Documentos históricos que
describen la adoración Cristiana.
Un reporte oficial romano.
Alrededor del año 112 dC. Plinio, el gobernador romano de Bitinia (una
provincial al noroeste de Turquía) escribió al emperador Trajano en Roma. Plinio
necesitaba guía en la persecución de los cristianos y por eso reportó lo que
sus investigaciones habían puesto al descubierto.
Los cristianos mantenían que la mayoría de sus faltas o errores habían sido estas: que era su hábito reunirse en un día señalado antes del amanecer y recitar por turnos una forma de palabras a Cristo como Dios, y se habían obligado a sí mismos con un juramento a no cometer ningún crimen, ni robar ni adulterar, ni romper sus palabras y a no negar el depósito cuando se demandara. Luego que esto era hecho la costumbre era salir y volver a reunirse para comer, mayormente alimentos inocuos. (Carta X:96:7).
Un manual para Iglesias.
La Didache, del griego ‘enseñanzas’ es nuestro más antiguo ejemplo del
orden de la iglesia, en esta se establece como las congregaciones deben
bautizar, ayunar, orar, recibir profetas y similares. La Didache probablemente
alcanzó su presente forma antes de fines del primer siglo, pero evidentemente
contiene material más antiguo.
Las interpretaciones de las primeras cuentas difieren ampliamente.
¿Describen estas la Cena del Señor? Ya que no hace mención a la úlitma cena, o
a la cruz. ¿Es el agape la antigua fiesta cristiana de amor o la cena de la
iglesia? ¿O la cena del Señor combinada con la fiesta agape?
Con relación a la eucaristía dad gracias así, primero concerniente a la copa: Te damos gracias Nuestro Padre, por la santa vid de tu siervo David, a quien nos has dado a conocer a través de tu siervo Jesús. Gloria a tu nombre por siempre.Y con relación al pan: Te agradecemos, Nuestro Padre, por la vida y el conocimiento que nos has dado a conocer a través de tu siervo Jesús. Gloria a ti por siempre. Así como este pan fue esparcido por las montañas y fue traído junto desde los fines de tu tierra hacia tu reino, porque tuya es la Gloria y el poder, a través de Jesucristo por siempre.Nadie debe comer o beber de tu eucaristía sino aquellos que han sido bautizados en el nombre del Señor. Con relación a esto el Señor dijo: “No den lo que es santo a los perros” después de haber comido y saciado dad gracias así:Te damos gracias, Santo Padre, por tu santo nombre, el cual nos has dado a morar en nuestros corazones, y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad la cual has dado a conocer a través de tu siervo Jesús. Gloria a tu nombre por siempre.Tu, todopoderoso y soberano has creado todo por causa de tu nombre, tu has dado comida y bebida a los hombres y las mujeres para su deleite de manera que ellos te puedan dar gracias, pero a nosotros nos has otorgado la comida y bebida espiritual, y vida eterna a través de tu siervo. Por encima de todo te agradecemos porque eres poderoso. Gloria a tu nombre por siempre.Recuerda, Señor, tu iglesia, para librarla del mal y hacerla perfecta en tu amor y traerla junta desde los cuatro vientos, santificada para tu reino, el cual has preparado para ella. Tuyo es el poder y la Gloria por siempre.Que venga gracia, y que este mundo pase. Hosanna al Hijo de David, quien sea santo que venga, quien no lo sea, que se arrepienta. Maranatha Amen. Pero permite a los profetas dar gracias tanto como ellos deseen. (Didache 9-10)En el día propio del Señor vienen juntos y parten el pan y dan gracias, después de haber confesado sus pecados, para que tu sacrificio sea puro. Que aquel que esté en disputa con su hermano no se reúna en la asamblea contigo hasta que se haya reconciliado con su hermano, para que tu sacrificio no sea contaminado. Porque este es el sacrificio hablado por el Señor “En todo lugar y el todo tiempo ofrézcanme un sacrificio puro porque Yo soy el gran Rey”, dice el Señor y mi nombre es la maravilla de las naciones. (Didache 14)
Visiones carismáticas.
Tertuliano fue un poderoso pensador y escritor a principios del siglo
III en Cartago. En algún momento, Tertuliano abrazó el movimiento Montanista,
un movimiento profético que hacía especial énfasis en el Espíritu Santo, en
esta selección de “El Alma” Tertuliano da un raro vislumbre de experiencias
carismáticas en la adoración.
Desde que conocemos los dones espirituales o charismata nosotros también hemos sido merecedores del logro profético de los dones aunque después de la venida de Juan el Bautista, ahora nosotros tenemos entre nosotros una hermana cuya suerte ha sido favorecida con varios dones de revelación, los cuales ella experimenta en el Espíritu por medio de visiones extáticas durante los ritos sagrados del día del Señor en la iglesia: ella conversa con ángeles y algunas veces con el mismo Señor, ella ve y oye al mismo tiempo señales misteriosas, entiende algunos corazones, y a aquellos que están en necesidad les distribuye recursos.Ya sea en la lectura de las Escrituras o en el canto de los Salmos, o en la predicación de los sermones, o en el ofrecimiento de las oraciones, en todos estos servicios religiosos, el material y las oportunidades le permiten a ella ver visiones. Después que la congregación es despedida, en la conclusión de los servicios religiosos, ella tiene el hábito regular de reportarnos todo lo que ha visto en visión, entonces todas sus comunicaciones son examinadas con escrupuloso cuidado para poder probar la veracidad de estos).Entre otras cosas, dice ella, se me ha mostrado un alma en forma de cuerpo y un espíritu ha estado en la habilidad de aparecérceme, no como una ilusión vacía y vana, sino, de una manera tal que se ofrecería a sí misma agarrada por la mano, suave y transparente y de un color etéreo y en una forma parecida a un ser humano en todos los aspectos. Esta fue su visión y para sus testigos era Dios; y el apóstol con seguridad predijo que iba a haber un don espiritual en la iglesia.
Un servicio en la iglesia desde Roma.
Hipólito, quien murió como mártir alrededor de 236 dC. Fue una figura
prominente pero controversial en la iglesia de Roma. Su “Tradición Apostólica”
escrita alrededor de 215 dC, es un orden de iglesia mucho más desarrollado que
la Didache, las direcciones de la Tradición Apostólica para la eucaristía son
intercaladas con los servicios de ordenación y bautismos.
Y cuando él haya sido hecho Obispo, todos deben ofrecer el beso de paz, saludándole porque ha sido hecho digno. Entonces los diáconos deben presentarle las ofrendas a él y él imponiendo sus manos en ellas con todo el presbiterio deben dar gracias diciendo: El Señor sea contigo, y todos deberán decir: y con tu espíritu y con tu corazón. Les tenemos con el Señor, demos todos gracias al Señor, es oportuno y justo. Y entonces él debe continuar así: Te damos gracias, oh Dios, a través de tu amado Hijo Jesucristo, a quien en los últimos tiempos enviaste a nosotros como Salvador y Redentor y ángel de tu voluntad, quien es tu inseparable Palabra, a través de la cual tú has hecho todas las cosas, y en quien tú te has complacido.Le enviaste desde los cielos hacia el vientre de la virgen y concibió en el vientre fue hecho carne y fue manifestado como tú Hijo, habiendo nacido del Espíritu Santo y de la virgen, cumpliendo tu voluntad y ganando para ti un pueblo santo, estiró sus manos cuando debió sufrir, para que puedieran ser liberados del sufrimiento aquellos que creen en ti.Y cuando fue traicionado al sufrimiento voluntario para que pudiera destruir la muerte y romper las barreras del diablo y destruir el infierno y brillar sobre la justicia y fijar un término y manifestar la resurrección, El tomó el pan y dio gracias a ti diciendo: Tomad, comed este es mi cuerpo que por vosotros es partido, del mismo modo tomó también la copa diciendo: Esto es mi sangre, la cual es derramada por vosotros haced esto es memoria de mi.Recordando por lo tanto su muerte y resurrección, te ofrecemos el pan y la copa, dándote gracias porque tu nos has hecho dignos de estar delante de ti y servirte y te pedimos que tu envíes tu Espíritu Santo sobre la ofrenda de tu santa iglesia que se reúne como si fuera una, y tu le permites a todo el que tiene parte en las santas cosas de participar en la llenura del Espíritu Santo para el reforzamiento de la fe en verdad y que te alabemos y glorifiquemos a trevés de tu Hijo Jesucristo por quien te damos Gloria y Honor, con el Espíritu Santo en tu santa iglesia ambos ahora y por los siglos de los siglos. Amén.Entonces las ofrendas deben ser presentadas por los diáconos al obispo y este debe dar gracias sobre el pan por lo que este representa, lo que los griegos llaman antitipo del cuerpo de Cristo, y sobre la copa mezclada con vino por el antitipo, lo que los griegos llaman apariencia, representación de la sangre que fue derramada por todos los que han creído en El, y sobre la leche y la miel mezcladas juntas en cumplimiento a la promesa que fue hecha a los padres en la cual se dijo: una tierra que fluye leche y miel. Y cuando él parte el pan en la distribución de los fragmentos del mismo a cada uno, él debe decir: El pan del cielo en Cristo Jesús y el que lo recibe debe decir: Amén.Y si no hay suficiente presbiterio, los diáconos también sostedrán la copa y se mantendrán en un estado de reverencia en el orden siguiente: primero el que sostiene el agua, Segundo la leche y tercero el vino, y aquellos que reciben deben probar de los tres, el que da debe decir: En Dios el Padre Todopoderoso y el que recibe debe decir: Amén y en el Señor Jesucristo, Amén, y en el Espíritu Santo y la santa iglesia y el que recibe debe decir amén. Y así debe ser hecho con cada uno de ustedes.Cuando estas cosas sean hechas cada uno de ustedes debe apresurarse a hacer buenas obras y a agradar a Dios y conducirse a sí mismo correctamente siendo celoso por la iglesia, poniendo en práctica lo que ha aprendido y creciendo en piedad.
Un servicio entre semana.
Hipólito también da instrucciones para un servicio entre semana en la
mañana.
Que cada hombre y mujer fiel cuando se hayan levantado en la mañana, antes de hacer cualquier labor, lave sus manos y ore a Dios, y entonces vaya a sus labores, pero si se da instrucciones en la Palabra de Dios cada uno debe elegir ir a dicho lugar, considerando en su corazón que es a Dios a quien escucha en la instrucción.Porque el que ora en la iglesia estará capacitado para pasar por el más débil durante el día. Aquel que es pío debe darse cuenta que es una gran maldad si no va al lugar donde las instrucciones son dadas y especialmente si sabe leer o si un maestro viene.Que ninguno de ustedes llegue tarde a la iglesia, el lugar donde la enseñanza es dada. Entonces debe ser dado al orador la oportunidad de decir lo que es útil para cada uno, oirás cosas en las que ni siquiera pensabas, y te beneficiarás de cosas que el Espíritu Santo te dará a través de su instructor. De este modo tu fe se va a fortalecer en las cosas que has de oir. Además se te informará en ese lugar lo que has de hacer en la casa. Por lo tanto que cada uno sea diligente en venir a la iglesia, el lugar donde el Espíritu Santo prospera. Si hay un día en que no haya instrucción, que cada uno cuando esté en casa, tome el libro santo y lea en este lo suficientemente de modo que le parezca que está lo suficientemente fortalecido.
Ordenanzas para la comunión.
Cipriano un prominente obispo de Cartago escribió una severa
advertencia a un amigo obispo alrededor de 255 dC.
En el ofrecimiento de la copa, la tradición del Señor debe ser observada, y no debemos hacer otra cosa que no sea lo que el Señor mismo hizo en nuestro beneficio, la copa que es ofrecida en conmemoración de El debe ser ofrecida mezclada con vino.Ya que Cristo dijo: Yo soy la vid verdadera, la sangre de Cristo evidentemente no es agua, sino vino. Ni tampoco puede su sangre por la cual nosotros somos redimidos y vivificados aparentar estar en la copa, cuando en la copa no hay vino que represente la sangre de Cristo, como está declarado por el sacramento y el testimonio de las Santas Escrituras. Cipriano cita varios pasajes del Antiguo Testamento en los cuales el vino, las uvas y las vides prefiguran la copa.Por lo tanto es evidente que la sangre de Cristo no es ofrecida si no hay vino en la copa, ni tampoco es celebrado el sacrificio del Señor con una adecuada consagración a menos que nuestra ofrenda y sacrificio corresponda con su pasión.Algunos pueden estar nerviosos en nuestros servicios matutinos no sea que al probar el vino, su aliento pueda oler a la sangre de Cristo. Así es como los hermanos están comenzándose a contener incluso a compartir la pasión de Cristo aun en la persecución a través de aprender en las ofrendas a avergonzarse de su sangre y del derramamiento de la misma… ¿Cómo podemos nosotros derramar nuestra sangre por Cristo si nos enrojizamos de verguenza al beber la propia sangre de Cristo? (carta 63:2,13,15)
Instrucciones en los misterios.
Cirilo, obispo de Jerusalén entregó una serie de direcciones a
candidatos a bautismo en la Iglesia del Santo Sepulcro alrededor del 350 dC. Adjunto
a esta serie hay un pequeño conjunto de direcciones titulado “En los Misterios”
estos explican la eucaristía a los nuevos bautizados.
Ustedes han visto a los diáconos dar agua para el lavamiento, de los sacerdotes y el presbiterio que se para alrededor del altar, el lavamiento de las manos es un símbolo de que ustedes deben estar puros de toda acción pecaminosa e ilegal.Entonces los diáconos gritan alto: Recibámonos unos a otros y besémonos unos a otros, no se supongan que este beso es igual en rango al que se dan publicamente los amigos comunes. Este no es así, este beso une las almas unas con otras, e implora así que haya un perdón y arrepentimiento mutuo.Después de esto el predicador grita: Levanten sus corazones, el predicador en efecto procura que todos en ese momento abandonen todo pensamiento mundano o preocupación del hogar, y que todos tengan sus corazones en los cielos con el Dios misericordioso. Entonces ustedes reponden: Los levantamos al Señor.Entonces el predicador dice: Demos gracias al Señor, porque de cierto hemos sido destinados a dar gracias, ya que para eso El nos llamó indignos como estábamos a una tan gracia tan grande, entonces ustedes dicen: Es adecado y correcto.Después de esto hacemos mención del cielo, la tierra y el mar, del sol y la luna, de las estrellas y toda la creación, racional e irracional, visible e invisible, de ángeles, arcángeles, potestades, dominios, principados, autoridades y tronos, de los querubines de muchos rostros, en efecto repitiendo el llamado de David de “Magnificar al Señor conmigo”, también mencionamos a los serafines, a quienes Isaías en el Espíritu Santo vio rodeando el trono de Dios quienes decían: Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los espíritus. La razón por la que repetimos esta confesión de Dios, entregada a nosotros por los serafines, es para que podamos unirnos a la adoración de los espíritus en el mundo celestial de las alturas y su himnodia.Entonces después de habernos santificados a nosotros mismos por estos himnos espirituales, clamamos al Dios misericordioso a enviar dones de su Santo Espíritu en medio de los que mienten delante de El, para que El pueda hacer el pan, el cuerpo de Cristo y el vino la sangre de Cristo, ya que cualquiera que sea tocado por el Espíritu Santo es santificado y cambiado.Entonces después de la culminación de los sacrificios espirituales, el sacrificio incruento, sobre ese sacrificio de propiciación, clamamos a Dios por la paz común de la iglesia, por el bienestar del mundo, en una palabra por aquellos que están en necesidad, de socorro, oramos todos y ofrecemos sacrificios.Entonces todos conmemoramos juntos a aquellos que han dormido primero que nosotros, primero los patriarcas, los profetas, los apóstoles y los mártires, creyendo que esto es una gran ventaja para las almas por las cuales las súplicas son ofrecidas mientras ese santo y más sublime sacrificio reposa delante de nosotros.Entonces, después de estas cosas, decimos esa oración que el Salvador dijo a sus discípulos con pura consciencia estilizando a Dios como nuestro Padre y diciendo: Padre nuestro que estás en los cielos…Después de esto el predicador dice: cosas santas para personas santas. Y luego escuchas a los cantores invitándote con su santa melodía a la comunión de los santos misterios y diciendo: Gustad y ved que el Señor es Bueno, confíen no en el juicio de vuestro carnal paladar, sino en la fe inquebrantable, porque cuando probamos, somos invitados a probar no pan y vino sino el antitipo del cuerpo de Cristo y la sangre. Entonces esperamos por las oraciones y damos gracias a Dios, quien nos ha hecho dignos de tan grandes misterios.
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