¿Qué tanto los cristianos tomamos prestado de las religions griegas y romanas?
“El diablo, cuyo trabajo es pervertir la verdad, imitar las exactas circunstancias de los divinos sacramentos en los misterios de las Mitras, él mismo bautiza algunos, es decir, sus creyentes y seguidores, les promete perdón de pecados de la Fuente sagrada, y así los inicia en la religión de las Mitras… los trae en el símbolo de la resurrcción y gana la corona con la espada”
Tertuliano (principios
del siglo III)
Algunos estudiosos han pretendido
que el apóstol Pablo fue esencialmente un devoto a las religiones griegas de
misterio, que no podemos entender el Nuevo Testamento, sin antes comprender el
lenguaje de las religiones de misterio. Casi nadie estaría hoy de acuerdo con
esa afirmación.
Sin embargo, muchos estudiosos
reconocen que a lo largo de cientos de años el cristianismo no escapó de los
efectos de las culturas griegas y romanas. La pregunta es: ¿A que grado las
culturas religiosas formaron la vida y las costumbres del Cristianismo? Para responder
esta pregunta debemos dividir el cristianismo primitivo y sus posturas en
períodos históricos.
Adaptaciones vacilantes.
La iglesia experimentó pequeñas
influencias griegas y romanas en los primeros años. En la era apostólica hasta
alrededor del año 70 dC, la predominación de cristianos judíos en las Iglesias aseguró
la influencia de judaísmo. Debido a que el judaísmo es diverso, encotramos
variedad en la adoración a lo largo del vasto impero romano, el Nuevo
Testamento da evidencia de al menos cuatro estilos de adoración Cristiana:
Adoración en el templo (Hch. 2:46), adoración en la sinagoga (Hch. 16:13,16),
una cena de hermandad seguida por la Cena del Señor (1 Co. 11), y un tipo de
servicio carismático con énfasis en la profecía (1 Co. 14). Ninguno de estos
enfonques de adoración reflejan significativamente las costumbres
greco-romanas.
Desde finales del primer siglo,
en adelante, los gentiles comenzaron a ser más numerosos que los judíos en las
asambleas cristianas. Estos importaron de forma sutil algunas de las ideas,
actitudes y constumbres de las culturas griegas y romanasy y para hacer el
cristianismo atractivo a la audiencia gentil, los misioneros cristianos
adoptaron su lenguaje e incluso sus ideas.
Cuando Justino Martir (c. 100-c.
165) escribió su Apología, por ejemplo, se refirió al bautismo como una “iluminación”
una palabra marcada con significados intelectuales griegos y romanos. Ignacio
de Antioquía (c. 35-c. 107) caracterizó la Cena del Señor como “la medicina de
la inmortalidad”, otros apologistas defensores del cristianismo se refirieron a
la Cena del Señor como “el sacrificio incruento”
Estos evangelistas primitivos,
aun cuando buscaban sus palabras cautelosamente, Justino tuvo grandes dolores
para calificar lo que dijo acerca del bautismo, la eucaristía e incluso la
palabra domingo. Como otros cristianos, siguió prefiriendo “día del Señor” y
salió de su manera de observar que los Cristianos adoraban “en el día que es
llamado domingo” por los no cristianos,
Los apologistas se dieron cuenta
de las similitudes del cristianismo y las religiones de misterio, por lo que se
sintieron obligados a diferencias las verdaderas costumbres de las falsas. Para
Justino el partimiento del pan y el compartimiento de la copa eran cosas que “los
malos espíritus habían enseñado a hacer fuera de la memoria en los misterios de
las Mitras, en estos igualmente, una copa de agua y pan son expuestas con la
adición de ciertas palabras en el sacrificio o en el acto de adoración de las
personas que van a ser iniciadas”
Clemente de
Alejandría (c. 150-c. 215) y Orígenes (c. 185-c. 254) atrajeron más
atrevidamente la cultura, pero ejercitaron precaución cuando hablaban de cultos
que competían. Aunque probablemente en un tiempo un iniciado en los misterios
eleusios, Clemente escribió al tamaño de su vileza:
“Los misterios
son simplemente tradiciones y ociosas invenciones, es estar adorando uno de los
engaños del diablo, cuando el pueblo honra con bastarda religiosidad estas
santidades no santas e iniciaciones impías”.
“¿Piensa en los
cofres místicos… que hay en ellos, pasteles de sésamo, pasteles triangulares y
pasteles redondos en forma de huecos como ombligos, bolas de sal y una serpiente,
símbolos de Dionisio Bassereau?” y granadas al lado y ramas de higos, e
hinojos, hiedra, si, galletas y amapolas. Estas son sus cosas santas. Y que de
los símbolos de Ge Temis, los cuales nadie está supuesto a revelar, mejorana,
una lámpara, una espada, la peineta de una mujer, [un religioso eufemismo para
el órgano sexual de la mujer], es una completa desverguenza”
Ni Clemente ni
Orígenes, por otra parte, nunca abandonaron el entendimiento original de Pablo
del término “misterio”. Siempre lo ataron al plan redentor de Dios en la
persona de Cristo, no a una de las historias de los dioses.
La era de cambio.
Cuando el
emperador romano Constantino se convirtió al cristianismo alrededor del 312 dC,
los cristianos se encontraron radicalmente diferentes en su posicion cultural. Después
del 324 Constantino agresivamente reforzó las Iglesias y más tarde trató de
borrar el paganismo. Sus obras de beneficencia hacia las Iglesias aseguraron e
inspiraron una más libre intromisión de la cultura que cuando la iglesia era
perseguida. Aunque los cristianos
vacilaron por un tiempo, pronto celosamente fusionaron el cristianismo y
la cultura romana.
Los edificios
para la adoración dieron evidencia de cambios casi inmediatamente, Constantino
y su madre Helena erigieron Iglesias por todo el imperio romano los cristianos
se mudaron circuncspectamente, aunque, optando por seguir el modelo de los
edificios comunes públicos, las basílicas en vez de los templos griegos y
romanos. Con el tiempo, sin embargo, usaron materiales despojados de tales
edificios e incluso construidos en la cima de recintos del templo.
Estos grandes
edificios trajeron cambios significativos en la adoración. El marco básico
(heredado por el judaísmo y la iglesia primitiva) se mantuvieron, pero la liturgia
se hizo más dramática. Como el emperador se hizo la primera persona laica en la
iglesia, una simple ceremonia no era completamente suficiente. La pompa y la
circunstancia de la corte imperial, fueron adaptadas para honrar al Emperador
de emperadores, procesiones, luces, vestidos especiales, y otros numerosos
elementos se agregaron al gran escenario. Los vivos se unieron a la vasta
compañia de Santos, ángeles y huestes celestiales en la gloriosa alabanza de
Dios.
Aunque la iglesia
tomaba prestado cada vez más de la de la cultura romana, no obstante, recurrían
frecuentemente a las raíces bíblicas para evaluar lo que hacían. Las pinturas
cristianas del siglo IV, por ejemplo, frecuentemente mostraban a Jesús junto
con sus doce apóstoles leyendo de los rollos del Antiguo Testamento, este mismo
período condujo a los cristianos a emigrar arduamente a la Tierra Santa.
Sin embargo,
para finales del siglo IV la cristiandad había alcanzado una posición dominante
en el imperio, y los cristianos sentían que podían tomar prestado de la
cultura, el lenguaje y las ideas con más libertad que antes.
Tiempos de Edición.
Un vasto número
de personas vino a las Iglesias después de la convesión de Constantino. Este influjo
pudo haber virtualmente borrado la fundación bíblica de la iglesia y no habían
encontrado la forma de instruir neófitos. El catecumenado, el proceso para
enseñar a nuevos creyentes las bases esenciales de la fe, servían en parte para
reformar el pensamiento y comportamiento de las masas.
Abrumado por
los números, sin embargo, las Iglesias pronto acortaron el período de formación
de tres años a cuarenta días de cuaresma. Para este punto, la liturgia del
domingo y el calendario cristiano tenían que soportar una pesada carga para la
instrucción de los nuevos covertidos.
No es de
sorprender, que el calendario se haya sometido a una extensa elaboración. Como sus
antepasados en el antiguo Israel, los primeros cristianos observaban días
especiales y estaciones, las cuales eran adaptadas del judaísmo y de la cultura
griega y romana.
Por ejemplo, a
la hora de celebrar el día del Señor, el día en que Jesús fue levantado de los
muertos, los primeros cristianos,que habían venido del judaísmo se reunían el
sábado en la noche después de las 6:00 PM. Para el comienzo del segundo siglo,
sin embargo, los gentiles convertidos lo hacían después del amanecer el
domingo. A través de todo este período hasta Constantino, los cristianos
observaban el primer día de la semana como el día de adoración.
Con la
conversión de Constantino, sin embargo, vinieron nuevas posibilidades de
ajustar el calendario con fines cristianos. En 321 el Emperador Constantino
decretó ese domingo como un día de descanso, una día feriado legal. Algunos estudiosos
sugieren que Constantino pretendía honrar al dios Sol Invictus Mitra (Mitras, el invicto sol). De hecho, él describe
el primer día de la semana como el dia del sol, pero el significado del día del
Señor para los cristianos quedó establecido por regla general.
Lo que
Cosntantino hizo con la navidad, además, sugiere que él tenía el cristianismo
en mente. Los primeros cristianos, por supuesto, no tenían información que les
ayudara a calcular el nacimiento de Cristo. La más antigua evidencia de la
observancia del 25 de diciembre como el cumpleaños de Cristo, aparece en el
calendario Filocaliano, compuesto en Roma en 336 dC. Por muchos años esta fecha
fue obervada solo en occidente, las Iglesias de oriente observaban el 6 de
enero, o la epifanía. Curiosamente días festivos paganos descansan sobre estos
dos días. El 25 de diciembre era el nacimiento Soli Invicti el nacimiento del dios del sol. Enero 6 era la
festividad de Diosnisio. Parece que Constantino tratando de unificar la adoración
del sol con la de Cristo, hizo fuerza, sino mezcló la observancia de la
navidad. Por casi el mismo tiempo aparece la pintura de Cristo como el
invencible sol , más tarde descubierto en excavaciones debajo de la basílica de
San Pedro de Roma.
Intercambio cultural.
Los estudiosos
nunca llegarían a un concenso a mayor medida en cuanto al intermambio entre la
cultura greco-romana y la adoración Cristiana.
Muchos historiadores
dicen que las prestaciones de la cultura romana transformaron radicalemente el
cristianismo primitivo, sin embargo, A. D. Nock en su libro “El primitivo crsitianismo gentil y su
trasfondo helenistico” concluye con que las prestaciones culturales fueron
hechas como “asuntos de técnicas diplómaticas y pedagógicas” Nock estaba
convencido de que estas adaptaciones no tenían nada que ver con el ritual
pagano, lo que realmente le impresionó fue que los misterios de paganismo hayan
tenido “tan poco” impacto en los rituales cristianos.
Estudios modernos
afirman que las adaptaciones culturales de los primeros cristianos fue en
esencia la clave de su éxito. La adaptación fue un asunto de riesgo, los
primeros cristianos no tenían unas perfectas directrices, así como no las
tenemos tampoco hoy. Pero como el apóstol Pablo buscaron hacerse todo, para
alcanzar a todos con el objetivo de que el Cristianismo llegara a ser la
religión para tantos como fuera posible.
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