Zwinglio murió antes de que su sueño se hiciera realidad, pero sus seguidores, especialmente Heinrich Bullinger, esparcieron la influencia de su Reforma a lo largo de toda Europa, Inglaterra, y eventualmente a América.
Ulrico Zwinglio fue el padre de la
Reforma en Suiza, pero en la historia no es recordado entre los de la primera generación
de reformadores. Siempre ha sido opacado por Lutero. Y el hecho de que murió en
batalla deja muchas preguntas sin respuesta acerca de la carrera de Zwinglio.
Zwinglio esperaba, al inicio, abrir
una iglesia en el cantón de Zúrich que serviría como el modelo para la iglesia
nacional protestante de Suiza. Una vez que esto se hubiera logrado, él planeaba
expandir la doctrina de su Reforma por toda Europa, con el objetivo de que una
iglesia protestante internacional fuera establecida y preservara las mejores
tradiciones de la iglesia universal en la Edad Media, y al mismo tiempo sería
libre de los peores abusos de la iglesia católica y no sería gobernada por el
papa y su corrupta curia romana.
La iglesia reformada europea que
Zwinglio soñaba nunca se logró fundar. Zwinglio, por otro lado, tuvo éxito en
introducir conceptos de la Reforma de la iglesia en los mayores cantones
urbanos, los cantones dominados por las ciudades alemanas y suizas. En Berne,
Shafthausen y Zúrich, los conceptos eclesiológicos de Zwinglio fueron
adoptados. Para Zwinglio esto era el primer paso y por un tiempo parecía que el
programa de Zwinglio sería efectivo en toda Suiza.
La Paz de Kappel en 1529 dejó a los
protestantes en la libertad de expandir sus doctrinas en las áreas de la
Confederación de Suiza. Se dio la oportunidad a las congregaciones de esta confederación
de estas regiones a decidir por ellas mismas si debían o no aceptar la Reforma.
En teoría, la misma libertad iría a ser extendida a las congregaciones de los
bosques y las montañas de la Confederación: Schwyz, Uri, Niedwald y Lucerne
junto con su aliado el cantón de Zug. La solución fue, de hecho, no aceptable
para los católicos.
También inaceptable fue el deseo de
los protestantes de poner un fin a la costumbre de vender soldados como
mercenarios al servicio de los franceses y el papado. Sin el dinero que se
ganaba de esta práctica los cantones del bosque creían ser incapaces de comprar
el grano necesario para alimentar a los habitantes de los estados montañosos.
Para hacer el asunto peor, los cantones
protestantes comenzaron un bloqueo de barcos de grano hacia las regiones católicas,
con el objetivo obligarles a aceptar el esparcimiento del protestantismo en sus
territorios. Zwinglio se opuso a esta política y acertó que sería más sabio ir
a la guerra contra las regiones católicas que someterlos a una inanición lenta
y violenta.
Llevados por la desesperación, los
cantones católicos decidieron ir a la guerra contra los protestantes. Lanzaron su
ataque hacia el centro del protestantismo en Suiza, el cantón de Zúrich, a
principios de octubre de 1531. Los cantones protestantes habían firmado una
alianza militar (La Unión Cívica Cristiana) para protegerse de cualquier
desarrollo como estos, pero no estaban preparados para la guerra, y además había
algunas divisiones internas entre ellos.
El sueño de Zwinglio destruido
En los años previos a lo que terminó como
la segunda guerra de Kappel en octubre de 1531, Zwinglio había soñado con crear
una alianza por toda Europa contra los Hapsburgos y hasta llegó a creer que los
católicos franceses bajo el reinado de Francis I se unirían a la alianza. Estos
esquemas eran extremadamente irrealistas y demostraban el entendimiento
limitado que tenía Zwinglio de las situaciones diplomáticas en Europa y como
subestimaba el disgusto tanto de los católicos como de Francis I por las enseñanzas
del protestantismo.
Con el objetivo de lograr estas
esperanzas y con el apoyo del conde Philip de Hesse, Zwinglio hizo lo posible
por lograr una alianza con los protestantes de Alemania. La condición para
dicha alianza era el acuerdo teológico entre los cantones de Suiza que eran
protestantes y los territorios luteranos de Alemania. El conde de Hesse arregló
una reunión entre Zwinglio y Lutero en Marburg en 1529, la que llegó a
conocerse como el Coloquio de Marburg. Zwinglio y Lutero estuvieron de acuerdo
en catorce puntos doctrinales, pero estaban en desacuerdo en el número quince,
el cual tenía que ver con la presencia de Cristo en la Cena del Señor. Este desacuerdo
básico impidió una alianza con los estados luteranos. Con la excepción de Berne
los protestantes suizos no hicieron una alianza con Hesse, Estrasburgo y
Constanza quienes no eran parte de la confederación suiza, pero los
protestantes suizos estaban aislados en un tiempo en que los Hapsburgos estaban
directamente detrás de los cantones católicos como miembros y seguidores de una
alianza cristiana.
Zwinglio además no calculó bien la situación
en Suiza. Berne era la clave para la alianza protestante por ser la Unión Cívica
Cristiana el mayor cantón militar de la confederación. Zwinglio había dependido
de su amigo en Berne, Nicolás Manuel, para mantener el control de los asuntos
en Berne y para mantener la ciudad con firmeza en la alianza protestante.
Manuel murió en 1530, y Zwinglio había perdido el contacto con la situación en
Berne. La mayoría de los berneses favorecía la política de la expansión hacia
el oeste con el apoyo del duque de Savoy y la alianza con Francia. Además, no tenían
mucho interés en ir a la guerra con los cantones católicos, porque creían que
esto solo fortalecería a Zúrich al agregarse a su territorio y poder militar.
Cuando la ofensiva católica comenzó,
Zúrich estaba al comienzo sola. Antes de que Berne viniera a su ayuda, Zúrich
fue derrotada por los católicos. Zwinglio murió peleando en la segunda línea de
la segunda batalla de Kappel junto con otros treinta pastores de la iglesia
cantonal. Zúrich y Berne hicieron las paces con los católicos y el próximo
detenimiento del protestantismo tuvo lugar en la Alemania suiza. Los planes de
Zwinglio para el establecimiento de una Europa anti Habsburgo y una Europa protestante
murieron con él.
El resultado final de la guerra
perdida fue que Berne fue liberada para proceder con la conquista del cantón
Vaud que fue ocupado en 1536. Este avance expandió el protestantismo a las
fronteras de la ciudad episcopal de Geneva. Donde quien regía era el duque de
Savoy. Como resultado de este desarrollo, fue posible introducir el
protestantismo en Geneva con la ayuda de Berne. Sin el apoyo de Berne, Geneva
nunca hubiera sido un centro internacional para el protestantismo bajo la
influencia de Juan Calvino. De hecho, eventualmente Geneva se volvió más
importante para el desarrollo del protestantismo reformado que Zúrich.
Bullinger expande las ideas de Zwinglio
Quedó bajo la responsabilidad del sucesor
de Zwinglio, el obispo de Zúrich, Heinrich Bullinger, quien sirvió alrededor de
cuatro décadas entre 1531-1573, el establecer la ciudad de Zúrich como un
centro internacional para el protestantismo. Hasta la fundación de la academia
de Geneva en 1556, el Carolino de Zúrich era el único colegio teológico en
Europa donde los estudiantes tenían acceso a la teología reformada. Más tarde,
ambos Zúrich y Geneva fueron opacados por las universidades de Heidelberg y
Dutch que se convirtieron en los centros del pensamiento reformado a principios
del siglo XVII. Sin embargo, el liderazgo de Bullinger logró una contribución notable
al protestantismo reformado.
Las “Décadas de Sermones” de
Bullinger, que comenzaron a aparecer en 1549, fueron más ampliamente leídas en
algunas partes de Europa que “Institución de la Religión Cristiana” de Juan
Calvino. Después de 1586 fueron un requerimiento que debía ser leído por todos
los clérigos que no habían obtenido un grado universitario. Los barcos de la
compañía Dutch East India transportaron las “Décadas de Sermones” tan lejos
como hasta Java y Sumatra. Los “Comentarios de las Epístolas Paulinas” de
Bullinger tuvieron siete ediciones y fue probablemente más diseminado que los
de Calvino. La incipiente teología del pacto presente en los escritos de
Zwinglio fue eventualmente elaborada por Bullinger en su “De Testamento” y “Der alte
Gloub”. La concepción de la teología del pacto de Bullinger, sin dudas, jugó
un rol en el desarrollo de la teología del pacto normativa, tal es el caso de
la teología federal durante la primera parte del siglo XVII. Esta teología fue
exportada a América del Norte por los puritanos. Bullinger, además, profundizó
la teología de la Eucaristía de Zwinglio, la cual ciertamente influenció el
desarrollo de la doctrina anglicana de la Cena del Señor.
Bullinger, además aceptó la idea de
Zwinglio de que el control de la excomunión debía estar en manos del
magistrado. Los esfuerzos de Bullinger de expandir la doctrina en el
Rhineland-Palatinate por medio de su amigo y seguidor el médico Thomas Erastus,
fueron un fracaso. El conflicto con Geneva acerca de la Eucaristía que sostenía
que la iglesia podía prohibir a los pecadores de compartir la Cena del Señor
opacó los años finales de Bullinger en su ministerio en Zúrich. Catorce años después
de su muerte, la defensa de Erastus de la concepción de Zúrich acerca de la excomunión
fue publicada en Londres con la ayuda del arzobispo de Canterbury, John
Whigift.
La relación de Bullinger con
Inglaterra y Hungría fue particularmente exitosa. Este éxito fue debido en
parte a las notables correspondencias que Bullinger llevaba con los teólogos y políticos
de todas partes de Europa. Esto hizo que Bullinger llegara a ser uno de los
hombres más informados entre sus contemporáneos. En febrero de 1567 se llevó a
cabo en Debrecen el primer sínodo de la iglesia reformada de Hungría, la ciudad
de Debrecen estaba destinada a ser el mayor centro educacional reformado el
cual aceptó la obra de Bullinger “Confessio
Helvetica Posterio” como su máxima confesión nacional para la iglesia.
Los contactos de Bullinger con
Inglaterra se ampliaron mucho más de lo que habían sido al principio para
finales de la vida de Zwinglio, cuando a los artistas de Zúrich se les había pedido
la opinión acerca de la validez del matrimonio de Enrique VIII con Catalina de
Aragón. Para 1538 Bullinger había dedicado su “De Scripturae Sanctoe Authoritate” y su “De Episcoparum qui verbi ministri sunt” al rey Enrique VIII. Estos contactos
fueron fortalecidos por el vice regente del rey Enrique Thomas Cromwell, aunque
no hubo un contacto directo entre Cromwell y Bullinger. La tercera y cuarta “Decades of Sermons” escrita por
Bullinger fue después de dicada al hijo de Enrique VIII, Eduardo VI (1547-1553),
lo cual es una indicación de que estos vínculos entre Zúrich e Inglaterra se
fortalecieron con el paso del tiempo.
La hospitalidad de Bullinger con un
grupo de exiliados marianos entre 1533 y 1558 cementó su relación con la
iglesia de Inglaterra. Este grupo incluía a quien después sería el apologista
de la iglesia de Inglaterra, John Jewel, más tarde obispo de Salisbury y al
futuro arzobispo de York, Edmund Sandys, como también al Timonel de Ely y el Parkhurst
de Noruega y al influyente segundo conde de Bedford. Bullinger trabajó junto a
estos obispos para evitar que los seguidores de la doctrina luterana de la
Santa Cena tomaran cargos eclesiásticos en las iglesias de Inglaterra. Además, también
les ayudó y apoyó en su lucha contra los puritanos guiada por Thomas Cartwright
al igual que su ayudante Rudolph Gwalther. La base para su cooperación era una
creencia común de que el estado no debía controlar los asuntos externos de la
iglesia y una convicción por ambas partes, Bullinger y los obispos de
Inglaterra, de que el episcopado reformado era la manera correcta de gobernar
la iglesia de Cristo. Los ingleses no adoptaron las concepciones de Zúrich con relación
al papel del magistrado en el clero y el gobierno cristiano en la sociedad como
algunos habían aclamado. Ya ellos habían desarrollado una concepción similar
antes de que hubieran aprendido la forma en que la iglesia de Zúrich era
dirigida. Después de la muerte de Bullinger, la conexión de Suiza con
Inglaterra llegó a su fin.
Schlatter y Schaff
Dos pastores reformados suizos tuvieron
una gran influencia en la historia de la iglesia en América. Michael Schlatter
(1716-1790) era nativo de San Gall y vino a América en 1746 como un
representante de los clásicos reformados holandeses de Ámsterdam. Su papel en
organizar el sínodo de las iglesias reformadas alemanas en las colonias
americanas fue un éxito. Sin embargo, su deseo de cooperar con la sociedad
anglicana para la propagación del conocimiento de Dios, con el propósito de
ayudar a los reformados alemanes y su dificultad con los pietistas radicales
guiados por Philip William Otterbein (1726-1813) arrojó mucha sombra a sus últimos
años en las colonias.
El segundo pastor reformado suizo y
teólogo de gran importancia en América fue Philip Schaff (1819-1893) quien vino
desde Berlín a Mercerburgo en 1843 y junto con John Williamson Nevin
(1803-1886) desarrollaron la teología de Mercerburgo. Esta teología fue en
realidad la primera teología de América, la cual tomó en consideración la contribución
de la teología alemana y el criticismo bíblico del pensamiento religioso
moderno. Este hecho no se hizo popular en América y la aserción de Schaff en su
“The Principe of Protestantism, as
Related to the Present State of the Church” el cual la reforma reflejó como
un florecimiento del catolicismo medieval enojó a muchos.
Schaff fue en realidad el padre del
estudio científico en la iglesia en América. La obra “What is Church History? A
Vindication of the Idea of Historical Development” fue de enorme importancia para los historiadores
de la iglesia americana. El volumen 7 de “History
of the Christian Church: Modern Christianity The Swiss Reformation” le recordó
a los americanos la importancia de la moderación en la teología de Zwinglio. La
forma en la que Schaff retrató a Zwinglio ofrecía una alternativa a los
conceptos rígidos de la teología reformada presentada por los adherentes de
Calvino y sus seguidores. Gracias a Schaff, Zwinglio finalmente llegó a jugar
un papel en pequeño pensamiento teológico americano.