La última gran predicción.
“Los eventos de las décadas recientes han encendido la imaginación de una multitud de premilenialistas, especialmente Hal Lindsey”
“1970 dC. Hal Lindsey publica su libro: El último Gran Planeta Tierra”
Después de la Segunda Guerra
Mundial, el premilenialismo alcanzó una escatología frenesí. Las bombas
atómicas con incompresivos poderes destructivos y complejos sistemas de
lanzamiento, no dejaron un lugar seguro para la amenaza de una aniquilación
termonuclear. Israel fue establecido como un estado judío y exitosamente
defendió su territorio durante las décadas consiguientes.
Además Estados Unidos y la Unión
Soviética entraron en la Guerra Fría, en círculos evangélicos, esto era un
retrato no de un conflicto geopolítico, sino de una lucha ideológica, el capitalismo
contra el comunismo, la democracia contra la dictadura, la libertad contra la
esclavitud. Y tales temas impregnaron la literatura profética que salió a la
prensa desde los 1960 hasta los 1980.
Las estadísticas de maestros
sensacionalistas proféticos emitieron esta cantidad de escritos y
publicaciones, pero ninguno fue mejor que el conocido Hal Lindsey.
Suicidio y segunda venida.
Nacido en Houston, Texas, en
1929, Harold L. Lindsey, abandonó la Universidad de Houston para servir en la Guerra
de Korea, luego trabajó como capitán de remolcador en el Río Mississippi. Cuando
su primer matrimonio se desintegró, trató de ver el suicidio como una vía de
escape, pero al contrario encontró un Nuevo Testamento del bando de Gedeón y
fue convertido. Lindsey se volvió un ávido lector de las Escrituras, particualmete
las secciones proféticas, lo que lo convencieron de que la Biblia era realmente
la Palabra de Dios.
Aunque no graduado de la
Universidad entró en el Seminario Teológico de Dallas en 1958, con la ayuda del
coronel Robert Thieme, pastor de la Iglesia Berachah en Houston donde Lindsey
asistía y así se graduó de teología. Además conoció su segunda esposa, Jan, y
se hizo misionero para la “Campus Crusade for Christ” dando conferencias a los
estudiantes de colegios y universidades por toda Norte América.
A finales de 1960 Lindsey comenzó
a reunir sus notas de conferencias en un libro que hizo su nombre famoso en
todo el mundo: El último gran planeta
Tierra, el cual rápidamente se volvió en uno de los mejores best sellers de
no ficción de los 1970 el cual fue traducido a más de cincuenta idiomas, y del
cual se vendieron más de treinta y cinco millones de copias. Lindsey incluso
hizo una película del libro narrada por Orson Welles.
La generación es la llave
El Ultimo Gran Planeta Tierra y sus doce continuaciones tratan
específicamente con las señales de los tiempos, que forman el rompecabezas de
los eventos de los últimos tiempos: la creación del estado de Israel en 1948,
la reconstrucción de Jerusalén en 1967, el surgimiento de Rusia y la
confederación árabe ataviados contra Israel, el poder militar en el Asia
Oriental, la integración europea, el surgimiento de las prácticas oscuras en
Babilonia, la apostasía de la iglesia Cristiana, el movimiento hacia un mundo
de religión única y gobierno y la decadencia de Estados Unidos como una
potencia mundial.
Lindsey profetizó que el
anticristo encabezará un imperio romano comprometido con la comunidad europea,
el templo judío sería reconstruido y la confederación árabe – Africana asaltaría
Palestina seguido de la más grande invasión de la región por Rusia. Entonces la
alianza europea después de haber derrotado a los rusos sería atacada por un
ejército de doscientos millones de asiáticos. En esta batalla de Armagedón, un
intercambio nuclear mataría a la tercera parte de la población del planeta,
pero tan pronto como la batalla llegara a su punto más alto, Cristo
repentinamente aparecería deteniendo las hostilidades y protegiendo a los
creyentes de la total destrucción.
El punto crítico de este escenario
es el concepto de Lindsey de la “generación” de Mateo 24 (esta generación no
pasará hasta que estas cosas acontezcan). El definió que una generación bíblica
estaba compuesta de cuarenta años y concluyó con que “todas estas cosas”
deberían acontecer dentro de los próximos cuarenta años después de la fundación
del estado de Israel. Así que él predijo el regreso de Cristo para 1988 y el
rapto de la iglesia siete años antes que sería en 1981.
Para 1997, Lindsey ya había
cambiado su predicción del regreso de Cristo, pero siguió retratando los
escritos de Apocalipsis como “un testigo visual de los eventos del siglo XX y
XXI” Lindsey continuó argumentando que a Juan se le mostró el futuro y después
fue llevado de nuevo al primer siglo para escribir un testigo visual que
constara para los terríficos tiempos futuros. El iba a hacer esto en “símbolos
codificados” y que ahora el tiempo había llegado para decodificar estas
profecías, que se requería un cristiano guiado por el Espíritu Santo para ser capaz
de interpretarlas.
El surgimiento de los Iluminati
La decadencia y la caída del
comunismo trajo para Lindsey y sus seguidores premilenialistas tales como:
Jerry Falwell y Pat Robertson un monumental problema. Casi sin excepción ellos
habían identificado a Rusia como Gog y Magog y específicamente el “Rosh”
mencionado en Ezequiel 38. El colapso de la Unión Soviética les llevó a
percibir una nueva conspiración: “El Nuevo Orden Mundial”
Pat Robertson por ejemplo,
argumentó que hombres de Buena voluntad como Woodrow Wilson, Jimmy Carter, y
George Bush, sin darse cuenta y sin saberlo llevaron a cabo la “cábala misión
muy unida que tiene como objetivo nada más y nada menos que un nuevo orden para
la raza humana bajo la dominación de Lucifer y sus seguidores”
Robertson comienza con la pequeña
y secreta sociedad conocida como los Iluminati, fundada en 1776 y muestra como
estos hombres de dinero incitaron las guerras mundiales y la Guerra Fría para
canalizar el dinero de los pagadores de impuestos hacia ellos mismos. Los Estados
Unidos fueron empujados a una confederación internacional, que es en realidad
una covertura para el surgimiento del poder del anticristo.
La fascinación con las
predicciones del fin de los tiempos parecían haber escalado a medida que el Segundo
milenio se iba cerrando. Dos ejemplos: Harold Camping , presidente de Family
Radio, en su libro “1994?” predijo
que el mundo debería acabarse en septiembre de ese mismo año; y Grant R.
Jeffrey, author de “Armagedón:
Designación con destino” sugiere que el 2000 es la fecha de la probable
terminación del mundo.
Robert Clouse.
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