“Desde alrededor del año 150 dC, quizás la más temprana y más completa
descripción, una traducción del comentario de Justino Mártir, por Everett
Ferguson”
”En el día llamado domingo hay una reunión en el mismo lugar donde
todos viven, ya sea en una ciudad dada o un lugar distrital rural, las memorias
de los apóstoles o los escritos de los profetas son leídos, tanto como el tiempo
lo permita. Entonces cuando la lectura cesa, el presidente en un discurso
amonesta y urge a la imitación de estas buenas cosas. Luego todos nos
levantamos juntos y elevamos oraciones.
Cuando terminamos nuestras oraciones el pan es presentado con vino con
agua, el presidente de la misma manera eleva oraciones y acciones de gracias,
según su habilidad y las personas cantan su asentimiento, diciendo el “amen”.
Una distribución y participación de los elementos por los cuales se ha dado
gracias a Dios es hecha por cada persona y a aquellos que no están presentes le
son enviados por los diáconos.
Aquellos que tienen la habilidad y la disponibilidad según su desición
dan lo que desean y se es colectada una ofrenda, y lo que es colectado es
depositado con el presidente, el cual provee para los huérfanos y las viudas, y
aquellos que están en necesidad por causa de enfermedades o alguna otra causa,
aquellos que están en cautiverio, extranjeros que están en peregrinación, y en
una palabra se convierte en el protector de todos los que están en necesidad.
Todos hacemos nuestra asamblea en común el domingo, ya que este es el
primer día en el cual Dios cambió la oscuridad en materia e hizo el mundo, y
Jesucristo nuestro Salvador se levantó de la muerte en este mismo día, porque
le crucificaron el día antes del sábado y el día siguiente (el cual es el día
del sol) apareció a sus apóstoles y discípulos y les enseñó estas cosas, las
cuales hemos ofrecido a ustedes para vuestra consideración
Primera apologia, 67
No hay mejor lugar para comenzar
a estudiar la temprana adoración Cristiana que con este relato de Justino
Mártir. Justino conocía el cristianismo de Asia como también el de Roma y
quizás en Palestina también. Y en uno de sus escritos, su apología, nos dejó su
descripción de los típicos servicios de adoración del siglo II. Justino pudo no
haber dicho todo, pero en lo que se puede chequear por otras fuentes del
Segundo siglo todas están de acuerdo con Justino. Justino no fue líder de una
asamblea, por lo que él escribió sus cuentas como una persona activa en el
laicado.
“En el día llamado domingo, hay una reunión”
Día del sol, fue el nombre pagano
usado por Justino para el domingo, ya que él está dirigiendo su apología a una
audiencia pagana, “Primer Día de la Semana” era el nombre judío, “Día del
Señor” era el nombre común para la cristiandad. En las primeras referencias
cristianas a este día, la segunda venida del Señor estaba en la mente de toda
la asamblea.
Aqui Justino conecta el domingo
con la creación y la redención “… el
primer día en el cual Dios cambió la oscuridad en materia e hizo el mundo y
Jesucristo nuestro Salvador se levantó de la muerte en este mismo día”. Asi
el día de reunión de los Cristianos fue conectado por Justino con el comienzo
de la creación física y el comienzo de la nueva creación en la resurrección.
“Las memorias de los apóstoles, o los escritos de los profetas son
leídos”
La lectura de las escrituras eran
tanto del Nuevo Testamento como del Antiguo Testamento o ambos, las memorias de
los apóstoles podrían haber sido particularmente los evangelios. Los profetas
era una designación entre los cristianos para referirse al Antiguo Testamento.
Pero los libros proféticos en el sentido más estrecho un mayor significado en
toda la cristiandad primitiva ya que estos apuntaban a la venida de Cristo de
la cual ellos habían sido parte y tal vez por eso era la mas leída.
Justino no dice si la lectura era
parte de un ciclo continuo de lecturas como un leccionario o si se escogían
ciertos pasajes para cada día, la frase “tanto
como el tiempo lo permita” indica que la lectura no tenía una duración
fija, pero no tenía que tener una selección al azar.
Hay una tercera posibilidad: la
lectura podría haber sido continua de domingo a domingo comenzando cada domingo
la lectura donde había terminado el domingo anterior, pero sin un
predeterminado tiempo de duración. Las lecturas parecían ser mucho más largas.
En ese día, las lecturas proveían la principal oportunidad para el promedio de
las personas a volverse más familiares con las escrituras.
“El presidente en el discurso amonesta y urge a la imitación de estas
buenas cosas”
El sermón era dado por el
presidente, la palabra no significa otra cosa que el hermano que presidía, pero
también podía significar el regidor, y no parece haber razón para dudar que
esta persona era el funcionario que nosotros conocemos con el título de Obispo.
En tiempos de Justino esta persona era vista como un sobreveedor en la
congreagación o un pastor no un Obispo de diócesis como se ve hoy. Este
presidía la liturgia y administraba las finanzas de la iglesia y además
predicaba, era una persona diferente a los lectores.
El sermón era expositivo en su
naturaleza, basado en lo que se leía de las escrituras ese día, y tenía una
aplicación práctica. Como un apologista (alguien que defiende el cristianismo
de los lectores paganos), Justino recalca el contenido moral de la predicación
cuando dice: “El presidente, urge la
imitación de estas buenas cosas”. Esto concuerda con mucho del contenido de
las predicaciones enla iglesia primitiva.
“Todos nosotros elevamos oraciones”
Justino nos dice que la
congregación se ponía de pie para orar. Otras fuentes nos dicen aceca de la
significación de esta postura: una persona se arrodillaba o se postraba para
expresar humildad, arrepentimiento y confesión de pecado. El ponerse de pie,
por otro lado, era un signo de gozo y libertad, mostrando la libertad de los
hijos de Dios de presentarse croporalmente ante su presencia.
En el primer día de la semana,
ponerse de pie tenía una referencia especial a la resurrección, esta era la
postura característica de los cristianos para la oración como otros textos y
descubrimientos arqueológicos confirman. Para los primeros cristianos ponerse
de pie significaba que uno tenía privilegios especiales de venir a Dios como el
Padre a través de Cristo. Ponerse de pie en la presencia de Dios significaba
ser aceptado por El y tener el privilegio de hablar libremente.
La oración a la que se hace referencia
en este punto en la asamblea tiene que ver con una oración común. Era
evidentemente una oración libre. Justino puede dar más evidencias de esto más
adelante en su Apología.
“Adoramos al Hacedor del universo tanto como somos capaces por las
palabras de nuestras oraciones y acciones de gracias por todas las cosas con
las que somos suplidos…siendo agradecidos en palabras, elevamos a El honores e
himnos por nuestra venida a la existencia, por todos los medios de salud, por
las varias cualidades, por las diferentes clases de cosas, y por los cambios de
las estaciones, mientras hacemos peticiones por nuestras necesidades en
incorrupción por la razón de la fe en El”
Este resumen concuerda con patrón
que es encontrado en otra parte: “comienza
con dirigir a Dios como Padre y Creador, alabanzas por sus obras poderosas,
luego nos movemos de acciones de gracias a peticiones y terminamos con una
doxología, todo se hace con referencia a Cristo.”
“El pan es presentado con vino y agua”
El pan y el vino pueden ser ordinarios,
pero no tenían un significado ordinario para los cristianos, los dos elementos
de la celebración eucarística para Justino eran la consagración y la comunión.
Según el judaísmo, todo era dedicado para un propósito “por la Palabra de Dios
y las oraciones” las acciones de gracias del presidente, que Justino hace
referencia, hacían que el pan y el vino
mezclado no fueran más pan común ni vino común.
No tenemos necesidad de debatir
la implicación exacta de las palabras de Justino, que conectaban el pan y el
vino con el cuerpo y la sangre de Cristo, es suficiente notar que de acuerdo
con Justino a través de la Palabra de Dios (Jesús) y las oraciones (acciones de
gracia) el pan y el vino eran ahora apartados, consagrados, dados a un nuevo
significado.
Cuando Justino meciona “vino y
agua” creo que está libremente refiriéndose a la práctica de mezclar el vino
con agua, las típicas bebdidas en el mundo antiguo eran vinos diluídos en agua.
Justino así cuenta salvajes historias paganas de la comida de los cristianos,
diciendo que los cristianos comían pan ordinario y bebían la bebida común de
las mesas y no algo más intoxicante como se creía mucha veces.
“El presidente de la misma manera eleva oraciones y acciones de
gracias”
Anteriormente Justino llama a la
comida con el nombre de “Eucaristía” la palabra significa “acción de gracias” y
hace referencia a la más importante característica de la comunión del Segundo
siglo: esta era una acción de gracias, aunque el Nuevo Testamento usualmente lo
llama “el partimiento del pan” los ecritores del Segundo siglo usaron el nombre
de “Eucaristía”
A través de sus escritos, Justino
hace mucha referencia a las acciones de gracias. Este era el sacrificio del
cristiano , diferente a la sangre ofrecida en el paganismo, los cristianos
ofrecían a Dios el sacrificio espiritual puro de oraciones y acciones de
gracias, una cita del escritor gnóstico Ptolomeo probablemente expresa los
pensamientos de Justino en esto: “El
Salvador nos demandó ofrecer ofrendas, pero no esas de animales irracionales o
incienso, sino de alabanzas espirituales, gloriosas y acciones de gracias y el
seguimiento en hacer el bien a nuestro prójimo.
El presidente hacía su oración
según su habilidad. La idea parece ser que la acción de gracia humana es
inadecuada a la grandeza de la bondad de Dios, pero todo, en la medida que
ellos son capaces tratan de expresar su gratitude.
En los días de Justino las
oraciones eran expontáneas, pero no podemos rechazar la presencia de alguna
fórmula a la que se recurría con frecuencia. Por ejemplo en otra parte en los
escritos de Justino leemos que el presidente “eleva alabanzas y glorias al
Padre por todos a través del nombre de su Hijo y del Espíritu Santo, y da
gracias por la grandeza de los dones que hemos sido dignos de recibir de El” y
“Damos gracias a Dios por haber creado el mundo con todas las cosas en
beneficio de los hombres y por habernos liberado del mal en el cual andábamos
bajo los principados, poderes y potestades, siendos estos derrocados por Aquel
que sufrió según su voluntad”
El tema central, por lo tanto,
era alabanzas y acciones de gracias a Dios, por sus dones y estos incluían
creación y redención, pero especialmente redención.
“El pueblo cantaba su asentimiento diciendo el ‘amen’”
La palabra amen es hebrea y es explicada anteriormente por Justino como
significado de “que así sea” el amen congreagacional en la conclusión de las
oraciones era una respuesta a la doxología, fue tomada de las sinagogas en los
primeros días de la iglesia. Por el amen la congregación confirmaba lo qu se
había dicho y así la oración hecha por una sola persona se volvía común para
toda la congregación. Justino parecía
haber estado muy impresionado por este elemento de participación congregacional
él describe su interpretación con una palabra que que tiene un doble
significado en la traducción “cantaban su asentimiento” debemos pensar en un
canto como una aclamación al unísono, era gritado no balbuceado.
“La distribución y participación de los elementos … es hecha a cada
persona”
Los elementos consagrados por la
oración, eran entonces distribuidos por los diáconos, para la comunión de los
miembros. Cada persona recibía tanto el pan como el vino mezclado en agua. El compartimiento
del pan y el vino expresaba el seguimiento de la comunidad de creyentes. Los diáconos
incluso llevaban los elementos consagrados a aquellos quienes estaban enfermos
e incapacitados de presentarse físicamente, para preservar el sentido de
comunión corporative entre los confinados a sus casas y camas.
Justino menciona más adelante
(cuando describe la ecuaristía bautismal) que seguido a la oración común, y
antes que el pan y el vino fueran traídos al frente, “nos saludamos unos a tros
con un beso” “el beso santo o el beso de amor” era particularmente apropiado en
el contexto del bautismo, pero este podía haber sido empleado en otras
observancias de la eucaristía, era una expresión de amor fraternal, daba la
bienvenida al nuevo bautizado a la familia de Dios. Justino había enfatizado
que “esto no es obligatorio para todos los que participan” de la eucaristía ni
para todos los que están en seguimiento completo de la iglesia. El intercambio
del beso era el signo de ser parte de dicho seguimiento.
“Aquellos quienes que están conscientes y desean según su propia decisión
dan según su propia voluntad”
Aunque otras fuentes describen
ofrendas de productos, Justino describe contribución de dinero. El enfatiza la
naturaleza voluntaria de dar. El dinero depositado con el presidente no era una
tasación. La contribución congregacional, por lo tanto, era diferente de las
cuotas de los clubes y asociaciones privadas, que eran tan comunes en el mundo
romano y helenístico. Era una dádiva de conrazón sincero.
Las personas que eran
beneficiadas de las ofrendas, - huérfanos, viudas, enfermos, prisioneros y
extranjeros eran mencionados en los textos cristianos.
Fundamentos equilibrados
Estas actividades de las
reuniones de domingo en los días de Justino han permanecido a través de los
años.
·
La palabra de Dios (tanto predicada como leída)
·
La oración corporativa (incluyendo los salmos)
·
La comunión del pan y el vino
·
Las ofrendas de las posesiones de los individuos
Justino describe una liturgia,
entonces, en la cual dos pares de actividades balanceadas, en el servicio de la
Palabra, Dios habla a los humanos. En la oración los seres humanos hablan con
Dios. La Palabra de Dios que nos llama a la respuesta de nuestras palabras con
El. En el segundo par, la eucaristía representa el regalo de Dios hacia
nosotros, la vida espiritual a través de Cristo, la ofrenda y la contribución
representa el regalo de su pueblo a Dios, Dios da y nosotros damos en
respuesta.
El movimiento de litúrgica moderna
ha dicho mucho acerca de la integridad primitiva, eso lo describen los escritos
de Justino. Es común decir que en la iglesia medieval las misas eran
enfatizadas en los gastos de otras actividades de adoración, la predicación era
destacada a expensas del resto de la adoración. La adoración descrita por
Justino nos llama a ir atrás a los fundamentos.
Justino Mártir fue un filósofo y defensor del cristianismo que fue
martirizado en Roma alrededor del 165 dC. Fue autor de “Primera Apología,
Segunda Apología y Diálogo con Trypho y Judío”