Hasta aquí podemos compartir
todo esto y, no necesariamente una persona que crea todo esto debe considerarse
dispensacionalista. No es creer que haya diferentes dispensaciones en la
historia de la revelación, ni que Dios haya actuado en diferentes maneras a
través de la historia lo que te hace un dispensacionalista. En su ya citado
libro Dispensacionalismo Hoy, el doctor Charles Ryrie, habla de lo que el llama
el “sine qua non” del Dispensacionalismo, donde se habla de las tres características
que debe creer y apoyar cualquiera que se llame dispensacionalista.
1. Un dispensacionalista mantiene la diferencia entre Israel y la iglesia: y en este punto Ryrie cita a
Lewis Sperry Chafer cuando dice: “el dispensacionalista
cree que a través de las edades Dios está persiguiendo dos propósitos
distintos: uno relacionado a la tierra con un pueblo, terreno y objetivos,
terrenos relacionados con el judaísmo, mientras el otro está relacionado con el
cielo, con un pueblo celestial y objetivos celestiales…”[1]
Ryrie continua diciendo: “Esto es probablemente la prueba teológica
mas básica de si una persona es dispensacionalista o no, y es, sin duda, la mas
determinante. Un hombre que deja de distinguir a Israel de la iglesia
inevitablemente no podrá mantener las distinciones dispensacionales; pero el
que hace tal distinción, si lo hará”[2].
Aquí queremos hacer una pausa,
ya que estamos hablando de la columna vertebral del dispensacionalismo, y al
mismo tiempo seria significativo, creo yo, si profundizáramos un poco en esta
división entre la iglesia e Israel como nación.
El Dr. Timothy Webber en un articulo de la revista Christian
History dice así: Darby enseñó que el plan de Dios para las personas de la
tierra había sido revelado a través de varios pactos con Israel como nación…
luego cuando los judíos rechazaron al Mesías Dios suspendió su tiempo profético al final de la semana
sesenta y nueve de la que habla el profeta Daniel, y así comenzara a construir
un nuevo pueblo celestial, la iglesia. El dispensacionalismo estaba convencido
de que Dios no trataría con los dos pueblos al mismo tiempo, por lo que seria
necesario que Dios quitara la iglesia antes de proceder con su plan final para
Israel.[3]
Este hecho de
que Dios tiene dos planes y propósitos con diferentes pueblos, lleva a uno de
los problemas más grandes del dispensacionalismo, que a su vez lo hacen
extremadamente controversial, y es lo que conocemos como la doctrina del rapto
pretribucional que sería en cualquier momento y de una manera secreta, o en
otras palabras el arrebatamiento de la iglesia. Los primeros premilenialistas
creyeron que el rapto ocurriría al final de la tribulación, con la segunda
venida de Cristo, pero los dispensacionalistas separaron el rapto (cuando
Cristo venga por sus santos) de la segunda venida (cuando Cristo venga con sus
santos que anteriormente fueron arrebatados). Una vez que el pueblo celestial
(la iglesia) haya sido raptado, decía Darby, las sagradas escrituras ya
estarían apuntando al fin, el anticristo se levantaría, Cristo y los santos
romperían las nubes y destruirían al anticristo y sus seguidores en la batalla
del Armagedón, las naciones del mundo serian juzgadas y Satanás seria arrojado
al lago de fuego. Así se cumpliría la semana setenta de Daniel y Cristo restituiría
el trono de David, comenzando así el reino milenial, seguido por el juicio
final y los cielos nuevos y la nueva tierra, y de esta manera concluirían las
siete dispensaciones.
Los cristianos no tenemos
ninguna objeción en hablar de un rapto, de hecho, la biblia misma habla de un
rapto. El asunto donde se ve un poco de controversia, está en el momento cuando
el rapto será llevado a cabo.
Los pasajes que se usan para
apoyar el rapto son: 1Ts. 4:13-18 y 1Co. 15:51-53. Ambos pasajes de la pluma
del apóstol Pablo, veamos como le explica Pablo aquí:
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de
los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá
Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en
palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la
venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo
con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas
palabras.
Luego Pablo dice en 1Co.
15:51-53:
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos;
pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos,
a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es
necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista
de inmortalidad
Según estos pasajes el apóstol
Pablo está refiriéndose al momento de la segunda venida de Cristo, nótese que
en el caso de 1 Ts. 4 él dice los que habremos quedado hasta la venida del
Señor, no hasta el rapto de la iglesia, además una vez que seamos arrebatados
recibiremos al Señor en las nubes junto con los santos que ya están en gloria.
La posición dispensacionalista
plantea un rapto misterioso, donde la iglesia será arrebatada para luego una
segunda venida de Señor, esta no es la idea que pablo dice, según el apóstol
Pablo el rapto de los que hayan quedado vivo será, instantáneamente junto a la
segunda venida.
El segundo pasaje da un poco más
de claridad, de porque tiene que haber un rapto o una transformación, y es
cuando Pablo dice: es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción.
Ahora bien, todo parte del
principio de dividir la iglesia del pueblo de Israel, la razón por la que un
dispensacionalista cree que tiene que haber un rapto secreto antes de la
segunda venida, es porque la teología dispensacional cree que la gran
tribulación, es para refinar y castigar a la nación de Israel, y no a la
iglesia, por la razón de la que iglesia es la esposa de Cristo, su amada, sin
embargo todas las referencias a la Gran Tribulación están en el Antiguo
Testamento, o al menos, la mayoría de ellas, por lo que un dispensacionalista
entiende que son destinadas al pueblo de Israel, no a la iglesia, por eso un
dispensacionalista entiende que no hay sentido alguno de parte de Dios sujetar
a la iglesia a la Gran Tribulación por cuanto es su esposa amada. La realidad
es que todo se basa en una suposición, ellos suponen que no tiene sentido para Dios.
El problema evidentemente no es
este, todo nace desde el momento en que se divide la nación de Israel de la
iglesia, deberíamos entonces ver que dice la escritura en cuanto a una división
entre Israel y la iglesia.
Como dijimos antes si bien la
revelación es progresiva hasta Jesucristo, no es menos cierto que ahora viendo
la película de la revelación, de una manera completa podemos ver una línea, o
lo que llamaríamos un plan eterno y trascendental de Dios a través de toda la
biblia. En todo este plan eterno de Dios surge una pregunta crucial, ¿Qué
función tiene el pueblo de Israel en la historia bíblica?
[1]
Chafer, Lewis Sperry, Dispensationalism.
Dallas: Seminary Press 1936. Un
breve resumen de la relación del dispensacionalismo a varias áreas de la
doctrina por el fundador de Dallas Theological Seminary
[2] Dr. Charles C. Ryrie, Dispensacionalismo
Hoy Portavoz 1974
[3]
Timothy Webber, The Dispensationalist
Era. Christian History Issue 61, 1999 The End.
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