Era hijo de un capellán del rey George II, William trabajó como abogado por
varios años. A la edad de treinta y dos fue nominado a una posición que
requería ser examinado públicamente. Creció con temor a este tipo de exámenes y
trató de suicidarse tres veces, y casi lo logra. Durante su estadía de dieciséis
meses en el asilo de San Albans, Cowper fue convertido mientras leía la carta
de los Romanos.
Después de su salida, Cowper vivió en Huntingdon con la familia del
reverendo Unwin. Después de la muerte de Unwin, John Newton vino a dar consuelo
a la familia, y convenció a la señora Unwin y a Cowper a mudarse para Olney
donde Newton vivía.
El período en Olney fue un tiempo de sanidad y crecimiento espiritual para
Cowper. Newton instó a Cowper a servir a los pobres de Olney, probablemente en
un esfuerzo de sacar a Cowper de su depresión, su pobre salud, su paranoia, y
su miedo a la condenación. Además convenció a Cowper de que escribiera himnos
para las reuniones de oración de la parroquia. El resultado fue “Himnos de Olney” en 1779 el cual
contenía trescientos cuarenta y ocho himnos, de los cuales sesenta y ocho eran
de Cowper quien sufrió una recaída y no pudo estar estable para terminar la
obra.
Tres de sus más conocidas obras
son: “There is a Fountain”, “Safely through Another Week” y “O for a Closer
Walk with God”. Su famoso himno “God
Moves in a Mysterious Way” fue escrito por el tiempo de otra recaída en su
enfermedad mental durante la cual Cowper intentó otra vez suicidarse. A pesar
de esto, John Newton dijo de él: “difícilmente
puedo figurar una idea de una relación personal con Dios como la que Cowper
informalmente mantuvo”.
Cowper no comenzó su carrera literaria hasta la edad de cincuenta años. Sus
traducciones de Homero y poemas tales como los de John Gilpin” lo pusieron en
la delantera de la poesía inglesa, y la
literatura de Cowper está hoy citada en libros de referencia.
Pero quizás la obra más significativa de Cowper fueron los himnos escritos
durante arrebatos de desesperación. Se dice que en su lecho de muerte Cowper
dijo: “Yo no estoy excluido del cielo después
de todo”.
Anne Steele (Teodosia)
(1716-1779)
La deshabilitada mujer que
se convirtió en la hasta ahora la más dotada escritora de himnos bautista de su
tiempo.
Anne Steele fue la hija mayor de William Steele, un pastor Bautista de
Broughton, Inglaterra. Anne fue bautizada en la iglesia de su padre a la edad
de catorce años y desde temprana edad demostró un talento para escribir.
Pero muchos infortunios acosaron la vida de Anne en su temprana edad. Su madre
murió. Cuando era una adolescente una caída de un caballo la dejó
permanentemente inválida. Justo unas horas antes de su ceremonia de bodas su
novio se ahogó en el rio donde se estaba bañando. Este doloroso incidente
probablemente fue el que ocasionó el nacimiento del famoso himno “Father: Whate’er
of Earth Bliss”
Steele, quien pasó gran parte de su vida en reclusión en la casa de su
padre ha sido descrita como culta, piadosa y hermosa. El diario de su padre
registra en noviembre de 1757 cuando ella tenía cuarenta y un años que “Nanny envió parte de su composición a
Londres, para ser impresa, ruego a Dios que la capacite y la prepare para esta
clase de obra… para hacerla útil y mantenerla humilde”. Quizás fue el énfasis
en la humildad lo que llevó a Nanny a escribir bajo el seudónimo “Teodosia”. Las
ganancias de todas sus obras fueron donadas a obras de caridad.
Anne Steele nunca se casó, y su débil salud se agravó con el impacto de la
noticia de la muerte de su padre en 1769. A pesar de sus muchas luchas, Steele
escribió ciento cuarenta y cuatro himnos y treinta y cuatro versiones de
salmos. Publicó “Poemas de temas
completamente devocionales” en dos volúmenes en 1760, y un tercero fue
producido después de su muerte. Sus himnos recibieron amplia aceptación y sus
poemas fueron reimpresos en América. Más de un siglo después de su muerte, fue
escrito que ella “sigue en la delantera” de los escritores de himnos bautistas.
James Montgomery (1771-1854)
A menudo en la cárcel, este
activista escribió, “Angels from the Realms of Glory”.
En 1818, los habitantes de las islas Georgianas en los mares al sur se
volvieron de su adoración a los ídolos a la fe cristiana. La Sociedad Misionera
de Londres pensó que himnos apropiados pudieran ser escritos en conmemoración de
este hito. “Hark! The Song of Jubilee” fue uno de estos himnos, escrito por
James Montgomery.
Este controversial escritor de periódicos había anhelado abogar por las
misiones foráneas y la distribución de Biblias. Su pasión tenia raíces personales;
los padres de James habían dados sus vidas por el evangelio en el oeste de la
India.
James había estudiado una vez para ser misionero, asistiendo a un seminario
Moravo en Londres. Encontró la poesía, la cual fue más absolvente que sus
estudios.
No mucho tiempo después de la repentina muerte de sus padres en el campo
misionero, James dejó la escuela y comenzó a cultivar sus dones literarios. A la
edad de veintitrés fue apuntado como editor del periódico semanal en Londres “Sheffield Register” una posición que tendría
por treinta y un años.
Montgomery se hizo activista de numerosas causas, particularmente la abolición
de la esclavitud. Sus puntos de vista radicales le hicieron ganarse multas y
encarcelamiento al menos en dos ocasiones. En 1797 publicó una colección de
poemas escritos detrás de las barras de la prisión, “Diversiones de la Prisión”.
Eventualmente su filantropía y progreso literario fueron encontrados; fue
invitado a una conferencia en la Institución Real y recibió una pensión anual
del gobierno británico.
Montgomery es recordado por más de cuatrocientos himnos, muchos de ellos
escritos a comienzos de 1770 cuando estaba sirviendo como pastor en Liverpool. Unos
pocos más vinieron más tarde, como “Angels from the Realms of Glory” el cual apareció
primero como un poema en su periódico en la noche de navidad de 1816. Publicó su
colección como: “Himnos Originales de
Montgomery”.
Muchos himnólogos le dan un lugar después de Watts y los Wesley, y un
sustancial número de sus obras están todavía en uso, particularmente en los
himnarios Bautistas.
No comments:
Post a Comment