Un equipo de estudiosos produjo una traducción de la Biblia en inglés insuperada en belleza lingüística y duración.
“Al más alto y poderoso príncipe Jacobo por la Gracia de Dios.” Así
comienza la dedicatoria en la Biblia inglesa más popular de todos los tiempos,
la Versión Autorizada, ampliamente conocida como la Versión King James. La muy
amada KJV (por sus siglas en inglés), quizás en estos últimos años su
popularidad haya decaído, debido a que otras traducciones más fáciles de leer
han sido publicadas para los lectores del siglo XX. Pero generación tras
generación de lectores ha absorbido sus frases. Podemos decir con toda
seguridad que ninguna otra traducción tendrá nunca un efecto tan grande en las
biblias en inglés como la Versión Autorizada King James.
King James
¿Quién era el “poderoso príncipe Jacobo” cuyo nombre ha sido acuñado en
millones de biblias? Este era el hijo de la reina María de Escocia, ejecutada
por su media hermana, la reina de Inglaterra Isabel I. cuando la “sin hijos”
Isabel murió, Jacobo, el próximo varón en la línea real, y para ese entonces
rey en Escocia, marchó al sur rumbo a Londres para ser coronado como rey de Inglaterra
también. Es conocido en la historia como Jacobo I de Inglaterra y Jacobo VI de
Escocia.
Bajo Isabel, la iglesia en Inglaterra había asumido una forma de
protestantismo episcopal. El crecimiento en número de puritanos sintió que
Isabel había creado un compromiso en la iglesia la cual no era suficientemente
protestante. Ellos querían “purificar” la iglesia de cualquier cosa que se
asemejara al catolicismo, incluyendo los obispos, el clero, la ropa, y los
altos rituales. Antes de que Jacobo llegara a Londres, los puritanos se le
presentaron con la Milenaria Petición (llamada así porque tenía unas mil
firmas), abogando por cambios moderados en la Iglesia de Inglaterra.
Pero a Jacobo le gustaba la estructura episcopal de la iglesia de
Inglaterra y el título que esta le daba al rey “Defensor de la Fe”. Jacobo
estaba, de hecho, más pretencioso y comprometido a la idea de que el rey regía
los decretos divinos (sus contemporáneos lo llamaban “el tonto más sabio de la
cristiandad” y rio disimuladamente de que él era la persona en insistir los
derechos divinos del reino). Jacobo estuvo de acuerdo en hacer una conferencia
que se llevó a cabo en enero de 1604 en la corte de Hampton. Aquí, Jacobo
advirtió a los puritanos que si ellos no se conformaban él los “hostigaría
hasta sacarlos de la tierra”. La conferencia fue un fracaso para los puritanos,
excepto en un punto: Jacobo dio su aprobación en hacer una traducción nueva de
la Biblia.
¿Traducción o Revisión?
Jacobo quería algo que reemplazara la popular versión la Biblia Geneva. Esta
versión de 1560 era muy querida por el pueblo (y probablemente la versión que
leía Shakespeare), aunque tenía una inclinación calvinista, algo tenía que a
Jacobo no le gustaba. Los puritanos, mientras tanto, estaban en desacuerdo con
la Biblia del Obispo, una versión autorizada de 1568 la cual era leída en las
iglesias, pero no era totalmente aceptada por el pueblo común. Inglaterra
necesitaba una versión que tanto las iglesias como las personas en particular,
y tanto la iglesia en Inglaterra como los puritanos, pudieran leer con
beneficio.
En 1607, Jacobo señaló alrededor de cincuenta estudiosos y los dividió en
seis compañías. Por dos años y nueve meses estuvieron trabajando y envueltos en
conferencias, y luego el texto completo fue llevado a un comité de doce. Aunque
los estudiosos usaron los textos originales en hebreo y griego, siguieron de
cerca previas traducciones. De hecho, sería inapropiado llamar la Versión King
James una traducción. Como el “Prefacio de los Traductores” explica, es más
fielmente una revisión de versiones anteriores. Por ejemplo, la obra de William
Tyndale, el primer principal traductor del inglés, es evidente en muchos
pasajes.
Biblia en Inglés
Una vez establecida, la Versión King James fue inquebrantable. Aun cuando
algunos críticos dicen que su idioma es arcaico en el año en que esta apareció,
generaciones posteriores apreciaron su “Biblia Inglesa”. A medida que el idioma
evolucionó convirtiéndose cada vez más diferente al idioma de los tiempos de
Jacobo, los cristianos de habla inglesa continuaron expresándose en términos
que hacían eco a la Versión King James. Por ejemplo, muchos cristianos siguen refiriéndose
a Dios como “Thee” and “Thou” (palabras usadas en el inglés antiguo para
referirse a la segunda persona del singular).
Pero el efecto va mucho más allá de las frases. Hay una cadencia, un ritmo
de oraciones, en la Versión King James que nunca ha sido igualada en ninguna
otra versión inglesa de la Biblia. Si esta belleza ha detractado a algunos
lectores de escuchar el mensaje, nunca ha sido sin embargo increíblemente memorable,
y por lo tanto, memorizable. Si aprender las Escrituras es importante, entonces
comprometerse a memorizarla es algo supremo, y sabemos que la poesía o la prosa
poética es más fácil de memorizar que la prosa ruda. Hoy, quizás cuatrocientos
años después, muchos de habla inglesa que pueden citar la Biblia citan la versión
publicada en 1611.
Los traductores de nuestros días pueden correctamente sentirse humildes,
sabiendo que nunca podrán producir una obra que pueda moldear todo un idioma y
darle forma a una cultura en su totalidad.
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