Tuesday, June 10, 2014

Artifice de la palabra adoración.





En sus escritos, estas personas preservaron la adoración temprana de la iglesia y desde entonces le dieron forma al servicio de adoración cristiano.

Justino Mártir (c. 100-165) defensor de la adoración comunitaria.

Justino Mártir preservó el reporte más temprano de un servicio de adoración cristiano con fecha de mediados del Segundo siglo. Justino nació en la ciudad romana de Flavia, Neapolis, hijo de padres paganos, buscó encontrar el significado de la vida en las filosofías de su época, esto le trajo una serie de frustraciones.
Su primer maestro fue un estoico que no sabía nada de Dios y que creía que ni siquiera pensar en Dios era necesario, luego siguió un peripatético (filósofo itinerante), quien parecía estar más interesado en el pago de la matrícula. Luego siguió un pitagorista, pero este requería cursos de música, astronomía y geometría, lo cual parecía mucho a muy poca velocidad, finalmente el platonismo, aunque su demanda intelectual probó ser insuficiente para el hambre de Justino Mártir.
Al fin, alrededor del 130 dC, después de una conversación con un hombre mayor de edad, su vida fue transformada, un fuego fue repentinamente encendido en mi alma me enamoré de los profetas y de este hombre que amaba a Jesucristo, me vi reflejado en todas sus palabras y encontré que esta filosofía de por si era verdadera y útil. Así es cómo y por qué me hice filósofo y deseo que cada uno sienta lo mismo que yo”
Justino continuó usando su manto de filósofo buscando reconciliar la fe y la razón, su ministerio de enseñanza le llevó primero a Efeso (c. 132) donde llevó una disertación con Trifo, un judío. Más tarde se mudó a Roma donde fundó una escuela cristiana donde escribió dos fuertes apologías dirigidas a las autoridades romanas. La primera (c. 153) dirigida al emperador Antonio Plus e hijos ha ganado la mayor atención y preserva descripciones detalladas de la temprana adoración cristiana.
Lo que sale a la luz de esto es no solo un escritor que ama a la cristiandad sino también a los cristianos. Justino vio a creyentes bautizados “para que no nos quedásemos como niños en necesidad e ignorancia, sino, de libre elección y conocimiento. Justino tomó lugar en las oraciones comunes, el beso de la paz, la Eucaristía, y la distribución de recursos a aquellos que estaban en necesidad. En la adoración nos reunimos con otros para escuchar las memorias de los apóstoles y leer los escritos de los profetas, para escuchar la exhortación del presidente y mantenernos en oración”.
Alrededor del 165 dC, en parte por su defensa a los mártires en su segunda apología, Justino intencionalmente se denuncia como un cristiano. Rehusando rectractarse y ofrecer sacrificios paganos, Justino  fue azotado y decapitado. Habiendo nacido como un pagano dio su vida por esta “verdadera filosofía”, el cristianismo, y siempre sería conocido como Justino Mártir.

Mileto de Sardis (muere c. 190 dC.) conservador del calendario cristiano.

En la segunda mitad del siglo II, el obispo Policrates de Efeso escribió acerca de Mileto el eunuco, que vivió totalmente en el Espíritu Santo, y está entre las más grandes lumbreras que se encuentra en reposo en Asia y resucitará otra vez en el día de la venida del Señor”. Mileto viajó a Palestina a visitar los lugares sagrados, virtualmente no se conoce mucho más que eso de su vida.
La importancia de Mileto descansa en su obra más popular “Homilía en la Pascua” y en su papel en la controversia sobre la adecuada fecha para celebrar Resurrección. En los días de Mileto algunas Iglesias de oriente (especialmente en Asia Menor) siguieron la costumbre judía de celebrar resurrección al mismo tiempo que la Pascua judía. Esta “Pascua cristiana” marcaba no solo la rerurrección del Señor sino su sufrimiento como el cordero pascual
Otras Iglesias (los cristianos romanos bajo Victor) celebraban resurrección el domingo después de Pascua, marcando una vital importancia en la resurrección, la cual ocurrió en el primer día de la semana.
Como obispo de Sardis, Mileto defendió la posición anterior denominada “cuatrodecimana” (lo que quiere decir 14). El creía que esto había sido fechado desde que el apóstol Juan estaba en Efeso, por último, sin embargo, la posición del domingo de resurrección triunfó. El concilio de Nicea en 325 rechazó la práctica cuatrodecimana.
Esta decision junto con decisiones adyacentes de conmemorar la epifanía cristiana y pentecostés tanto como el día para los mártires, muestra el incremento de la importancia del calendario cristiano, un medio para los cristianos marcar las festividades sagradas.
La Homilía en la Pascua de Mileto, no solo muestra algunos de estos desarrollos, sino que es una de las más bellas meditaciones que se hayan escrito acerca de la obra de Cristo. La palabra Pascua, evocó en los cristianos tempranos un número de temas: la Pascua judía, la cena pascual, el cordero sacrificado y comido en la Pascua, la semana santa y resurrección, algunas veces todas al mismo tiempo. En este sermón la prosa rítmica declara este misterio: El misterio de la Pascua es Nuevo y viejo, eterno y temporal, corruptible e incorruptible, mortal e inmortal, nacido como hijo, llevado como un cordero, sacrificado como una oveja, enterrado como un hombre, se levantó de los muertos como un Dios, siendo en naturaleza Dios y hombre al mismo tiempo.
El es todas las cosas: cuando juzga El es la ley, cuando enseña, el Verbo, cuando salva, Gracia, cuando engendra, Padre, cuando es engendrado, Hijo, cuando sufre, cordero, cuando es enterrado, un hombre, cuando resucita, Dios, así es Jesucristo, a El sea la Gloria por siempre.

Perpetua (m. 203 dC) Mártir por Cristo.

El emperador romano Séptimo Severo prohibió las conversaciones de judaísmo y cristianismo en el 202 dC. Al norte de Africa, Vivia Perpetua, Felicitas y varios otros catecúmenes (nuevos cristianos) fueron tomados prisioneros y eventualmente sentenciados a muerte en las arenas de Cartago. En el registro del martirio de estas mujeres la joven de veintidos años Perpetua, una muy educada esposa y madre lactante, describió su vida en prisión concluyendo: la mazmorra se convirtió en un palacio.
Perpetua fue una mujer privilegiada en conversar con el Señor, ella vio en una visión la revelación de como termiaría su confinamiento y eran dos opciones o liberación o martirio y ella recibió en vívido mensaje que sería un martirio. Después de esto dio expectaciones para esta vida.
Sus días en la mazmorra fueron marcados por las reuniones de oración, una palabra de sabiduría, varias visiones y el parto de Felicitas quien dio a luz una hermosa niña después de ocho meses de embarazo.
En la noche anterior al día del martirio, las prisioneras celebraron una fiesta agape. Entonces cuando se acercaban a las arenas, Perpetua cantaba salmos, enfrentada a las bestias, en espíritu y en un éxtasis, se unió a la compañía de quienes en sangrienta matanza acompañados por las burlas de la multitud cantaban el canto bautismal que decía “lavado y salvo, lavado y salvo”.
Muchos elementos de la temprana adoración cristiana eran evidentes en esta pasión de Perpetua y Felicitas. Por otra parte, estos mártires dieron forma a la adoración de la iglesia por los siglos venideros, las fiestas eran dadas en su honor, sus reliquias eran reunidas para la veneración, se les erigieron monumentos.
A pesar de la especulación de que Perpetua era una Montanista la mayoría de la familia cristiana la acogió como una santa de incomparable gracia.

Clemente de Alejandría (c. 150-215) Maestro en canción y símbolo.

Tito Flavio Clemente nació en la segunda mitad del siglo II, al parecer de padres paganos en Atenas. Bien educado y convertido al cristianismo durante sus años de adultez temprana, Clemente viajó ampliamente en busca de la excelencia en los maestros, esta búsqueda le llevó finalmente a Alejandría en Egipto donde se convirtió en un estudiante de Panteneo, el primer maestro conocido de la catedrática escuela de la ciudad.
Para alrededor del 190 dC, Clemente superó a su maestro y comenzó a escribir y componiendo tres obras mayores “Exhortación a los griegos” “El Instructor” y “Misceláneas” esta última de estudios por temas, en cada una de ellas la fe cristiana engrana la cultura clásica.
En el 202 dC, la persecución bajo el emperador Séptimo Severo obligó a Clemente a huir de Alejandría, se estableció en Capadocia y murió para el 215 dC.
En la cima de su ministerio en Alejandría, Clemente fue el excepcional maestro cristiano en una ciudad donde quizás había un millón de habitantes, por otra parte, como presbítero ayudó a darle forma a la vida de la adoración en la comunidad de la iglesia. Uno de los himnos cristianos mas antiguos es un anexo en la obra de Clemente “El Instructor” llamado “Himno de Cristo el Salvador”, su más temprana representación en inglés fue en 1846, el cual aparece en muchos himnarios hoy con el nombre en inglés “Shepherd of tender youth”. Tres estrofas traducidas del griego original dan una vídida imagen de la vida de adoración de la iglesia de Alejandría:
Poca rienda de potros salvajes, alas de pajarillos que no van rectas, timón seguro de barcos, pastor de las ovejas del Rey.
Une a tus hijos, los que viven en simplicidad, permíteles cantar en santidad, dejáles celebrar con sinceridad, con una boca que no conoce el mal, el Cristo que guía a sus hijos.
Oh Rey de los santos, oh soberano Verbo del más sublime Padre, príncipe de sabiduría, apoyo a los hombres fatigados, gozo eterno de la familia humana, Oh Jesús Salvador.
Clemente también defendió las artes visuales en la adoración, muchos cristianos primitivos eran reacios a hacer pinturas o dibujos, temiendo que su obra de arte pudiera provocar la idolatría. Clemente se enfrentó a la cabeza del problema y concluyó que los cristianos no están para representar dioses paganos, ni espadas, ni arcos, ni copas de vino, ni recordatorios a la inmoralidad sexual, pero “los cristrianos pudieran dejar que su emblema fuera una paloma, o un pez, o un barco navegando frente al viento, o una lira musical, o un ancla de barco y su hay un pescador, el nos podría recordar a un apóstol, y un pequeño niño siendo sacado de las aguas”

Hipólito de Roma (c. 170 - c. 236) preservador de la sagrada tradición.

Hipólito fue el primer antipapa (el obispo cismático de Roma) aun así es venerado por la iglesia católica como un mártir y un santo. Muy poco es conocido de su vida temprana, algunos sostienen que su familiarización con la filosofía griega y las religiones de misterio del oriente sugieren los primeros lazos con el oriente.
A fines del siglo III, Hipólito se convierte en presbítero en la iglesia de Roma bajo el obispo Zefirino. Cuando Orígenes visitó la ciudad en 212 dC, escuchó con alegría el vigoroso mensaje de Hipólito. Diferentes puntos de vista en cuanto a la doctrina y la disciplina de la iglesia pusieron a Hipólito en contra del obispo y su compañero en el presbiterio Calixto.
Cuando Calixto se convirtió en obispo en 217 dC, Hipólito dejó la iglesia y probablemente fue elegido obispo de Roma por sus influyentes partidarios. Este cisma persistió hasta el 235 dC, cuando las autoridades romanas encontraron a ambos papas Ponciano y el antipapa Hipólito culpables de predicar el evangelio. Ellos fueron enviados a las minas de exterminio en Sardinia, esto les llevó a cada uno a abdicar su episcopado y reestablecer el seguimiento. Ambos se hicieron mártires en la “isla de muerte”
El nuevo obispo de Roma, Fabian, hizo traer los cuerpos de ambos a Roma, con sus funerales celebrados el mismo día, 13 de agosto. Una lista con similitudes a los escritos de Hipólito y tablas de resurrección fue encontrada en una antigua estatua desenterrada en Roma en 1551.
Hipólito fue el teológo más influyente en Roma durante el siglo III, escribió libros, comentarios y tratados de varios temas. La obra que más ha llamado la atención en este siglo es su “Tradición Apóstolica” lo cual es un manual sistemático de la vida de la iglesia y la práctica, escrito alrededor del 215 dC abre una ventana a la iglsia en Roma. Las liturgias por las santas órdenes, el bautismo, la eucaristía y son dadas también la observancia de varios cristianos.
Hipólito da largas oraciones y añade: “no es necesario para nadie recitar las palabras exactas que hemos prescrito… sino que cada uno ore según su habilidad, si en efecto, está capacitado para orar competentemente elevando una oración está bien, pero incluso si es solo un cristiano moderadamente disponible para orar y dar alabanzas, nadie le puede prohibir, solo dejen que ore sanamente en la fe”.

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